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Ante esta situación algunas empresas han buscado reducir sus gastos en refacciones o actividades de mantenimiento, “es importante que el transportista identifique que esas piezas de bajo precio pueden tener operaciones de alto costo”, comentó Jorge A. Leyva, Mexico Field Specialist de Chevron México.
En la perspectiva del entrevistado, deben analizarse todos los elementos que contempla la adquisición de los productos, lo cual va implícito en el precio y por ello el comparativo con aquellos de bajo precio se traduce en un mayor costo por los efectos de una baja calidad o falta de soporte.
Leyva ejemplificó que en el caso de lubricantes, su actividad es fundamental que los productos contribuyan en la eficiencia y operación de los vehículos. “Chevron cuenta con un programa denominadao RBL, en donde considera elementos como análisis de aceite, capacitación para la selección del producto adecuado, todo orientado a que los equipos operen por mayor tiempo”.
Con base en lo comentado por el especialista de Chevron, el lubricante aporta cerca de 3% en la estructura de costos de las empresas transportistas, una mala elección de los productos de lubricación puede tener efectos que le generen mayores gastos a las empresas.
Al respecto del programa RBL de Chevron, Leyva precisó que tiene una estructura que atiende tres pilares. La primera es conocimiento, para atender la operación del transportista, identificar sus necesidades y con ello, llegar al segundo pilar, que es la oferta de productos adecuados para cada cliente. Finalmente, los servicios, misma que se orienta a obtener la mayor vida útil de los componentes en donde interviente la lubricación.
Twitter: @DidierRT