Ubaldo Díaz
La Crónica
Guerra sucia para abaratar la venta de Aeroméxico
Jesús Ramírez Stabros nos comenta que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a cargo de Luis Téllez, evade su responsabilidad en la venta de Aeroméxico pues un grupo de burócratas pretenden adquirirla a precio de remate. “La ponen a precio por los suelos” pues vale mucho más de los 160 millones de dólares que ofrecieron empresarios de Banamex.
El tratamiento que dan los burócratas es como si “estuvieran vendiendo chiles verdes, y hay pasividad de parte de Luis Téllez”, nos dice el legislador, quien ha sido el dirigente del Sindicato de Pilotos. Dentro de esa dura pelea por adquirir a la empresa a precio de remate, nos denuncia que aparecieron varios boletines falsificados en internet, en donde supuestamente él declaraba sobre cantidad de fallas de Aeroméxico.
Nos comenta que pudiera estar de acuerdo con una parte de esa información, pero en el fondo lo que pretenden algunos empresarios es hacer ver que la empresa está al borde de la quiebra cuando eso es mentira. Quieren castigar todavía más el precio de compra. La Secretaría de Comunicaciones debe intervenir porque detrás está un problema grande, como es la soberanía nacional. Quieren hacer un negociazo, comprar barato, presionar a la Secretaría de Hacienda para que les dé plazo para pagar los dos mil millones de pesos que debe en impuestos y que se reduzca en un 70 por ciento.
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Empresa
Alberto Barranco
El Universal
Aunque sin llegar a la espectacularidad, las señales apuntaban ayer a que el grupo de ex accionistas de Banamex y la propia intermediaria financiera revirarán la contraoferta planteada por Alberto y Moisés Saba por Aeroméxico, por simple amor propio, dicen, por más que ya no estarán todos los que son.
La diferencia frente a la cantidad ofrecida por los empresarios textileros será de 3%, oficializándose en el filito del vencimiento de la vigencia de su postura.
La intención es simple: ganarle tiempo al tiempo, en un escenario en que si el toma y daca se prolonga más allá de la extinción del año, los jugadores estarán obligados a pagar impuestos, aun cuando la operación se cruce en el piso de remates de la Bolsa.
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