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MÉXICO, DF., 23 de diciembre de 2010.- Debido a que la cancelación del programa de transporte transfronterizo constituye un gran desafío para las compañías mexicanas de camiones, por la imposibilidad de operar en territorio de Estados Unidos, es necesario implementar mejoras rápidas en la aplicación de la ley en este caso, según el estudio, Transportación y Logística 2030, Volumen 3: Mercados emergentes, ¿Nuevos hubs, nuevos radios, nuevos líderes industriales?, publicado por la firma consultora PricewaterhouseCoopers.
De acuerdo con el documento, los llamados hechos al gobierno estadounidense por las autoridades mexicanas para restablecer el acuerdo, hasta ahora han caído en “œoídos sordos”. También destaca que este programa, que permitía a camiones mexicanos operar libremente en las carreteras de la Unión Americana, fue presentado por el Congreso de ese país en septiembre de 2007, antes de ser retirado en marzo de 2009.
Este conflicto se ha discutido por varios años. En el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se acordó liberalizar el autotransporte en los estados fronterizos a partir de diciembre de 1995 y ampliarlo a todo su territorio en enero de 2000. Sin embargo, esto aún no ha ocurrido y ha provocado pérdidas al sector por aproximadamente 2 mil 500 millones de dólares al año, según datos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
Ante tal panorama, la Secretaría (Ministerio) de Economía optó por aplicar aranceles a 99 productos industriales y agrícolas provenientes de 43 estados de la Unión Americana, el pasado mes de agosto; sin embargo, hasta el momento no hay resultados.
Por ello, “œlas rápidas mejoras en la aplicación de la ley son necesarias y darían lugar a una doble vuelta para el país”, estableció el análisis, que también destacó la fuerte dependencia de México hacia Estados Unidos, como el principal destino de exportación, “œun sector de bajo rendimiento que tiene importantes consecuencias negativas para la balanza comercial de México y su economía”.