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Mario Rizo, socio de Salles Sainz Grant Thornton consideró que debido a una elevada economía informal, desequilibrio en el esfuerzo recaudatorio que proviene únicamente de la Federación y por la complejidad en el cumplimiento de las leyes fiscales, en el último año el Producto Interno Bruto (PIB) en México creció 1.7%, mientras que en América Latina 5.4%. Aunado a ello, históricamente nuestro país recauda aproximadamente 10% del PIB cuando debería ser del 16 al 18%.
La visión del país deber ir por encima del horizonte actual, donde la dependencia del petróleo es tan alarmante, ¿qué pasará cuando el petróleo se acabe. Esto reafirma que las políticas fiscales se planean sólo para el corto y mediano plazo y se guían sólo en propuestas sexenales.
El especialista afirmó que en México se impone un sistema fiscal complejo, que genera contribuyentes que evitan enfrentar su carga impositiva, por lo que es necesario simplificar la determinación del monto tributario para que sea más fácil pagar.
Dijo que es recomendable agilizar la devolución de los impuestos en los casos que proceda, para mejorar la economía de las empresas y disminuir tasas impositivas.
En el caso de las entidades federativas, consideró que deben fijar contribuciones proporcionales tanto en su recaudación como en su destino, para que el recurso se aplique donde se genera y florezcan centros de desarrollo económico reales y no creados.
El consultor en contabilidad y finanzas sostuvo que se debe abandonar el principio de subsidio. Si una localidad es productiva -por sus recursos naturales, por su entorno o su gente- ahí debe quedarse el producto de la recaudación tributaria.
México requiere, agregó, una oferta fiscal que haga frente a la realidad de sus competidores, donde el impuesto al gasto sea base de la recaudación, los impuestos al ingreso se tornen relativamente bajos y los impuestos al patrimonio sean pocos o nulos.