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“Tenemos un déficit de más de 300 tolvas ferroviarias para mover graneles de trigo.Tenemos puertos donde hay almacenados granos que no podemos internar, y los movemos con lentitud” dijo.
Según el representante del organismo, este hecho pone en peligro la calidad del trigo, ya que éste debe “mantenerse, moverse, airearse y fumigarse” para evitar que el grano germine o sea contaminado por insectos.
Esta realidad ha llevado a que, a la hora de importar trigo, se prefiera el uso del barco al tren en el 70% de los casos, cuando antes era igualitaria, de 50%, recordó el titular de CANIMOLT.
Se debe a que hay mayor concentración de tolvas ferroviarias en Estados Unidos, las empresas ferroviarias mexicanas no tienen equipo suficiente y no nos dan equipo suficiente. Tenemos déficit de tolvas, si hubiera más tolvas moveríamos más por tren”, añadió.
En este sentido, la falta de tolvas resta competitividad al transporte ferroviario, ya que “si no hay equipo el costo del transporte se hace caro”, subrayó Fuente, quien recalcó que esto conlleva también un encarecimiento del producto final.
Habitualmente, el transporte desde puertos se hace en tren, y el camión se utiliza cuando hay falta de equipo y en la zona del Bajío, donde muchas plantas industriales de trigo carecen de conexión ferroviaria, sentenció.
PRODUCCIÓN A LA BAJA
Este año, la expectativa en la producción nacional de trigo es de tres millones 500 mil toneladas, cifra menor a los cuatro millones 200 mil toneladas que se cosechan habitualmente, explicó Fuente, quien relató que esta bajada se debe a situaciones adversas padecidas durante la última cosecha, como la sequía, el exceso de agua o la reconversión de los cultivos.
En México – prosiguió el representante de Canimolt – se calcula que se requieren siete millones 600 mil toneladas de trigo, lo que implica que “cada vez se dependa más de las importaciones”.