Se suponía que el sistema haría sencillo el movimiento del equipaje en el nuevo aeropuerto de Denver. Nunca fue así.
Ahora se está cerrando el libro de la brillante máquina que no clasificó bien. En algún momento de las próximas semanas, la única aerolínea que alguna vez usó parte del sistema dejará de hacerlo. La gente volverá a hacerse cargo de su equipaje.
El retiro del sistema de equipaje también ilustra todo lo que ha cambiado en la economía de las aerolíneas desde que el grandioso sueño de Denver fue imaginado a principios de los 90. Aerolíneas que entonces eran prósperas hoy buscan formas de ahorrar dinero, y United lo hará descontinuando el sistema computarizado de manejo de equipaje.
La tecnología también ha traído cambios. En ese entonces, las computadoras servidor que hacían todo desde un mando central eran el modelo de la alta tecnología. Ahora, la sola idea de algo así suena como una reliquia de la era de la Guerra Fría.
Tecnología móvil
La descentralización y la tecnología computarizada móvil se hacen cargo de casi todo, lo que permite a las aerolíneas, operadores de almacenes y compañías de envíos como FedEx saber con unos cuantos clics el paradero de un objeto en movimiento, una característica que se suponía era un punto fuerte del sistema de equipaje.
Los viajeros tendrían la ventaja de que recibirían su equipaje con una mínima intervención humana. El resultado sería menos retrasos en los vuelos, menos tiempo de espera en los carruseles de equipaje, y grandes ahorros en costos laborales para las aerolíneas, como United.
Pero luego el precio aumentó enormemente, junto con las fallas. Los costos de construcción de US $186 millones se complicaron a razón de US $1 millón por día durante varios meses en 1994 cuando la apertura del aeropuerto se aplazó por fallas en el sistema de manejo de equipaje. Desde entonces se han gastado decenas de millones de dólares en reparaciones y modificaciones.