![](https://t21.com.mx/wp-content/uploads/2023/08/KCSMLocomotoraVerdeCruce.jpg)
Al retirarse las demandas que cada compañía ferroviaria tenía en contra de la otra, y las cuales importaban varias decenas de millones de dólares, el valor de las acciones de las empresas, fue liberado para dejar de estar frenado por los riesgos inherentes que las empresas tenían en caso de llegar a perder los litigios respectivos.
En los estados de resultados, ambas empresas tienen la obligación de registrar los riesgos contingentes producto de demandas, reclamos y diferendos, en sus estados financieros, ya que es información clave para los inversionistas.
Así, tanto el KCSM como Ferromex, en estos doce años de complicada relación, fueron sumando una serie de reclamos por el pago de servicios prestados sobre tarifas que la contraparte no aceptaba o no reconocía. En no pocos casos se pasó a las demandas, exigiendo el pago de decenas de millones de dólares.
Y aunque los juicios iban avanzando, pues cada parte defendía sus derechos y posturas frente a su contraparte, es una obligación de las empresas que cotizan en bolsa registrar su pasivo contingente en el cual se inscriben las demandas por litigios, reclamaciones u otro tipo de diferendo.
Con el acuerdo alcanzado el martes anterior que incluye el retiro de las demandas que cada uno tiene en contra de la otra compañía, esos expedientes se limpiaron a casi cero. Digo casi cero porque el tema de los adeudos por tráficos interlineales que durante mucho tiempo no se estuvieron pagando entre sí, al no llegar a un acuerdo tarifario, continuarán negociándose para alcanzar un arreglo de común acuerdo en otros cauces.
Sin embargo, el peso de las demandas más recientes se borró de un plumazo con el desestimiento de ambas firmas al retiro de las mismas. Un vistazo al valor de la acción del Kansas City Southern lo hace evidente. El día martes anterior la acción rondaba los 30 dólares. Tras el anuncio de los acuerdos, la acción subió hasta los 32.84 dólares.
Una historia algo similar fue el comportamiento de la acción de Grupo México, la controladora de Ferromex, que de estar en los 28.82 pesos el martes, pasó a los 29.40 pesos el día siguiente, cuando la noticia ya era pública en los medios de comunicación. El crecimiento quizá fue más notorio en el KCS, pero es importante recordar que este consorcio mexicano también tiene abierto el frente de la huelga de su planta de Cananea, un tema que todavía no está resuelto.
Sin embargo, los mayores impactos en el valor de las acciones de estas dos empresas por estos acuerdos positivos, se verán más adelante.
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Al retirarse las demandas que cada compañía ferroviaria tenía en contra de la otra, y las cuales importaban varias decenas de millones de dólares, el valor de las acciones de las empresas, fue liberado para dejar de estar frenado por los riesgos inherentes que las empresas tenían en caso de llegar a perder los litigios respectivos.
En los estados de resultados, ambas empresas tienen la obligación de registrar los riesgos contingentes producto de demandas, reclamos y diferendos, en sus estados financieros, ya que es información clave para los inversionistas.
Así, tanto el KCSM como Ferromex, en estos doce años de complicada relación, fueron sumando una serie de reclamos por el pago de servicios prestados sobre tarifas que la contraparte no aceptaba o no reconocía. En no pocos casos se pasó a las demandas, exigiendo el pago de decenas de millones de dólares.
Y aunque los juicios iban avanzando, pues cada parte defendía sus derechos y posturas frente a su contraparte, es una obligación de las empresas que cotizan en bolsa registrar su pasivo contingente en el cual se inscriben las demandas por litigios, reclamaciones u otro tipo de diferendo.
Con el acuerdo alcanzado el martes anterior que incluye el retiro de las demandas que cada uno tiene en contra de la otra compañía, esos expedientes se limpiaron a casi cero. Digo casi cero porque el tema de los adeudos por tráficos interlineales que durante mucho tiempo no se estuvieron pagando entre sí, al no llegar a un acuerdo tarifario, continuarán negociándose para alcanzar un arreglo de común acuerdo en otros cauces.
Sin embargo, el peso de las demandas más recientes se borró de un plumazo con el desestimiento de ambas firmas al retiro de las mismas. Un vistazo al valor de la acción del Kansas City Southern lo hace evidente. El día martes anterior la acción rondaba los 30 dólares. Tras el anuncio de los acuerdos, la acción subió hasta los 32.84 dólares.
Una historia algo similar fue el comportamiento de la acción de Grupo México, la controladora de Ferromex, que de estar en los 28.82 pesos el martes, pasó a los 29.40 pesos el día siguiente, cuando la noticia ya era pública en los medios de comunicación. El crecimiento quizá fue más notorio en el KCS, pero es importante recordar que este consorcio mexicano también tiene abierto el frente de la huelga de su planta de Cananea, un tema que todavía no está resuelto.
Sin embargo, los mayores impactos en el valor de las acciones de estas dos empresas por estos acuerdos positivos, se verán más adelante.
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Al retirarse las demandas que cada compañía ferroviaria tenía en contra de la otra, y las cuales importaban varias decenas de millones de dólares, el valor de las acciones de las empresas, fue liberado para dejar de estar frenado por los riesgos inherentes que las empresas tenían en caso de llegar a perder los litigios respectivos.
En los estados de resultados, ambas empresas tienen la obligación de registrar los riesgos contingentes producto de demandas, reclamos y diferendos, en sus estados financieros, ya que es información clave para los inversionistas.
Así, tanto el KCSM como Ferromex, en estos doce años de complicada relación, fueron sumando una serie de reclamos por el pago de servicios prestados sobre tarifas que la contraparte no aceptaba o no reconocía. En no pocos casos se pasó a las demandas, exigiendo el pago de decenas de millones de dólares.
Y aunque los juicios iban avanzando, pues cada parte defendía sus derechos y posturas frente a su contraparte, es una obligación de las empresas que cotizan en bolsa registrar su pasivo contingente en el cual se inscriben las demandas por litigios, reclamaciones u otro tipo de diferendo.
Con el acuerdo alcanzado el martes anterior que incluye el retiro de las demandas que cada uno tiene en contra de la otra compañía, esos expedientes se limpiaron a casi cero. Digo casi cero porque el tema de los adeudos por tráficos interlineales que durante mucho tiempo no se estuvieron pagando entre sí, al no llegar a un acuerdo tarifario, continuarán negociándose para alcanzar un arreglo de común acuerdo en otros cauces.
Sin embargo, el peso de las demandas más recientes se borró de un plumazo con el desestimiento de ambas firmas al retiro de las mismas. Un vistazo al valor de la acción del Kansas City Southern lo hace evidente. El día martes anterior la acción rondaba los 30 dólares. Tras el anuncio de los acuerdos, la acción subió hasta los 32.84 dólares.
Una historia algo similar fue el comportamiento de la acción de Grupo México, la controladora de Ferromex, que de estar en los 28.82 pesos el martes, pasó a los 29.40 pesos el día siguiente, cuando la noticia ya era pública en los medios de comunicación. El crecimiento quizá fue más notorio en el KCS, pero es importante recordar que este consorcio mexicano también tiene abierto el frente de la huelga de su planta de Cananea, un tema que todavía no está resuelto.
Sin embargo, los mayores impactos en el valor de las acciones de estas dos empresas por estos acuerdos positivos, se verán más adelante.
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Al retirarse las demandas que cada compañía ferroviaria tenía en contra de la otra, y las cuales importaban varias decenas de millones de dólares, el valor de las acciones de las empresas, fue liberado para dejar de estar frenado por los riesgos inherentes que las empresas tenían en caso de llegar a perder los litigios respectivos.
En los estados de resultados, ambas empresas tienen la obligación de registrar los riesgos contingentes producto de demandas, reclamos y diferendos, en sus estados financieros, ya que es información clave para los inversionistas.
Así, tanto el KCSM como Ferromex, en estos doce años de complicada relación, fueron sumando una serie de reclamos por el pago de servicios prestados sobre tarifas que la contraparte no aceptaba o no reconocía. En no pocos casos se pasó a las demandas, exigiendo el pago de decenas de millones de dólares.
Y aunque los juicios iban avanzando, pues cada parte defendía sus derechos y posturas frente a su contraparte, es una obligación de las empresas que cotizan en bolsa registrar su pasivo contingente en el cual se inscriben las demandas por litigios, reclamaciones u otro tipo de diferendo.
Con el acuerdo alcanzado el martes anterior que incluye el retiro de las demandas que cada uno tiene en contra de la otra compañía, esos expedientes se limpiaron a casi cero. Digo casi cero porque el tema de los adeudos por tráficos interlineales que durante mucho tiempo no se estuvieron pagando entre sí, al no llegar a un acuerdo tarifario, continuarán negociándose para alcanzar un arreglo de común acuerdo en otros cauces.
Sin embargo, el peso de las demandas más recientes se borró de un plumazo con el desestimiento de ambas firmas al retiro de las mismas. Un vistazo al valor de la acción del Kansas City Southern lo hace evidente. El día martes anterior la acción rondaba los 30 dólares. Tras el anuncio de los acuerdos, la acción subió hasta los 32.84 dólares.
Una historia algo similar fue el comportamiento de la acción de Grupo México, la controladora de Ferromex, que de estar en los 28.82 pesos el martes, pasó a los 29.40 pesos el día siguiente, cuando la noticia ya era pública en los medios de comunicación. El crecimiento quizá fue más notorio en el KCS, pero es importante recordar que este consorcio mexicano también tiene abierto el frente de la huelga de su planta de Cananea, un tema que todavía no está resuelto.
Sin embargo, los mayores impactos en el valor de las acciones de estas dos empresas por estos acuerdos positivos, se verán más adelante.
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Al retirarse las demandas que cada compañía ferroviaria tenía en contra de la otra, y las cuales importaban varias decenas de millones de dólares, el valor de las acciones de las empresas, fue liberado para dejar de estar frenado por los riesgos inherentes que las empresas tenían en caso de llegar a perder los litigios respectivos.
En los estados de resultados, ambas empresas tienen la obligación de registrar los riesgos contingentes producto de demandas, reclamos y diferendos, en sus estados financieros, ya que es información clave para los inversionistas.
Así, tanto el KCSM como Ferromex, en estos doce años de complicada relación, fueron sumando una serie de reclamos por el pago de servicios prestados sobre tarifas que la contraparte no aceptaba o no reconocía. En no pocos casos se pasó a las demandas, exigiendo el pago de decenas de millones de dólares.
Y aunque los juicios iban avanzando, pues cada parte defendía sus derechos y posturas frente a su contraparte, es una obligación de las empresas que cotizan en bolsa registrar su pasivo contingente en el cual se inscriben las demandas por litigios, reclamaciones u otro tipo de diferendo.
Con el acuerdo alcanzado el martes anterior que incluye el retiro de las demandas que cada uno tiene en contra de la otra compañía, esos expedientes se limpiaron a casi cero. Digo casi cero porque el tema de los adeudos por tráficos interlineales que durante mucho tiempo no se estuvieron pagando entre sí, al no llegar a un acuerdo tarifario, continuarán negociándose para alcanzar un arreglo de común acuerdo en otros cauces.
Sin embargo, el peso de las demandas más recientes se borró de un plumazo con el desestimiento de ambas firmas al retiro de las mismas. Un vistazo al valor de la acción del Kansas City Southern lo hace evidente. El día martes anterior la acción rondaba los 30 dólares. Tras el anuncio de los acuerdos, la acción subió hasta los 32.84 dólares.
Una historia algo similar fue el comportamiento de la acción de Grupo México, la controladora de Ferromex, que de estar en los 28.82 pesos el martes, pasó a los 29.40 pesos el día siguiente, cuando la noticia ya era pública en los medios de comunicación. El crecimiento quizá fue más notorio en el KCS, pero es importante recordar que este consorcio mexicano también tiene abierto el frente de la huelga de su planta de Cananea, un tema que todavía no está resuelto.
Sin embargo, los mayores impactos en el valor de las acciones de estas dos empresas por estos acuerdos positivos, se verán más adelante.
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Al retirarse las demandas que cada compañía ferroviaria tenía en contra de la otra, y las cuales importaban varias decenas de millones de dólares, el valor de las acciones de las empresas, fue liberado para dejar de estar frenado por los riesgos inherentes que las empresas tenían en caso de llegar a perder los litigios respectivos.
En los estados de resultados, ambas empresas tienen la obligación de registrar los riesgos contingentes producto de demandas, reclamos y diferendos, en sus estados financieros, ya que es información clave para los inversionistas.
Así, tanto el KCSM como Ferromex, en estos doce años de complicada relación, fueron sumando una serie de reclamos por el pago de servicios prestados sobre tarifas que la contraparte no aceptaba o no reconocía. En no pocos casos se pasó a las demandas, exigiendo el pago de decenas de millones de dólares.
Y aunque los juicios iban avanzando, pues cada parte defendía sus derechos y posturas frente a su contraparte, es una obligación de las empresas que cotizan en bolsa registrar su pasivo contingente en el cual se inscriben las demandas por litigios, reclamaciones u otro tipo de diferendo.
Con el acuerdo alcanzado el martes anterior que incluye el retiro de las demandas que cada uno tiene en contra de la otra compañía, esos expedientes se limpiaron a casi cero. Digo casi cero porque el tema de los adeudos por tráficos interlineales que durante mucho tiempo no se estuvieron pagando entre sí, al no llegar a un acuerdo tarifario, continuarán negociándose para alcanzar un arreglo de común acuerdo en otros cauces.
Sin embargo, el peso de las demandas más recientes se borró de un plumazo con el desestimiento de ambas firmas al retiro de las mismas. Un vistazo al valor de la acción del Kansas City Southern lo hace evidente. El día martes anterior la acción rondaba los 30 dólares. Tras el anuncio de los acuerdos, la acción subió hasta los 32.84 dólares.
Una historia algo similar fue el comportamiento de la acción de Grupo México, la controladora de Ferromex, que de estar en los 28.82 pesos el martes, pasó a los 29.40 pesos el día siguiente, cuando la noticia ya era pública en los medios de comunicación. El crecimiento quizá fue más notorio en el KCS, pero es importante recordar que este consorcio mexicano también tiene abierto el frente de la huelga de su planta de Cananea, un tema que todavía no está resuelto.
Sin embargo, los mayores impactos en el valor de las acciones de estas dos empresas por estos acuerdos positivos, se verán más adelante.
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Al retirarse las demandas que cada compañía ferroviaria tenía en contra de la otra, y las cuales importaban varias decenas de millones de dólares, el valor de las acciones de las empresas, fue liberado para dejar de estar frenado por los riesgos inherentes que las empresas tenían en caso de llegar a perder los litigios respectivos.
En los estados de resultados, ambas empresas tienen la obligación de registrar los riesgos contingentes producto de demandas, reclamos y diferendos, en sus estados financieros, ya que es información clave para los inversionistas.
Así, tanto el KCSM como Ferromex, en estos doce años de complicada relación, fueron sumando una serie de reclamos por el pago de servicios prestados sobre tarifas que la contraparte no aceptaba o no reconocía. En no pocos casos se pasó a las demandas, exigiendo el pago de decenas de millones de dólares.
Y aunque los juicios iban avanzando, pues cada parte defendía sus derechos y posturas frente a su contraparte, es una obligación de las empresas que cotizan en bolsa registrar su pasivo contingente en el cual se inscriben las demandas por litigios, reclamaciones u otro tipo de diferendo.
Con el acuerdo alcanzado el martes anterior que incluye el retiro de las demandas que cada uno tiene en contra de la otra compañía, esos expedientes se limpiaron a casi cero. Digo casi cero porque el tema de los adeudos por tráficos interlineales que durante mucho tiempo no se estuvieron pagando entre sí, al no llegar a un acuerdo tarifario, continuarán negociándose para alcanzar un arreglo de común acuerdo en otros cauces.
Sin embargo, el peso de las demandas más recientes se borró de un plumazo con el desestimiento de ambas firmas al retiro de las mismas. Un vistazo al valor de la acción del Kansas City Southern lo hace evidente. El día martes anterior la acción rondaba los 30 dólares. Tras el anuncio de los acuerdos, la acción subió hasta los 32.84 dólares.
Una historia algo similar fue el comportamiento de la acción de Grupo México, la controladora de Ferromex, que de estar en los 28.82 pesos el martes, pasó a los 29.40 pesos el día siguiente, cuando la noticia ya era pública en los medios de comunicación. El crecimiento quizá fue más notorio en el KCS, pero es importante recordar que este consorcio mexicano también tiene abierto el frente de la huelga de su planta de Cananea, un tema que todavía no está resuelto.
Sin embargo, los mayores impactos en el valor de las acciones de estas dos empresas por estos acuerdos positivos, se verán más adelante.
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En los estados de resultados, ambas empresas tienen la obligación de registrar los riesgos contingentes producto de demandas, reclamos y diferendos, en sus estados financieros, ya que es información clave para los inversionistas.
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Y aunque los juicios iban avanzando, pues cada parte defendía sus derechos y posturas frente a su contraparte, es una obligación de las empresas que cotizan en bolsa registrar su pasivo contingente en el cual se inscriben las demandas por litigios, reclamaciones u otro tipo de diferendo.
Con el acuerdo alcanzado el martes anterior que incluye el retiro de las demandas que cada uno tiene en contra de la otra compañía, esos expedientes se limpiaron a casi cero. Digo casi cero porque el tema de los adeudos por tráficos interlineales que durante mucho tiempo no se estuvieron pagando entre sí, al no llegar a un acuerdo tarifario, continuarán negociándose para alcanzar un arreglo de común acuerdo en otros cauces.
Sin embargo, el peso de las demandas más recientes se borró de un plumazo con el desestimiento de ambas firmas al retiro de las mismas. Un vistazo al valor de la acción del Kansas City Southern lo hace evidente. El día martes anterior la acción rondaba los 30 dólares. Tras el anuncio de los acuerdos, la acción subió hasta los 32.84 dólares.
Una historia algo similar fue el comportamiento de la acción de Grupo México, la controladora de Ferromex, que de estar en los 28.82 pesos el martes, pasó a los 29.40 pesos el día siguiente, cuando la noticia ya era pública en los medios de comunicación. El crecimiento quizá fue más notorio en el KCS, pero es importante recordar que este consorcio mexicano también tiene abierto el frente de la huelga de su planta de Cananea, un tema que todavía no está resuelto.
Sin embargo, los mayores impactos en el valor de las acciones de estas dos empresas por estos acuerdos positivos, se verán más adelante.