Este nuevo histórico colocó a la mezcla en 63.02% arriba del precio establecido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que es de US $27 por barril.
Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI) concluyó en US $55.57 por barril, un avance de 0.57 dólares, y el Brent finalizó en US $54.50 por barril, con un alza de 0.77 en relación al cierre previo.
A pesar de que la Administración de Información de Energía ha reportado incrementos importantes en los inventarios de los productos destilados, la demanda de éstos también se fortalece.
“La producción apenas se mantiene ligeramente por arriba de la demanda con los inventarios aún por debajo de lo normal, esto causa cierta alarma”, dijo Marshall Steeves, analista para Refco.
Es por esto que a pesar del acuerdo alcanzado en la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en el cual el grupo tomó la decisión de incrementar su producción en 500,000 barriles diarios, los precios se mantuvieron al alza.
Aunque la organización acordó un segundo incremento del mismo monto si los precios no se moderan, los oficiales reconocieron que esto podría no ser efectivo, ya que son los cuellos de botella en las refinerías, y no la falta de crudo, los que generan los altos precios y la volatilidad.
“El mercado no se impresionó con el resultado del acuerdo de la OPEP, pues sus medidas no hacen la diferencia, el problema no es el crudo y especialmente no lo es el crudo amargo”, señaló Tom Bentz, analista para BNP Paribas.
“Como los sauditas han declarado, los altos precios no se deben a la oferta de crudo, sino a la limitada capacidad de refinación”, añadió Bentz.