La actuación de las aduanas en México en el último lustro ha ido en caída libre. Esta afirmación se escucha con mayor frecuencia en los eventos o encuentros que organiza el sector del comercio exterior en el país, entre empresas exportadoras e importadoras, proveedoras de servicios de logística y transporte que participan en amplias cadenas de suministro globales.
En el último lustro, los integrantes de este amplio sector han sido testigos, pero sobre todo mártires, del cambio de dirección que tuvo la administración y liderazgo de las autoridades aduaneras, al pasar de manos civiles a militares, propiciando constantes cuellos de botella operativos ante una clara falta de experiencia de los mandos castrenses.
El informe 2023 del Índice de Desempeño Logístico (LPI por sus siglas en inglés) del Banco Mundial constata que, en el rubro de Aduanas -uno de los seis grandes componentes que se analizan en el indicador-, el país se colocó en la posición 84 o treinta posiciones por debajo del informe anterior (2018).
A la segunda economía en América Latina le urge una mayor eficiencia en el despacho de aduanas y la gestión fronteriza, sobre todo por la conexión comercial que se tiene con Estados Unidos -donde se destina más del 80% de las exportaciones mexicanas-, y que continúa siendo el principal factor para que compañías extranjeras evalúen instalar sus operaciones industriales como una forma de estar más cercano a los grandes polos de consumo, aunque también como una protección hacia sus cadenas de suministro ante posibles irrupciones, como las que provocaron la pandemia por covid, el conflicto armado entre Rusia y Ucrania e incluso la guerra comercial de Estados Unidos y China.
MALESTAR ADUANERO
Cyntia Mendoza, gerente de Cadena de Suministro de Koprimo, compañía comercializadora de materias primas que realiza alrededor de 140 operaciones de importación cada mes, comenta a T21 que el volumen de operaciones se disparó y el país no estuvo preparado electrónicamente para procesarlos.
“Un renglón crítico es la infraestructura en cuanto a sistemas, todos los días se cae ventanilla única, todos los días hay interrupciones para la transmisión de los documentos y las vías de importación, es un cuello de botella muy importante porque sin documentos nada se mueve”, señala.
Mendoza puntualiza que, en promedio, desde el origen en Estados Unidos a su centro de distribución en Monterrey, de no presentarse interrupciones tarda un solo un día, sin embargo, con complicaciones en aduanas se podría retrasar hasta tres días.
La Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), una oficina militarizada creada en este sexenio que viene de una escisión del Servicio de Administración Tributaria (SAT), ha informado que de enero a octubre de 2023 las 50 aduanas del país habían atendido 18 millones 012 mil 681 operaciones…
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