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El futuro eléctrico de la logística: retos en la adopción de flotillas MID y Heavy Duty para impulsar la sostenibilidad

El futuro eléctrico de la logística: retos en la adopción de flotillas MID y Heavy Duty para impulsar la sostenibilidad

Hace tres años, el análisis de las cadenas de producción y su logística parecía una paradoja entre la visión esperanzadora del respiro al medioambiente, los retos de operación por la dependencia a la producción asiática y su transporte a los puntos de fabricación automotriz en América.

Esta paradoja cedió al debate actual que plantea una transición energética impulsada por energías limpias, lo que ayudará a reducir los efectos negativos en la salud causados por la polución local, mejorará los servicios de transporte y electricidad e incidirá en el proceso de descarbonización de la región.

Sin embargo, a pesar de que la electromovilidad representa una oportunidad para el desarrollo de nuevas cadenas de valor en la industria digital y automotriz, poco se habla de los retos de integrar flotillas de transporte eléctrico que demandan alto rendimiento y durabilidad. De tal forma que el mid y heavy duty son categorías de mercado que aún tiene oportunidad de crecer y sumar proveedores que ofrezcan soluciones de operación.

El MID y Heavy Duty son segmentos del mercado de vehículos comerciales, especialmente camiones y autobuses, que se dividen en función de su capacidad de carga y uso. Las empresas que necesitan transportar mercancías o realizar trabajos específicos eligen entre estos segmentos por sus necesidades.

Según un informe de Mordor Intelligence™ Industry Reports, el mercado mundial de vehículos comerciales medianos y pesados (MCHV) se valoró en 300 mil millones de dólares en 2021 y se espera que crezca hasta 480 mil millones de dólares en 2027, potenciado por los avances tecnológicos y la promulgación de estrictas normas de emisiones. Además, el aumento de las actividades de logística vinculadas al comercio electrónico ha incrementado la demanda de transporte de materiales, lo que se ha traducido en un aumento de las ventas de vehículos comerciales en todo el mundo.

Hoy, las organizaciones interesadas en integrar flotillas eléctricas en sus planes de descarbonización deben considerar aspectos como autonomía: la distancia que un vehículo eléctrico puede recorrer con una sola carga; capacidad de carga: cantidad de peso que un vehículo puede transportar; mantenimiento: según GEOTAB, aunque los vehículos eléctricos requieren un mantenimiento programado, este es mínimo comparado con los de combustión interna, pues cuentan con menos piezas móviles y no es necesario sustituir aceite o líquidos de transmisión.

Aunque importantes los aspectos anteriores, buena parte del éxito de la integración de flotillas eléctrica recae en la infraestructura de carga, es decir, la red de estaciones de carga eléctrica disponibles. Prácticamente todos los fabricantes de automóviles tienen el objetivo de transitar a flotillas de vehículos eléctricos y los principales fabricantes han anunciado planes para detener la producción de vehículos de combustión interna a partir de 2030.

Para reconocer las necesidades de infraestructura de carga es preciso:

  • Planificar para garantizar la integración de los vehículos eléctricos en las flotas existentes y los procesos operativos asociados.
  • Alinear la infraestructura de carga y los requisitos con los procesos y sistemas existentes para el monitoreo, mantenimiento y reparación de vehículos.
  • Tener en cuenta factores como la infraestructura eléctrica y la capacidad/compatibilidad de la red, al mapear las rutas de los conductores para optimizar la eficiencia energética, y alinear sus procesos de programación/despacho y gestionar los cambios en el comportamiento, las prácticas y las rutas de los conductores.
  • Considerar la programación de carga de vehículos eléctricos para limitar el impacto y el costo de la red, y abordar las actualizaciones de infraestructura necesarias, tanto dentro del depósito como en las redes locales.
  • Establecer una conexión a la red es una pieza clave del rompecabezas de la electrificación, y esto requerirá tiempo y planificación por parte de las entidades públicas prestadoras de servicios públicos, los propietarios de flotas y los proveedores de soluciones.

Hoy, todos los actores de la transición energética cuentan con tecnologías disponibles que pueden colaborar en la sostenibilidad y transición a flotillas electrificadas.

Te invito a leer mi columna anterior: Electromovilidad: un futuro sin combustibles fósiles

Javier Nova actualmente es líder de segmento en Hitachi Energy.

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