El problema es que las autoridades municipales afirman que no han recibido una oferta concreta de los inversionistas interesados.
Este contexto, expuesto por el alcalde de Lagos de Moreno, Francisco Torres Marmolejo, contrasta con la entusiasta visión que ha mostrado el secretario de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, sobre el tema, quien anunció que este proyecto es una de las iniciativas más avanzadas en trabajo respecto con los grandes planes para el sexenio.
Además, dijo que hay dos grupos de inversionistas interesados en apostarle a la terminal de carga, un consorcio de Monterrey y, sobre todo, “el grupo Alliance, que ya envió una carta de intención al ayuntamiento y mandó una carta dirigida al gobernador manifestándole su interés de hacer el aeropuerto de carga de clase mundial”. (Público, 20 de julio de 2007)
Al respecto, Torres Marmolejo reconoció que el ayuntamiento ha tenido contactos con varios inversionistas interesados en comprar el aeropuerto actual para transformarlo en una terminal de carga, entre ellos los dos mencionados por Martínez Mora, “pero es cuestión de que nos hagan ver una realidad” en sus propuestas, pues hasta ahora no ha habido compromisos u ofertas de inversión concretas y formales ante el municipio.
El alcalde incluso mencionó que el Grupo de Aeropuertos Alternos de El Bajío (Gaabsa) mantiene su intención de participar en el proyecto. Hace algunos años este consorcio estuvo a punto de comprar el aeropuerto, aceptando pagar 45 millones de pesos (mdp) al municipio, sin embargo, no cumplió con el compromiso de hacer el primer pago, en mayo pasado.
Torres Marmolejo fue enfático: “Al primero [de los inversionistas pretendientes] que presente el depósito [inicial del pago] se le vende, con las condiciones correspondientes […] no nos vamos a cerrar a nadie”. El plan de la venta se mantiene en un primer depósito de quince mdp para este año, y otros dos pagos similares en los próximos dos años.
“Nuestro pendiente es que [la compraventa del aeropuerto] se tiene que hacer antes de octubre, pero va a depender de que haya interesados en esto. Si no, buscaremos otras soluciones”. En este sentido, comentó que en caso de que se venza el permiso de la SCT sin que se concrete la venta, una de las opciones “es que cumplamos con los requisitos de mantenimiento” para que el ayuntamiento siga ofreciendo el servicio aeroportuario, lo que “no queremos, porque no es nuestra vocación. No sabemos llevar un negocio de este tipo”, además de que representaría una inversión adicional para el municipio.
Por separado, Martínez Mora informó que la semana pasada se reunió con el secretario de Economía, Eduardo Sojo “y acordamos poner una mesa de trabajo junto con la SCT para darle seguimiento y entrar a los procesos. Primero tendrá que definirse el asunto en el cabildo de Lagos de Moreno, porque la propiedad del aeropuerto sigue siendo del ayuntamiento”.
El titular de la Seproe también confirmó que el grupo Gaabsa sigue interesado en invertir en el proyecto, pero él “le apostaría más” al consorcio de Monterrey o a Alliance, porque los capitalistas del Bajío no pagaron los quince mdp iniciales para comprar al aeródromo.
3 kilómetros de “clase mundial”
• A partir del aeropuerto de carga, Lagos de Moreno aspira a convertirse en un centro logístico de “clase mundial” que, aprovechando su ubicación geográfica, impulse el tráfico de mercancías en el Centro y Occidente del país. “Aquí encuentras cinco o seis estados de la República en un radio no mayor a 200 kilómetros, entonces es una ubicación muy interesante”, comentó Víctor Nungaray Saavedra, director de Desarrollo Económico del municipio.
El ayuntamiento no contempla que se construya un aeropuerto nuevo, sino más bien que la futura terminal de carga utilice la actual pista, que “obviamente se ampliará un kilómetro más. Hoy tiene 2,080 metros de largo por 30 o 32 metros de ancho, se ampliará a 3,000 o 3,100 metros de largo para que puedan aterrizar aeronaves de carga de buen nivel, inclusive se habla del avión Antonov [ruso, de los más grandes del mundo] que podría descender en esa pista”.
Después de coincidir en que el ayuntamiento desea vender el aeropuerto para hacer el proyecto de carga, y de que las autoridades municipales no han tenido contacto con el grupo Alliance o con los potenciales inversionistas de Monterrey, el funcionario comentó que “el problema más grave es la inversión, estás hablando de 75 a 100 millones de dólares [mdd]. Pero si el proyecto es bueno, habrá inversionistas o empresarios que les pueda interesar desarrollarlo”.
También defendió el precio al que vende el ayuntamiento al aeropuerto, de 45 millones de pesos o unos 4.5 mdd, que comparado con el total de la inversión para la terminal de carga, “realmente no es una suma desorbitada […] lo que vale más que todo, incluso que el terreno [de 33 mil metros cuadrados] o la pista, es el permiso [de la SCT], no es fácil que te lo den. Se vence a principios de octubre”, por eso el proyecto se “debe hacer rápido”.
También dijo que los aeropuertos de la región “son mixtos, ninguno está especializado en carga”, lo que supone otra ventaja para el proyecto en Lagos de Moreno, aunado a que “estamos” a poco más de 500 kilómetros de los puertos de Manzanillo y Tampico y de que la ciudad cuenta con una línea de ferrocarril.
El problema es que las autoridades municipales afirman que no han recibido una oferta concreta de los inversionistas interesados.
Este contexto, expuesto por el alcalde de Lagos de Moreno, Francisco Torres Marmolejo, contrasta con la entusiasta visión que ha mostrado el secretario de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, sobre el tema, quien anunció que este proyecto es una de las iniciativas más avanzadas en trabajo respecto con los grandes planes para el sexenio.
Además, dijo que hay dos grupos de inversionistas interesados en apostarle a la terminal de carga, un consorcio de Monterrey y, sobre todo, “el grupo Alliance, que ya envió una carta de intención al ayuntamiento y mandó una carta dirigida al gobernador manifestándole su interés de hacer el aeropuerto de carga de clase mundial”. (Público, 20 de julio de 2007)
Al respecto, Torres Marmolejo reconoció que el ayuntamiento ha tenido contactos con varios inversionistas interesados en comprar el aeropuerto actual para transformarlo en una terminal de carga, entre ellos los dos mencionados por Martínez Mora, “pero es cuestión de que nos hagan ver una realidad” en sus propuestas, pues hasta ahora no ha habido compromisos u ofertas de inversión concretas y formales ante el municipio.
El alcalde incluso mencionó que el Grupo de Aeropuertos Alternos de El Bajío (Gaabsa) mantiene su intención de participar en el proyecto. Hace algunos años este consorcio estuvo a punto de comprar el aeropuerto, aceptando pagar 45 millones de pesos (mdp) al municipio, sin embargo, no cumplió con el compromiso de hacer el primer pago, en mayo pasado.
Torres Marmolejo fue enfático: “Al primero [de los inversionistas pretendientes] que presente el depósito [inicial del pago] se le vende, con las condiciones correspondientes […] no nos vamos a cerrar a nadie”. El plan de la venta se mantiene en un primer depósito de quince mdp para este año, y otros dos pagos similares en los próximos dos años.
“Nuestro pendiente es que [la compraventa del aeropuerto] se tiene que hacer antes de octubre, pero va a depender de que haya interesados en esto. Si no, buscaremos otras soluciones”. En este sentido, comentó que en caso de que se venza el permiso de la SCT sin que se concrete la venta, una de las opciones “es que cumplamos con los requisitos de mantenimiento” para que el ayuntamiento siga ofreciendo el servicio aeroportuario, lo que “no queremos, porque no es nuestra vocación. No sabemos llevar un negocio de este tipo”, además de que representaría una inversión adicional para el municipio.
Por separado, Martínez Mora informó que la semana pasada se reunió con el secretario de Economía, Eduardo Sojo “y acordamos poner una mesa de trabajo junto con la SCT para darle seguimiento y entrar a los procesos. Primero tendrá que definirse el asunto en el cabildo de Lagos de Moreno, porque la propiedad del aeropuerto sigue siendo del ayuntamiento”.
El titular de la Seproe también confirmó que el grupo Gaabsa sigue interesado en invertir en el proyecto, pero él “le apostaría más” al consorcio de Monterrey o a Alliance, porque los capitalistas del Bajío no pagaron los quince mdp iniciales para comprar al aeródromo.
3 kilómetros de “clase mundial”
• A partir del aeropuerto de carga, Lagos de Moreno aspira a convertirse en un centro logístico de “clase mundial” que, aprovechando su ubicación geográfica, impulse el tráfico de mercancías en el Centro y Occidente del país. “Aquí encuentras cinco o seis estados de la República en un radio no mayor a 200 kilómetros, entonces es una ubicación muy interesante”, comentó Víctor Nungaray Saavedra, director de Desarrollo Económico del municipio.
El ayuntamiento no contempla que se construya un aeropuerto nuevo, sino más bien que la futura terminal de carga utilice la actual pista, que “obviamente se ampliará un kilómetro más. Hoy tiene 2,080 metros de largo por 30 o 32 metros de ancho, se ampliará a 3,000 o 3,100 metros de largo para que puedan aterrizar aeronaves de carga de buen nivel, inclusive se habla del avión Antonov [ruso, de los más grandes del mundo] que podría descender en esa pista”.
Después de coincidir en que el ayuntamiento desea vender el aeropuerto para hacer el proyecto de carga, y de que las autoridades municipales no han tenido contacto con el grupo Alliance o con los potenciales inversionistas de Monterrey, el funcionario comentó que “el problema más grave es la inversión, estás hablando de 75 a 100 millones de dólares [mdd]. Pero si el proyecto es bueno, habrá inversionistas o empresarios que les pueda interesar desarrollarlo”.
También defendió el precio al que vende el ayuntamiento al aeropuerto, de 45 millones de pesos o unos 4.5 mdd, que comparado con el total de la inversión para la terminal de carga, “realmente no es una suma desorbitada […] lo que vale más que todo, incluso que el terreno [de 33 mil metros cuadrados] o la pista, es el permiso [de la SCT], no es fácil que te lo den. Se vence a principios de octubre”, por eso el proyecto se “debe hacer rápido”.
También dijo que los aeropuertos de la región “son mixtos, ninguno está especializado en carga”, lo que supone otra ventaja para el proyecto en Lagos de Moreno, aunado a que “estamos” a poco más de 500 kilómetros de los puertos de Manzanillo y Tampico y de que la ciudad cuenta con una línea de ferrocarril.
El problema es que las autoridades municipales afirman que no han recibido una oferta concreta de los inversionistas interesados.
Este contexto, expuesto por el alcalde de Lagos de Moreno, Francisco Torres Marmolejo, contrasta con la entusiasta visión que ha mostrado el secretario de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, sobre el tema, quien anunció que este proyecto es una de las iniciativas más avanzadas en trabajo respecto con los grandes planes para el sexenio.
Además, dijo que hay dos grupos de inversionistas interesados en apostarle a la terminal de carga, un consorcio de Monterrey y, sobre todo, “el grupo Alliance, que ya envió una carta de intención al ayuntamiento y mandó una carta dirigida al gobernador manifestándole su interés de hacer el aeropuerto de carga de clase mundial”. (Público, 20 de julio de 2007)
Al respecto, Torres Marmolejo reconoció que el ayuntamiento ha tenido contactos con varios inversionistas interesados en comprar el aeropuerto actual para transformarlo en una terminal de carga, entre ellos los dos mencionados por Martínez Mora, “pero es cuestión de que nos hagan ver una realidad” en sus propuestas, pues hasta ahora no ha habido compromisos u ofertas de inversión concretas y formales ante el municipio.
El alcalde incluso mencionó que el Grupo de Aeropuertos Alternos de El Bajío (Gaabsa) mantiene su intención de participar en el proyecto. Hace algunos años este consorcio estuvo a punto de comprar el aeropuerto, aceptando pagar 45 millones de pesos (mdp) al municipio, sin embargo, no cumplió con el compromiso de hacer el primer pago, en mayo pasado.
Torres Marmolejo fue enfático: “Al primero [de los inversionistas pretendientes] que presente el depósito [inicial del pago] se le vende, con las condiciones correspondientes […] no nos vamos a cerrar a nadie”. El plan de la venta se mantiene en un primer depósito de quince mdp para este año, y otros dos pagos similares en los próximos dos años.
“Nuestro pendiente es que [la compraventa del aeropuerto] se tiene que hacer antes de octubre, pero va a depender de que haya interesados en esto. Si no, buscaremos otras soluciones”. En este sentido, comentó que en caso de que se venza el permiso de la SCT sin que se concrete la venta, una de las opciones “es que cumplamos con los requisitos de mantenimiento” para que el ayuntamiento siga ofreciendo el servicio aeroportuario, lo que “no queremos, porque no es nuestra vocación. No sabemos llevar un negocio de este tipo”, además de que representaría una inversión adicional para el municipio.
Por separado, Martínez Mora informó que la semana pasada se reunió con el secretario de Economía, Eduardo Sojo “y acordamos poner una mesa de trabajo junto con la SCT para darle seguimiento y entrar a los procesos. Primero tendrá que definirse el asunto en el cabildo de Lagos de Moreno, porque la propiedad del aeropuerto sigue siendo del ayuntamiento”.
El titular de la Seproe también confirmó que el grupo Gaabsa sigue interesado en invertir en el proyecto, pero él “le apostaría más” al consorcio de Monterrey o a Alliance, porque los capitalistas del Bajío no pagaron los quince mdp iniciales para comprar al aeródromo.
3 kilómetros de “clase mundial”
• A partir del aeropuerto de carga, Lagos de Moreno aspira a convertirse en un centro logístico de “clase mundial” que, aprovechando su ubicación geográfica, impulse el tráfico de mercancías en el Centro y Occidente del país. “Aquí encuentras cinco o seis estados de la República en un radio no mayor a 200 kilómetros, entonces es una ubicación muy interesante”, comentó Víctor Nungaray Saavedra, director de Desarrollo Económico del municipio.
El ayuntamiento no contempla que se construya un aeropuerto nuevo, sino más bien que la futura terminal de carga utilice la actual pista, que “obviamente se ampliará un kilómetro más. Hoy tiene 2,080 metros de largo por 30 o 32 metros de ancho, se ampliará a 3,000 o 3,100 metros de largo para que puedan aterrizar aeronaves de carga de buen nivel, inclusive se habla del avión Antonov [ruso, de los más grandes del mundo] que podría descender en esa pista”.
Después de coincidir en que el ayuntamiento desea vender el aeropuerto para hacer el proyecto de carga, y de que las autoridades municipales no han tenido contacto con el grupo Alliance o con los potenciales inversionistas de Monterrey, el funcionario comentó que “el problema más grave es la inversión, estás hablando de 75 a 100 millones de dólares [mdd]. Pero si el proyecto es bueno, habrá inversionistas o empresarios que les pueda interesar desarrollarlo”.
También defendió el precio al que vende el ayuntamiento al aeropuerto, de 45 millones de pesos o unos 4.5 mdd, que comparado con el total de la inversión para la terminal de carga, “realmente no es una suma desorbitada […] lo que vale más que todo, incluso que el terreno [de 33 mil metros cuadrados] o la pista, es el permiso [de la SCT], no es fácil que te lo den. Se vence a principios de octubre”, por eso el proyecto se “debe hacer rápido”.
También dijo que los aeropuertos de la región “son mixtos, ninguno está especializado en carga”, lo que supone otra ventaja para el proyecto en Lagos de Moreno, aunado a que “estamos” a poco más de 500 kilómetros de los puertos de Manzanillo y Tampico y de que la ciudad cuenta con una línea de ferrocarril.
El problema es que las autoridades municipales afirman que no han recibido una oferta concreta de los inversionistas interesados.
Este contexto, expuesto por el alcalde de Lagos de Moreno, Francisco Torres Marmolejo, contrasta con la entusiasta visión que ha mostrado el secretario de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, sobre el tema, quien anunció que este proyecto es una de las iniciativas más avanzadas en trabajo respecto con los grandes planes para el sexenio.
Además, dijo que hay dos grupos de inversionistas interesados en apostarle a la terminal de carga, un consorcio de Monterrey y, sobre todo, “el grupo Alliance, que ya envió una carta de intención al ayuntamiento y mandó una carta dirigida al gobernador manifestándole su interés de hacer el aeropuerto de carga de clase mundial”. (Público, 20 de julio de 2007)
Al respecto, Torres Marmolejo reconoció que el ayuntamiento ha tenido contactos con varios inversionistas interesados en comprar el aeropuerto actual para transformarlo en una terminal de carga, entre ellos los dos mencionados por Martínez Mora, “pero es cuestión de que nos hagan ver una realidad” en sus propuestas, pues hasta ahora no ha habido compromisos u ofertas de inversión concretas y formales ante el municipio.
El alcalde incluso mencionó que el Grupo de Aeropuertos Alternos de El Bajío (Gaabsa) mantiene su intención de participar en el proyecto. Hace algunos años este consorcio estuvo a punto de comprar el aeropuerto, aceptando pagar 45 millones de pesos (mdp) al municipio, sin embargo, no cumplió con el compromiso de hacer el primer pago, en mayo pasado.
Torres Marmolejo fue enfático: “Al primero [de los inversionistas pretendientes] que presente el depósito [inicial del pago] se le vende, con las condiciones correspondientes […] no nos vamos a cerrar a nadie”. El plan de la venta se mantiene en un primer depósito de quince mdp para este año, y otros dos pagos similares en los próximos dos años.
“Nuestro pendiente es que [la compraventa del aeropuerto] se tiene que hacer antes de octubre, pero va a depender de que haya interesados en esto. Si no, buscaremos otras soluciones”. En este sentido, comentó que en caso de que se venza el permiso de la SCT sin que se concrete la venta, una de las opciones “es que cumplamos con los requisitos de mantenimiento” para que el ayuntamiento siga ofreciendo el servicio aeroportuario, lo que “no queremos, porque no es nuestra vocación. No sabemos llevar un negocio de este tipo”, además de que representaría una inversión adicional para el municipio.
Por separado, Martínez Mora informó que la semana pasada se reunió con el secretario de Economía, Eduardo Sojo “y acordamos poner una mesa de trabajo junto con la SCT para darle seguimiento y entrar a los procesos. Primero tendrá que definirse el asunto en el cabildo de Lagos de Moreno, porque la propiedad del aeropuerto sigue siendo del ayuntamiento”.
El titular de la Seproe también confirmó que el grupo Gaabsa sigue interesado en invertir en el proyecto, pero él “le apostaría más” al consorcio de Monterrey o a Alliance, porque los capitalistas del Bajío no pagaron los quince mdp iniciales para comprar al aeródromo.
3 kilómetros de “clase mundial”
• A partir del aeropuerto de carga, Lagos de Moreno aspira a convertirse en un centro logístico de “clase mundial” que, aprovechando su ubicación geográfica, impulse el tráfico de mercancías en el Centro y Occidente del país. “Aquí encuentras cinco o seis estados de la República en un radio no mayor a 200 kilómetros, entonces es una ubicación muy interesante”, comentó Víctor Nungaray Saavedra, director de Desarrollo Económico del municipio.
El ayuntamiento no contempla que se construya un aeropuerto nuevo, sino más bien que la futura terminal de carga utilice la actual pista, que “obviamente se ampliará un kilómetro más. Hoy tiene 2,080 metros de largo por 30 o 32 metros de ancho, se ampliará a 3,000 o 3,100 metros de largo para que puedan aterrizar aeronaves de carga de buen nivel, inclusive se habla del avión Antonov [ruso, de los más grandes del mundo] que podría descender en esa pista”.
Después de coincidir en que el ayuntamiento desea vender el aeropuerto para hacer el proyecto de carga, y de que las autoridades municipales no han tenido contacto con el grupo Alliance o con los potenciales inversionistas de Monterrey, el funcionario comentó que “el problema más grave es la inversión, estás hablando de 75 a 100 millones de dólares [mdd]. Pero si el proyecto es bueno, habrá inversionistas o empresarios que les pueda interesar desarrollarlo”.
También defendió el precio al que vende el ayuntamiento al aeropuerto, de 45 millones de pesos o unos 4.5 mdd, que comparado con el total de la inversión para la terminal de carga, “realmente no es una suma desorbitada […] lo que vale más que todo, incluso que el terreno [de 33 mil metros cuadrados] o la pista, es el permiso [de la SCT], no es fácil que te lo den. Se vence a principios de octubre”, por eso el proyecto se “debe hacer rápido”.
También dijo que los aeropuertos de la región “son mixtos, ninguno está especializado en carga”, lo que supone otra ventaja para el proyecto en Lagos de Moreno, aunado a que “estamos” a poco más de 500 kilómetros de los puertos de Manzanillo y Tampico y de que la ciudad cuenta con una línea de ferrocarril.
El problema es que las autoridades municipales afirman que no han recibido una oferta concreta de los inversionistas interesados.
Este contexto, expuesto por el alcalde de Lagos de Moreno, Francisco Torres Marmolejo, contrasta con la entusiasta visión que ha mostrado el secretario de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, sobre el tema, quien anunció que este proyecto es una de las iniciativas más avanzadas en trabajo respecto con los grandes planes para el sexenio.
Además, dijo que hay dos grupos de inversionistas interesados en apostarle a la terminal de carga, un consorcio de Monterrey y, sobre todo, “el grupo Alliance, que ya envió una carta de intención al ayuntamiento y mandó una carta dirigida al gobernador manifestándole su interés de hacer el aeropuerto de carga de clase mundial”. (Público, 20 de julio de 2007)
Al respecto, Torres Marmolejo reconoció que el ayuntamiento ha tenido contactos con varios inversionistas interesados en comprar el aeropuerto actual para transformarlo en una terminal de carga, entre ellos los dos mencionados por Martínez Mora, “pero es cuestión de que nos hagan ver una realidad” en sus propuestas, pues hasta ahora no ha habido compromisos u ofertas de inversión concretas y formales ante el municipio.
El alcalde incluso mencionó que el Grupo de Aeropuertos Alternos de El Bajío (Gaabsa) mantiene su intención de participar en el proyecto. Hace algunos años este consorcio estuvo a punto de comprar el aeropuerto, aceptando pagar 45 millones de pesos (mdp) al municipio, sin embargo, no cumplió con el compromiso de hacer el primer pago, en mayo pasado.
Torres Marmolejo fue enfático: “Al primero [de los inversionistas pretendientes] que presente el depósito [inicial del pago] se le vende, con las condiciones correspondientes […] no nos vamos a cerrar a nadie”. El plan de la venta se mantiene en un primer depósito de quince mdp para este año, y otros dos pagos similares en los próximos dos años.
“Nuestro pendiente es que [la compraventa del aeropuerto] se tiene que hacer antes de octubre, pero va a depender de que haya interesados en esto. Si no, buscaremos otras soluciones”. En este sentido, comentó que en caso de que se venza el permiso de la SCT sin que se concrete la venta, una de las opciones “es que cumplamos con los requisitos de mantenimiento” para que el ayuntamiento siga ofreciendo el servicio aeroportuario, lo que “no queremos, porque no es nuestra vocación. No sabemos llevar un negocio de este tipo”, además de que representaría una inversión adicional para el municipio.
Por separado, Martínez Mora informó que la semana pasada se reunió con el secretario de Economía, Eduardo Sojo “y acordamos poner una mesa de trabajo junto con la SCT para darle seguimiento y entrar a los procesos. Primero tendrá que definirse el asunto en el cabildo de Lagos de Moreno, porque la propiedad del aeropuerto sigue siendo del ayuntamiento”.
El titular de la Seproe también confirmó que el grupo Gaabsa sigue interesado en invertir en el proyecto, pero él “le apostaría más” al consorcio de Monterrey o a Alliance, porque los capitalistas del Bajío no pagaron los quince mdp iniciales para comprar al aeródromo.
3 kilómetros de “clase mundial”
• A partir del aeropuerto de carga, Lagos de Moreno aspira a convertirse en un centro logístico de “clase mundial” que, aprovechando su ubicación geográfica, impulse el tráfico de mercancías en el Centro y Occidente del país. “Aquí encuentras cinco o seis estados de la República en un radio no mayor a 200 kilómetros, entonces es una ubicación muy interesante”, comentó Víctor Nungaray Saavedra, director de Desarrollo Económico del municipio.
El ayuntamiento no contempla que se construya un aeropuerto nuevo, sino más bien que la futura terminal de carga utilice la actual pista, que “obviamente se ampliará un kilómetro más. Hoy tiene 2,080 metros de largo por 30 o 32 metros de ancho, se ampliará a 3,000 o 3,100 metros de largo para que puedan aterrizar aeronaves de carga de buen nivel, inclusive se habla del avión Antonov [ruso, de los más grandes del mundo] que podría descender en esa pista”.
Después de coincidir en que el ayuntamiento desea vender el aeropuerto para hacer el proyecto de carga, y de que las autoridades municipales no han tenido contacto con el grupo Alliance o con los potenciales inversionistas de Monterrey, el funcionario comentó que “el problema más grave es la inversión, estás hablando de 75 a 100 millones de dólares [mdd]. Pero si el proyecto es bueno, habrá inversionistas o empresarios que les pueda interesar desarrollarlo”.
También defendió el precio al que vende el ayuntamiento al aeropuerto, de 45 millones de pesos o unos 4.5 mdd, que comparado con el total de la inversión para la terminal de carga, “realmente no es una suma desorbitada […] lo que vale más que todo, incluso que el terreno [de 33 mil metros cuadrados] o la pista, es el permiso [de la SCT], no es fácil que te lo den. Se vence a principios de octubre”, por eso el proyecto se “debe hacer rápido”.
También dijo que los aeropuertos de la región “son mixtos, ninguno está especializado en carga”, lo que supone otra ventaja para el proyecto en Lagos de Moreno, aunado a que “estamos” a poco más de 500 kilómetros de los puertos de Manzanillo y Tampico y de que la ciudad cuenta con una línea de ferrocarril.
El problema es que las autoridades municipales afirman que no han recibido una oferta concreta de los inversionistas interesados.
Este contexto, expuesto por el alcalde de Lagos de Moreno, Francisco Torres Marmolejo, contrasta con la entusiasta visión que ha mostrado el secretario de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, sobre el tema, quien anunció que este proyecto es una de las iniciativas más avanzadas en trabajo respecto con los grandes planes para el sexenio.
Además, dijo que hay dos grupos de inversionistas interesados en apostarle a la terminal de carga, un consorcio de Monterrey y, sobre todo, “el grupo Alliance, que ya envió una carta de intención al ayuntamiento y mandó una carta dirigida al gobernador manifestándole su interés de hacer el aeropuerto de carga de clase mundial”. (Público, 20 de julio de 2007)
Al respecto, Torres Marmolejo reconoció que el ayuntamiento ha tenido contactos con varios inversionistas interesados en comprar el aeropuerto actual para transformarlo en una terminal de carga, entre ellos los dos mencionados por Martínez Mora, “pero es cuestión de que nos hagan ver una realidad” en sus propuestas, pues hasta ahora no ha habido compromisos u ofertas de inversión concretas y formales ante el municipio.
El alcalde incluso mencionó que el Grupo de Aeropuertos Alternos de El Bajío (Gaabsa) mantiene su intención de participar en el proyecto. Hace algunos años este consorcio estuvo a punto de comprar el aeropuerto, aceptando pagar 45 millones de pesos (mdp) al municipio, sin embargo, no cumplió con el compromiso de hacer el primer pago, en mayo pasado.
Torres Marmolejo fue enfático: “Al primero [de los inversionistas pretendientes] que presente el depósito [inicial del pago] se le vende, con las condiciones correspondientes […] no nos vamos a cerrar a nadie”. El plan de la venta se mantiene en un primer depósito de quince mdp para este año, y otros dos pagos similares en los próximos dos años.
“Nuestro pendiente es que [la compraventa del aeropuerto] se tiene que hacer antes de octubre, pero va a depender de que haya interesados en esto. Si no, buscaremos otras soluciones”. En este sentido, comentó que en caso de que se venza el permiso de la SCT sin que se concrete la venta, una de las opciones “es que cumplamos con los requisitos de mantenimiento” para que el ayuntamiento siga ofreciendo el servicio aeroportuario, lo que “no queremos, porque no es nuestra vocación. No sabemos llevar un negocio de este tipo”, además de que representaría una inversión adicional para el municipio.
Por separado, Martínez Mora informó que la semana pasada se reunió con el secretario de Economía, Eduardo Sojo “y acordamos poner una mesa de trabajo junto con la SCT para darle seguimiento y entrar a los procesos. Primero tendrá que definirse el asunto en el cabildo de Lagos de Moreno, porque la propiedad del aeropuerto sigue siendo del ayuntamiento”.
El titular de la Seproe también confirmó que el grupo Gaabsa sigue interesado en invertir en el proyecto, pero él “le apostaría más” al consorcio de Monterrey o a Alliance, porque los capitalistas del Bajío no pagaron los quince mdp iniciales para comprar al aeródromo.
3 kilómetros de “clase mundial”
• A partir del aeropuerto de carga, Lagos de Moreno aspira a convertirse en un centro logístico de “clase mundial” que, aprovechando su ubicación geográfica, impulse el tráfico de mercancías en el Centro y Occidente del país. “Aquí encuentras cinco o seis estados de la República en un radio no mayor a 200 kilómetros, entonces es una ubicación muy interesante”, comentó Víctor Nungaray Saavedra, director de Desarrollo Económico del municipio.
El ayuntamiento no contempla que se construya un aeropuerto nuevo, sino más bien que la futura terminal de carga utilice la actual pista, que “obviamente se ampliará un kilómetro más. Hoy tiene 2,080 metros de largo por 30 o 32 metros de ancho, se ampliará a 3,000 o 3,100 metros de largo para que puedan aterrizar aeronaves de carga de buen nivel, inclusive se habla del avión Antonov [ruso, de los más grandes del mundo] que podría descender en esa pista”.
Después de coincidir en que el ayuntamiento desea vender el aeropuerto para hacer el proyecto de carga, y de que las autoridades municipales no han tenido contacto con el grupo Alliance o con los potenciales inversionistas de Monterrey, el funcionario comentó que “el problema más grave es la inversión, estás hablando de 75 a 100 millones de dólares [mdd]. Pero si el proyecto es bueno, habrá inversionistas o empresarios que les pueda interesar desarrollarlo”.
También defendió el precio al que vende el ayuntamiento al aeropuerto, de 45 millones de pesos o unos 4.5 mdd, que comparado con el total de la inversión para la terminal de carga, “realmente no es una suma desorbitada […] lo que vale más que todo, incluso que el terreno [de 33 mil metros cuadrados] o la pista, es el permiso [de la SCT], no es fácil que te lo den. Se vence a principios de octubre”, por eso el proyecto se “debe hacer rápido”.
También dijo que los aeropuertos de la región “son mixtos, ninguno está especializado en carga”, lo que supone otra ventaja para el proyecto en Lagos de Moreno, aunado a que “estamos” a poco más de 500 kilómetros de los puertos de Manzanillo y Tampico y de que la ciudad cuenta con una línea de ferrocarril.
El problema es que las autoridades municipales afirman que no han recibido una oferta concreta de los inversionistas interesados.
Este contexto, expuesto por el alcalde de Lagos de Moreno, Francisco Torres Marmolejo, contrasta con la entusiasta visión que ha mostrado el secretario de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, sobre el tema, quien anunció que este proyecto es una de las iniciativas más avanzadas en trabajo respecto con los grandes planes para el sexenio.
Además, dijo que hay dos grupos de inversionistas interesados en apostarle a la terminal de carga, un consorcio de Monterrey y, sobre todo, “el grupo Alliance, que ya envió una carta de intención al ayuntamiento y mandó una carta dirigida al gobernador manifestándole su interés de hacer el aeropuerto de carga de clase mundial”. (Público, 20 de julio de 2007)
Al respecto, Torres Marmolejo reconoció que el ayuntamiento ha tenido contactos con varios inversionistas interesados en comprar el aeropuerto actual para transformarlo en una terminal de carga, entre ellos los dos mencionados por Martínez Mora, “pero es cuestión de que nos hagan ver una realidad” en sus propuestas, pues hasta ahora no ha habido compromisos u ofertas de inversión concretas y formales ante el municipio.
El alcalde incluso mencionó que el Grupo de Aeropuertos Alternos de El Bajío (Gaabsa) mantiene su intención de participar en el proyecto. Hace algunos años este consorcio estuvo a punto de comprar el aeropuerto, aceptando pagar 45 millones de pesos (mdp) al municipio, sin embargo, no cumplió con el compromiso de hacer el primer pago, en mayo pasado.
Torres Marmolejo fue enfático: “Al primero [de los inversionistas pretendientes] que presente el depósito [inicial del pago] se le vende, con las condiciones correspondientes […] no nos vamos a cerrar a nadie”. El plan de la venta se mantiene en un primer depósito de quince mdp para este año, y otros dos pagos similares en los próximos dos años.
“Nuestro pendiente es que [la compraventa del aeropuerto] se tiene que hacer antes de octubre, pero va a depender de que haya interesados en esto. Si no, buscaremos otras soluciones”. En este sentido, comentó que en caso de que se venza el permiso de la SCT sin que se concrete la venta, una de las opciones “es que cumplamos con los requisitos de mantenimiento” para que el ayuntamiento siga ofreciendo el servicio aeroportuario, lo que “no queremos, porque no es nuestra vocación. No sabemos llevar un negocio de este tipo”, además de que representaría una inversión adicional para el municipio.
Por separado, Martínez Mora informó que la semana pasada se reunió con el secretario de Economía, Eduardo Sojo “y acordamos poner una mesa de trabajo junto con la SCT para darle seguimiento y entrar a los procesos. Primero tendrá que definirse el asunto en el cabildo de Lagos de Moreno, porque la propiedad del aeropuerto sigue siendo del ayuntamiento”.
El titular de la Seproe también confirmó que el grupo Gaabsa sigue interesado en invertir en el proyecto, pero él “le apostaría más” al consorcio de Monterrey o a Alliance, porque los capitalistas del Bajío no pagaron los quince mdp iniciales para comprar al aeródromo.
3 kilómetros de “clase mundial”
• A partir del aeropuerto de carga, Lagos de Moreno aspira a convertirse en un centro logístico de “clase mundial” que, aprovechando su ubicación geográfica, impulse el tráfico de mercancías en el Centro y Occidente del país. “Aquí encuentras cinco o seis estados de la República en un radio no mayor a 200 kilómetros, entonces es una ubicación muy interesante”, comentó Víctor Nungaray Saavedra, director de Desarrollo Económico del municipio.
El ayuntamiento no contempla que se construya un aeropuerto nuevo, sino más bien que la futura terminal de carga utilice la actual pista, que “obviamente se ampliará un kilómetro más. Hoy tiene 2,080 metros de largo por 30 o 32 metros de ancho, se ampliará a 3,000 o 3,100 metros de largo para que puedan aterrizar aeronaves de carga de buen nivel, inclusive se habla del avión Antonov [ruso, de los más grandes del mundo] que podría descender en esa pista”.
Después de coincidir en que el ayuntamiento desea vender el aeropuerto para hacer el proyecto de carga, y de que las autoridades municipales no han tenido contacto con el grupo Alliance o con los potenciales inversionistas de Monterrey, el funcionario comentó que “el problema más grave es la inversión, estás hablando de 75 a 100 millones de dólares [mdd]. Pero si el proyecto es bueno, habrá inversionistas o empresarios que les pueda interesar desarrollarlo”.
También defendió el precio al que vende el ayuntamiento al aeropuerto, de 45 millones de pesos o unos 4.5 mdd, que comparado con el total de la inversión para la terminal de carga, “realmente no es una suma desorbitada […] lo que vale más que todo, incluso que el terreno [de 33 mil metros cuadrados] o la pista, es el permiso [de la SCT], no es fácil que te lo den. Se vence a principios de octubre”, por eso el proyecto se “debe hacer rápido”.
También dijo que los aeropuertos de la región “son mixtos, ninguno está especializado en carga”, lo que supone otra ventaja para el proyecto en Lagos de Moreno, aunado a que “estamos” a poco más de 500 kilómetros de los puertos de Manzanillo y Tampico y de que la ciudad cuenta con una línea de ferrocarril.
El problema es que las autoridades municipales afirman que no han recibido una oferta concreta de los inversionistas interesados.
Este contexto, expuesto por el alcalde de Lagos de Moreno, Francisco Torres Marmolejo, contrasta con la entusiasta visión que ha mostrado el secretario de Promoción Económica, Guillermo Martínez Mora, sobre el tema, quien anunció que este proyecto es una de las iniciativas más avanzadas en trabajo respecto con los grandes planes para el sexenio.
Además, dijo que hay dos grupos de inversionistas interesados en apostarle a la terminal de carga, un consorcio de Monterrey y, sobre todo, “el grupo Alliance, que ya envió una carta de intención al ayuntamiento y mandó una carta dirigida al gobernador manifestándole su interés de hacer el aeropuerto de carga de clase mundial”. (Público, 20 de julio de 2007)
Al respecto, Torres Marmolejo reconoció que el ayuntamiento ha tenido contactos con varios inversionistas interesados en comprar el aeropuerto actual para transformarlo en una terminal de carga, entre ellos los dos mencionados por Martínez Mora, “pero es cuestión de que nos hagan ver una realidad” en sus propuestas, pues hasta ahora no ha habido compromisos u ofertas de inversión concretas y formales ante el municipio.
El alcalde incluso mencionó que el Grupo de Aeropuertos Alternos de El Bajío (Gaabsa) mantiene su intención de participar en el proyecto. Hace algunos años este consorcio estuvo a punto de comprar el aeropuerto, aceptando pagar 45 millones de pesos (mdp) al municipio, sin embargo, no cumplió con el compromiso de hacer el primer pago, en mayo pasado.
Torres Marmolejo fue enfático: “Al primero [de los inversionistas pretendientes] que presente el depósito [inicial del pago] se le vende, con las condiciones correspondientes […] no nos vamos a cerrar a nadie”. El plan de la venta se mantiene en un primer depósito de quince mdp para este año, y otros dos pagos similares en los próximos dos años.
“Nuestro pendiente es que [la compraventa del aeropuerto] se tiene que hacer antes de octubre, pero va a depender de que haya interesados en esto. Si no, buscaremos otras soluciones”. En este sentido, comentó que en caso de que se venza el permiso de la SCT sin que se concrete la venta, una de las opciones “es que cumplamos con los requisitos de mantenimiento” para que el ayuntamiento siga ofreciendo el servicio aeroportuario, lo que “no queremos, porque no es nuestra vocación. No sabemos llevar un negocio de este tipo”, además de que representaría una inversión adicional para el municipio.
Por separado, Martínez Mora informó que la semana pasada se reunió con el secretario de Economía, Eduardo Sojo “y acordamos poner una mesa de trabajo junto con la SCT para darle seguimiento y entrar a los procesos. Primero tendrá que definirse el asunto en el cabildo de Lagos de Moreno, porque la propiedad del aeropuerto sigue siendo del ayuntamiento”.
El titular de la Seproe también confirmó que el grupo Gaabsa sigue interesado en invertir en el proyecto, pero él “le apostaría más” al consorcio de Monterrey o a Alliance, porque los capitalistas del Bajío no pagaron los quince mdp iniciales para comprar al aeródromo.
3 kilómetros de “clase mundial”
• A partir del aeropuerto de carga, Lagos de Moreno aspira a convertirse en un centro logístico de “clase mundial” que, aprovechando su ubicación geográfica, impulse el tráfico de mercancías en el Centro y Occidente del país. “Aquí encuentras cinco o seis estados de la República en un radio no mayor a 200 kilómetros, entonces es una ubicación muy interesante”, comentó Víctor Nungaray Saavedra, director de Desarrollo Económico del municipio.
El ayuntamiento no contempla que se construya un aeropuerto nuevo, sino más bien que la futura terminal de carga utilice la actual pista, que “obviamente se ampliará un kilómetro más. Hoy tiene 2,080 metros de largo por 30 o 32 metros de ancho, se ampliará a 3,000 o 3,100 metros de largo para que puedan aterrizar aeronaves de carga de buen nivel, inclusive se habla del avión Antonov [ruso, de los más grandes del mundo] que podría descender en esa pista”.
Después de coincidir en que el ayuntamiento desea vender el aeropuerto para hacer el proyecto de carga, y de que las autoridades municipales no han tenido contacto con el grupo Alliance o con los potenciales inversionistas de Monterrey, el funcionario comentó que “el problema más grave es la inversión, estás hablando de 75 a 100 millones de dólares [mdd]. Pero si el proyecto es bueno, habrá inversionistas o empresarios que les pueda interesar desarrollarlo”.
También defendió el precio al que vende el ayuntamiento al aeropuerto, de 45 millones de pesos o unos 4.5 mdd, que comparado con el total de la inversión para la terminal de carga, “realmente no es una suma desorbitada […] lo que vale más que todo, incluso que el terreno [de 33 mil metros cuadrados] o la pista, es el permiso [de la SCT], no es fácil que te lo den. Se vence a principios de octubre”, por eso el proyecto se “debe hacer rápido”.
También dijo que los aeropuertos de la región “son mixtos, ninguno está especializado en carga”, lo que supone otra ventaja para el proyecto en Lagos de Moreno, aunado a que “estamos” a poco más de 500 kilómetros de los puertos de Manzanillo y Tampico y de que la ciudad cuenta con una línea de ferrocarril.