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De acuerdo con los datos difundidos por el organismo cúpula de los industriales, en los primeros seis meses de 2015 la producción industrial avanzó únicamente 1%, cifra inferior al crecimiento de 1.5% reportado en la primera mitad de 2014, en donde ya el comportamiento de la economía y la actividad fabril había sido lento.
En la perspectiva de Concamin los factores que inciden al ritmo industrial alcanzado tienen que ver con el menor dinamismo las exportaciones dirigidas hacia Estados Unidos, debido al avance lento e irregular de su actividad fabril; segundo, a la caída en la producción de petróleo; tercero, al crecimiento todavía moderado del mercado interno; y cuarto, al efecto del recorte presupuestal sobre las compras de bienes e inversiones del sector público.
La suma de los elementos anteriores han motivado que en el primer trimestre la producción retrocedió 6.6% y su ciclo se mantiene a la baja.
Además, al interior de la actividad industrial se polariza el desempeño de sus especialidades. Por una parte están los sectores cuya producción creció a tasas de 13.6% en el caso muebles, colchones y persianas; o la producción textil, cuya actividad se incrementó 10.4%; sin olvidar la producción de equipo de transporte, con un avance de 9.2% y la fabricación de productos metálicos con un crecimiento de 8.5%, en la primera mitad del año. Pese a su dinamismo, el empuje de estos sectores no fue suficiente para impedir la desaceleración de la actividad industrial.
En el otro extremo se encuentra la producción de derivados de petróleo y carbón, con una caída de 10% en los primeros seis meses de 2015; en este grupo también lo integran los servicios relacionados con la minería, cuya actividad retrocedió 9.4%; la producción de petróleo y gas con una contracción de 7.3% y la industria metálica básica que reportó un descenso de 4.1%, entre otras.
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