Lo que faltaba. Ahora el presupuesto (31 mil 52 millones de pesos) para mantenimiento de carreteras se concentrará en el sureste para reparar los tramos afectados por las obras del Tren Maya por el traslado de rieles, durmientes y balasto que se necesitó para su construcción. El presidente dio la más reciente de sus órdenes de quitarle a lo que queda de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) el presupuesto para mantenimiento carretero y pasarlo a la Secretaría de la Defensa Nacional a efecto de que los ingenieros militares se hagan cargo de ese trabajo en este año.
Guillermo Hernández, director de Conservación de Carreteras de la SICT, fue el encargado de comunicar a los Centros SCT de cada estado, que este año no habrá bajo su responsabilidad un programa de mantenimiento carretero que atender. Y la región norte, la más productiva y necesitada de mejoramiento de su infraestructura, sufrirá las consecuencias.
El presidente excusó que los militares son confiables, que no hacen transas y que el presupuesto con ellos rinde más. Por supuesto, del otro lado, en el sector privado de la construcción las caras están largas. Algunas compañías ya se habían ganado las primeras licitaciones en concurso y solo esperaban el inicio de obras. El anuncio a los socios de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción les cayó como balde de agua fría, sobre todo aquellas ya habían adquirido compromisos con maquinaria y personal, amén de haber invertido una lana en las licitaciones que nadie les está regresando. Así las cosas. Y luego se enojan cuando nos reprueban en las evaluaciones globales por el nivel de nuestro Estado de derecho y respeto de contratos.
El intermodal pegando con tubo
Este puede ser un buen año para los IMC (Intermodal Marketing Company). Si a la crisis de operadores que tiene el autotransporte le agregamos que no habrá buen mantenimiento carretero en la región norte del país, por lo que ya le contamos aquí, y que los cruces fronterizos ya están saturados, la alternativa es el transporte intermodal.
Agregue usted la reducción de un 70% de huella de carbono que este modo de transporte aporta frente al transporte carretero y una disminución del costo de entre un 10 a 20% dependiendo de la ruta. Y qué decir de los nuevos servicios ferroviarios que cuentan con tiempos bastante competitivos de 96 horas entre México y Chicago, son tiempos que ni el autotransporte puede garantizar.
Además de ello las IMC líderes vienen con metas ambiciosas para convertir más tránsitos del modo carretero al intermodal. Algunas marcas tienen objetivos de crecer hasta un 80% este año y otras están muy similares, según nos cuentan. Así que la competencia en los tránsitos entre México y Estados Unidos se verá cada vez más intensa y con un compromiso de los ferrocarriles participantes que aseguran que ahora sí va en serio la competencia para hacer al intermodal más relevante en nuestro intercambio comercial. Y cómo no, si para todas las involucradas el intermodal representa el principal mercado en el orden del 20% de sus ingresos. ¡Hay tiro!
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