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MÉXICO, DF., 9 de septiembre.- Los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York marcaron un antes y un después en la logística, el transporte y el comercio entre México y Estados Unidos (EU). A 10 años de distancia, especialistas consultados por T21 coinciden en que las medidas de seguridad implementadas por las autoridades norteamericanas, otorgaron más beneficios que desventajas en esta materia.
Para Sergio Ruíz, director del Centro de Transporte y Logística, las medidas de seguridad del gobierno norteamericano provocaron eficiencias logísticas entre ambos países.
“œEl ataque a las Torres Gemelas, detonó un mayor control en los procesos logísticos, sin embargo esta tendencia ya se veía venir desde finales del siglo XX, pero no en el sentido de seguridad, sino de procesos”, señala.
Agrega que las medidas de seguridad implementadas por el gobierno norteamericano, en algún momento, representaron costos y pérdidas de tiempo en el comercio internacional para las empresas, pero también las obligó a programar, controlar y verificar sus exportaciones.
“œAntes del atentado las cajas eran revisadas aleatoriamente en las aduanas, el proceso de revisión y de cruce de un camión tardaba máximo tres horas; después del 11 de septiembre, la revisión fue obligatoria para todos, lo que a su vez provocó largas filas e incluso días perdidos”, comenta Manuel Rojo, director general de Transportes Refrigerados Rojo.
Previo al ataque, EU cuidaba tres aspectos: el tema fiscal, el narcotráfico y el terrorismo de forma equitativa. Tras el atentado, el gobierno a cargo de George Bush concentró sus esfuerzos en “œsalvaguardar” la seguridad nacional, a través de la revisión exhaustiva de mercancías, especialmente a químicos, pues se relacionan con la fabricación de explosivos, precisó Marco Antonio Vargas, agente aduanal.
En el ámbito del transporte terrestre, la adopción de mayores medidas de seguridad obligó a las empresas a inscribirse a programas como el C-TPAT, el cual exige que las compañías comprueben cada uno de los elementos que integran su cadena de proveedores desde el fabricante, hasta el punto de distribución.
También los proveedores del transporte terrestre se vieron obligados a contar con todos sus papeles bajo orden estricto y a mantener sus unidades de carga en buenas condiciones físico mecánicas.
Marco Antonio Vargas, explica que las aduanas norteamericanas exigieron a las navieras reportar detalles de sus embarques como tipo de empresa, tipo de carga y procedencia, con 48 horas de anticipación a la salida del puerto de origen.
“œAsí las autoridades tienen tiempo para hacer un análisis de riesgo. De acuerdo al tipo de material y origen determinan cuáles embarques revisarán con más detalle, incluso México adoptó esta medida como apoyo al país vecino, pues por Veracruz y Manzanillo entra mucha mercancía con destino a EU”, agrega.
Después de una década, estas medidas siguen vigentes, incluso tras la proliferación de violencia y narcotráfico en México se han intensificado.
"Si bien estos cambios alargaron los tiempos e incrementaron los costos de operación, si planeas, anticipas, investigas y cumples con todos los requerimientos, tu paso por la aduana será más sencillo y rápido", concluye el agente aduanal.
Con información de Dainzú Patiño y Sarai Cervantes.