Dijo que normalmente los poco más de 30 distribuidores adquieren cada mes de Sicartsa un promedio de 400 toneladas de varilla y alambrón y otra importante cantidad de trefilados de Viga, como alambre recocido, malla electrosoldada, castillos prefabricados, alambre de púas, clavos y otros derivados, pero debido al conflicto minero, en el mes de abril se tuvo que recurrir a proveedores foráneos, quienes solamente les suministraron aproximadamente el 50% de lo que normalmente manejan.
Esto ha provocado que la pieza de varilla corrugada de un octavo, que normalmente costaba 64 pesos al público, lo tuvieran que conseguir en otros puntos del país hasta en 82 pesos. La falta de suministro de estos productos ha propiciado también que un buen porcentaje de los poco más de 200 empleos que generan las tiendas de materiales para construcción se estén dando de baja en forma temporal, con la esperanza de volver a recontratarlos cuando se normalice la situación.
Señaló que al ser Sicartsa el principal productor de alambrón en el país, material que se surte a las principales trefiladoras para su transformación, a un mes del conflicto ya se nota la escasez de alambrón, clavos, malla electrosoldada y otros derivados, lo que sin duda alguna redundará en el atraso de las diferentes obras de construcción, además del encarecimiento de esos materiales, si el problema continúa.
Por su parte, Martín Torres Causor, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en este puerto, afirmó que la situación se está poniendo cada día más difícil para conseguir los derivados del acero, pues desde hace dos semanas se empezó a elevar el producto, pero ya desde hace una semana es difícil conseguirlo. Refirió que hasta antes del conflicto minero que mantiene paralizada Sicartsa y Viga Trefilados, la tonelada de varilla andaba por el orden de los siete mil 500 pesos y actualmente se cotiza en casi doce mil pesos.
Por eso indicó que los concursos de obra en el sector oficial se les está pidiendo a los socios de esa cámara que los coticen a como está actualmente el acero, porque de lo contrario las obras quedarán inconclusas al no alcanzar el presupuesto y en el caso de los particulares, están prefiriendo esperar a que se solucione el problema, lo que redunda en menos oportunidad de trabajo para los 100 construcciones de la región y desde luego eso afecta en la menor generación de empleos en este sector.
A su vez, Raúl Martínez Villegas, superintendente de Distribución de la Comisión Federal de Electricidad en esta región, dijo que la paraestatal en el mes de abril dejó de captar 75 millones de pesos menos por concepto de consumo de energía eléctrica, por la paralización de Sicartsa y Viga Trefilados, pues afortunadamente Mittal Steel reanudó labores. Normalmente el mes de facturación de CFE para las empresas acereras es de 250 millones de pesos.