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PUEBLA, PUE.- Cummins cerrará este año con una inversión de 8.2 millones de dólares (mdd) en México, monto con el cual realizará modificaciones en sus líneas de producción para adaptarse a las nuevas exigencias verdes del mercado.
Tan solo en su planta de Ciudad Juárez, Chihuahua, tienen planeado instalar nuevas líneas de producción. “Ahí se hacen algunos componentes de los sistemas de post-tratamiento y, como todos sabemos, hay cambio de emisiones en algunas regiones del mundo, en México obvio en el 2025, pero Estados Unidos estamos pensando en el EPA 24, entonces eso abre oportunidades para que se pueda reasignar líneas de producción a nuestras operaciones en México”, afirmó a T21 Gaspar Aguilar, líder de Operaciones en México y América Latina en Cummins.
La ubicación del país y la calidad en sus plantas son características que hacen sentido al corporativo central para realizar estas modificaciones en México, por lo que se está desatando una inversión de 5 mdd en la reasignación de espacios con lo que se busca contar con la capacidad adicional para saber qué volumen puede producirse.
Cummins cuenta con una planta en esa ciudad fronteriza donde desarrollan sistemas de inyección de combustible para motores de 3.9 y hasta 78 litros, módulos de control electrónico, sensores NOX, así como sistemas de control de emisiones.
La compañía también posee tres plantas en San Luis Potosí, donde produce motores, filtros y generadores eléctricos. La mayor parte de toda su producción tiene como destino los Estados Unidos.
Ante estos cambios en las exigencias verdes de sus clientes, la compañía ha desarrollado su estrategia Destination Zero, con la que pretende producir componentes menos contaminantes en el corto y largo plazo, reducir su consumo de recursos naturales en sus plantas. Como muchas otras empresas, su plazo crítico es el año 2050.
En este sentido, su objetivo es introducir distintas tecnologías paulatinamente que utilicen gas natural, propano, hidrógeno, pilas de combustible y sistemas de baterías (eléctricos), para sustituir los actuales motores a diésel.
Sus propios cálculos le indican que será en un periodo de hasta 30 años en el que se pueda sustituir la flota actual de motores de combustión interna, por soluciones menos contaminantes. En este lapso, la instalación de infraestructura indispensable será el elemento clave en la incorporación y el reemplazo de la flota contaminante.
“Una de las acciones que debería haber en el país (por parte del gobierno) es la extensión de apoyos para la renovación de unidades”, indicó Jorge Machuca, director de Engine Business para Hispanoamérica en Cummins.
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