Vaya decepción la que tuvieron los transportistas asistentes a la conferencia “Perspectiva de la Guardia Nacional ante el Sector del Autotransporte” en la Convención Nacional de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), y es que el Comisario General Cruz Isaac Muñoz, director general de Seguridad en Carreteras e Instalaciones de la Guardia Nacional, no fue sino a dibujarles una realidad del país más parecida a una película de Walt Disney.
La expectativa previamente por parte de transportistas y representantes de las compañías de seguros, era escuchar un fortalecimiento de acciones, cambio de la estrategia, aumento de efectivos y patrullas en carreteras; pero no, más bien fue contar una realidad muy diferente a la que se observa todos los días en las carreteras del país donde la autoridad prácticamente está ausente y el autotransporte debe de lidiar en soledad con el crimen organizado.
Con el abandono de muchos del salón, antes siquiera de que el expositor llegara a la mitad de su presentación, el auditorio le comunicó su decepción. Por si algo faltara, el expositor fue a más al reclamar a los empresarios del transporte que acciones como manifestarse con paros y cierres de carreteras como hizo la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (Amotac), socavan la imagen pública de la Guardia Nacional por lo que los conminó a mantener el diálogo.
En los pasillos de la Convención la comidilla fueron los comentarios de indignación ante el intento de querer tapar el sol con un dedo. Los discursos de querer hacer creer que vivimos en Fantasyland no sirven para bajar el costo de las pólizas de seguro que paga el autotransporte, las cuales el pasado 15 de septiembre les hicieron dar “el grito” por tercera vez en el año a los empresarios con un nuevo aumento del 12% de su valor como resultado de la triste realidad que vive el país.
ANAM y sus caídas del sistema
No fueron cientos, sino miles de dólares los que se perdieron en demoras durante la semana pasada a consecuencia de las caídas intermitentes del sistema de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM). Y lo mismo lo tuvieron que absorber líneas transportistas, navieras, trenes, aviones y usuarios.
Y de eso no hay ningún descuento ni condonación fiscal por parte de la Aduana, solo hay que apechugar las pérdidas.
Los daños se tradujeron en mayores y más largas filas de espera en los puentes internacionales y puertos. En el despacho de ferrocarriles y líneas navieras. En quedarse en puerto muchas mercancías al no poder subir a su barco por falta del despacho de exportación. En mantener mayor tiempo las cajas refrigeradas de los productos perecederos, etcétera.
De acuerdo con la versión de la ANAM la caída del sistema obedeció a una falla de luz que afectó los servidores, lo cual no deja de sorprender si haciendo caso al discurso del director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, tenemos una compañía de clase mundial que nunca había estado tan bien como ahora.
Sin embargo, en la región fronteriza de Ciudad Juárez-El Paso los empresarios del autotransporte encabezados por Manuel Sotelo, vicepresidente nacional de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), tienen otros datos. El servidor de la ANAM tiene intermitencias desde que se creó esta como organismo y las fallas son recurrentes.
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