Ricardo Calderón López, director ejecutivo de la asociación, comentó que antes de la privatización sólo se contaba con dos ferropuertos y espuelas, ahora existen cerca de 30 instalaciones privadas que atienden a la industria de granos, lo que ha resultado en un incremento en el movimiento de este tipo de carga por ferrocarril.
La emisión de la Norma 028 Fito 1995 es un factor que marcó el antes y después en los sistemas de control fitosanitario para la revisión en frontera de las importaciones de granos. “son reglas más realistas que permiten agilizar el tráfico fronterizo”, comentó Ricardo López.
Otro de los avances es que se tenían que hacer trámites previos de importación con papeles para poder tener la documentación en orden antes de que arribara el tren, ahora la documentación es vía electrónica lo que reduce en parte los tiempos de revisión.
Además, se incrementó la capacidad de tránsito de embarque y descarga de granos en muchos puntos de la República, básicamente del centro y norte del país, por ejemplo, se facilitó la inspección fitosanitaria en los patios nacionales lo que evita que se detenga un tren en la frontera, con la consecuente afectación a todo el tráfico ferroviario.
El maíz es el bien que ocupa el mayor número de carros cargados en el ferrocarril, con casi 116 mil unidades anuales, prácticamente equivalente a la suma de los ocupados por arroz, avena en grano, cebada, frijol, soya, sorgo y trigo, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
También el maíz registra la mayor distancia media de traslado, con 994 km (igual a la existente entre Guadalajara y Oaxaca). Las toneladas netas de maíz trasladadas por tren suman más que el total de carga de los granos mencionados.