Fuente: El Universal
MÉXICO, DF, 14 de diciembre, 2007.- La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) presentará el próximo año diversas iniciativas a las autoridades para revisar el esquema aeroportuario del país y mejorar la seguridad de los aeropuertos.
Javier Christlieb Morales, presidente de la Canaero, explica que el organismo que preside está generando un reporte de bases mínimas de calidad en el servicio aeroportuario que someterá en 2008 a la consideración de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para que lo apruebe como un compendio de normas mínimas en los aeropuertos. Christlieb relata que cuando se concesionaron los aeropuertos se les impuso que debían cumplir como mínimo los estándares de calidad establecidos por la IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo, por sus siglas en inglés) y la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), por ejemplo: los aeropuertos deben tener en promedio 14 metros cuadrados por pasajero.
“Pero no te dice estándares de seguridad, como el hecho de que no tiene que haber una sola piedra o grava en la pista para que no se las traguen los motores de los aviones, y a nosotros cada reparación de motor nos está saliendo entre 500 y 600 mil dólares”, destaca.
Algunas de las recomendaciones que presentarán son: que no existan basureros en los alrededores de los aeropuertos (por las aves como los zopilotes que se meten a las turbinas de los aviones); bardas perimetrales en todos los aeropuertos (para evitar que se metan animales a las pistas); dar información suficiente a todos los clientes de los aeropuertos, por ejemplo, atención adecuada para personas con capacidades diferentes, además de qué estándares de calidad pueden exigir tanto un pasajero como una aerolínea por el pago de cuotas por uso de aeropuertos (TUA o Tarifa de Uso de Aeropuerto).
El entrevistado calcula que en los próximos tres o cuatro meses estará lista toda la propuesta y espera que se apruebe como una Norma Oficial Mexicana (NOM).
Por otro lado, Christlieb señala que el próximo año continuarán haciendo planteamientos al Poder Legislativo para revisar todo el esquema aeroportuario y para que las tarifas verdaderamente respondan a los costos reales por la prestación del servicio. El interés es analizar desde cómo se dieron las concesiones y cómo se fijaron las tarifas, “que se dio con base en precios altos que se pagaron por los aeropuertos y de los que son ajenas las aerolíneas”.
Cabe recordar que este año diversas aerolíneas, tanto tradicionales como de bajo costo mexicanas, latinoamericanas e internacionales, se quejaron de los altos costos de los servicios aeroportuarios en México y otras partes del mundo. Incluso la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) emitió un documento en el que opinaba que los aeropuertos de Guadalajara, Cancún y Monterrey están entre los más caros del mundo. El organismo antimonopolio recomendaba tener un regulador independiente, reasignar los slots (horarios de aterrizaje y despegue) mediante una subasta y quitar el monopolio del suministro de turbosina a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).
En México los grupos aeroportuarios: Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA) y Aeropuertos del Sureste (ASUR), aseguraron que los aeropuertos de México no están entre los más caros del mundo, que han cumplido con sus compromisos de inversión por arriba de lo pactado en sus planes de desarrollo y que están dispuestos a trabajar con las autoridades para mejorar en términos de competencia y eficiencia.
“Vamos a presentar un análisis de cómo fue todo el sistema de concesionamiento, cuál es la respuesta a eso y la necesidad de que las tarifas se fijen con base en el costo de la prestación del servicio”, apunta el líder del sector aéreo.
Buscan cancelar proyecto demostrativo
Fuente: Reforma
MÉXICO, DF, 14 de diciembre, 2007.- Los Teamsters en Estados Unidos y la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) en México buscan por diversos medios parar el proyecto demostrativo de transporte transfronterizo.
Pero mientras los transportistas de ambos países argumentan que es un mal proyecto por diversas razones, el Gobierno de México aseguró que en el siguiente año se consolidará.
Además, comenzará los trabajos para que la apertura también incluya al transporte de pasajeros, según Luis Téllez, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
El pasado 5 de diciembre, los Teamsters se manifestaron en la garita de Otay para exigir al Congreso de su país que suspenda el proyecto demostrativo y se espera que las manifestaciones continúen.
En México, la Canacar apela al Senado para que suspenda el proyecto argumentando que no hay condiciones de equidad para continuar, informó su presidente, Tirso Martínez.
En ese sentido, Martínez acudió con el presidente de la Comisión de Transportes de la Cámara de Senadores, Ángel Heladio Aguirre, para que lo apoye en la cancelación del proyecto.
El senador prometió que analizará el caso y la decisión de enviar una propuesta al pleno para la suspensión se basará en la cuarta reunión de la Mesa Interinstitucional que se creó para analizar el avance del proyecto.
"Hasta ahorita no nos han dado fecha para que se lleve acabo la mesa, pero confiamos en que en breve haya un pronunciamiento por parte del Senado para que se detenga el proyecto", dijo el presidente de la Canacar.
Los argumentos de este gremio para cancelarlo se basan en la desigualdad de condiciones y en la falta de recursos económicos y humanos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para vigilar que las empresas americanas no realicen cabotaje en México.
Además, exigen que las autoridades de EU eviten actuar de forma discriminatoria cuando se revisan unidades mexicanas.
Sin embargo, el tema ya comenzó a generar divisiones al interior del mismo organismo como lo revela una encuentra realizada por la cámara sobre el tema.
En ella se refleja que en términos generales los empresarios del sector y afiliados a éste se manifestaron a favor de que siga el proyecto.
Por ejemplo, ante la pregunta de si ayudará al autotransporte, el 70 por ciento opina que sí.
Pese al fracaso que aseguran los transportistas que existe sobre el proyecto, hasta el momento las empresas mexicanas son las que más han aprovechado la apertura.
Actualmente, 10 empresas mexicanas participan en el proyecto, con 55 camiones, así como 4 estadounidenses, con 41 unidades.