Si bien, por un lado, México es el exportador número uno de tractocamiones a nivel mundial, cuarto exportador y quinto productor de vehículos de carga, y octavo productor de autobuses, por otro lado, la flota vehicular del país está envejeciendo, ya que al cierre de 2023 se ubicó en los 19.46 años, según la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Esta situación se podría agudizar debido a la creciente entrada de vehículos usados denominados “chatarra”, pues al cierre del primer trimestre del año en curso se han internado ocho mil 210 unidades pesadas, esto representó un incremento del 166.1% vs. el mismo periodo de 2023 y un 377.6% en comparación con el de 2022.
Para revertir la tendencia es necesario actualizar el acuerdo ambiental que coordina la Secretaría de Economía (SE) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para actualizar las normas y estándares en seguridad vial y medidas ambientales que aplican a los vehículos usados importados, de acuerdo con Alejandro Osorio, director de Asuntos Públicos y Comunicación de la Asociación Nacional de Autobuses Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Si se compara la entrada de unidades de desecho durante el primer trimestre del año contra las unidades nuevas vendidas en el mismo periodo, se observa que por cada 10 unidades nuevas vendidas al país ingresan un promedio de seis vehículos “chatarra”. Esta situación no sólo impacta al medio ambiente, sino también a la economía y los negocios de los distribuidores de automotores nacionales.
Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), dijo que la base para poder tener una modernización del autotransporte en nuestro país requiere que conjuntamente se apliquen diferentes medidas, varias de ellas fincadas en políticas públicas con el apoyo de la industria automotriz y de los transportistas.
“Es por lo que el eje de la agenda de nuestro sector ante el inicio de la nueva administración corresponde a la modernización de autotransporte, solicitando un mecanismo de estímulo directo para la renovación vehicular, combinado con un reforzamiento de los instrumentos de la banca de desarrollo para establecer esquemas de garantías y de fondeo a las instituciones financieras”, detalló Rosales.
El representante de la AMDA detalló que existe una ruta que es necesario reforzar y que corresponde a la inspección técnica vehicular, puesto que, a pesar de que existe la NOM-068 a cargo de SICT, esta no se aplica de manera universal a todos los vehículos.
“Es necesario incrementar los mecanismos que incentiven a la formalidad en el transporte porque los principales afectados con la internación de vehículos con procedencia de Estados Unidos con calidad de desecho son los transportistas formales, porque hay una competencia desleal”, afirmó Rosales.