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Pasar horas y horas en el tráfico vehicular se ha vuelto algo rutinario y casi normal no sólo en distintas ciudades en México sino a escala global.
Según el Global Traffic Scorecard 2022, Monterrey ocupó el onceavo lugar en tiempos de retraso a causa del tráfico, es decir, una persona perdió 116 horas atorado en su vehículo durante el año, un 66% más que en 2021 y en comparación con cifras prepandemia la ciudad experimentó un incremento del 108 por ciento.
Ciudad de México se colocó en el lugar número 22 con 74 horas, un 11% más que un año antes, por su parte, Guadalajara se ubicó en el puesto 86 con 52 horas, un retroceso de 6% contra 2021.
En promedio las tres ciudades perdieron 80 horas en el tránsito en 2022, “básicamente se están perdiendo 10 días laborales, lo que es un enorme impacto a las operaciones de las empresas de última milla, el costo del tráfico es alto. Es un golpe a la productividad”, detalló en entrevista para T21, Iván Ariza, CEO de Cargamos.
Por su parte, Saul Peralta Medina, vicepresidente ejecutivo de Parcel en 99minutos, dijo a T21 que el tráfico impacta directamente en los costos asociados a la entrega debido a que los desplazamientos de un punto a otro son mayores y provoca menos entrega de paquetes. Indicó que, si el tráfico fuera menor permitiría hacer más paradas (entregas) reduciendo los costos unitarios. Por ejemplo, durante el confinamiento la productividad de las rutas aumentó al menos 10 por ciento.
El reporte de Global Traffic Scorecard 2022 indicó que en las ciudades mencionadas se tiene un promedio de velocidad de 17 kilómetros por hora, hecho que impacta en el volumen de entregas diarias.
“En China una van de reparto de última milla entrega un promedio de 700 paquetes por día, en Estados Unidos 300 y en México el máximo son 80, la cantidad de ineficiencia en enorme, simplemente por convivir con poca velocidad y mucho tráfico, aunado a la complejidad de encontrar los domicilios en México”, detalló Ariza.
Para Alexey Bochkarev, country manager de Borzo, una de las mayores afectaciones que observa es el retraso en asignación de pedidos.
“Cuando el mensajero nota que la recolección y entrega de un servicio es en zonas complicadas por tráfico, prefiere tomar órdenes con ganancias menores, pero que en relación ingreso por hora representa un mejor rendimiento de su tiempo. Además, se incrementan los tiempos y existe un aumento del índice de falla en la entrega por llegar en horarios extendidos a los domicilios de los destinatarios e incluso que los mismos clientes no se encuentren por estar atascados en alguna vialidad o embotellamiento”, explicó también en entrevista.
Otro tema que Bochkarev detalló es el incremento en los costos logísticos, “es inevitable contemplar todo el combustible que se gasta en estado pasivo durante los embotellamientos y los tiempos extra que hay que invertir para lograr concretar una entrega en lugares que no cuentan con espacio para estacionar las unidades o en edificios donde los clientes demoran demasiado para salir a recibir el paquete”, expresó.
Para hacer frente a la situación, Cargamos está apostando a unidades más ligeras y consolidando mayores volúmenes en la última milla para enviar unidades a su máxima capacidad y con ello disminuir la congestión vial.
“Las empresas de logística y paquetería podemos hacer nuestra parte para solucionar el problema, por ejemplo, consolidar todas las entregas de una colonia o barrio en un solo centro, para posteriormente ser entregadas por repartidores en unidades más pequeñas amigables con el medio ambiente o incluso a pie.
“De esta manera se evitaría que entraran a esa ubicación dos, tres, o ene cantidad de vehículos a entregar paquetes, se reduciría el tránsito y las emisiones contaminantes. Por otro lado, esto ayudaría a eficientizar los costos de las empresas”, expuso el CEO de Cargamos.
Ante la situación, Ariza comentó que es urgente tomar medidas sobre todo a nivel gubernamental para hacer frente a una problemática que lejos de solucionarse irá incrementando y afectando no sólo a la productividad y los tiempos de traslado, sino al medio ambiente y la salud pública. “Este es un tema de conciencia social y ambiental, bajar la huella de carbono debe ser tomado como prioritario”.
Otra posible solución la detalló el vicepresidente ejecutivo de Parcel en 99minutos, “tener más y mejores herramientas tecnológicas se vuelve fundamental para optimizar las rutas, los ruteadores permiten optimizar los itinerarios considerando factores de tráfico, concentración de demanda, etc., también pueden hacer una propuesta del tipo de vehículo para poder enfrentar de mejor manera el tráfico y por último mantener una comunicación y seguimiento directo con los operadores”.
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