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MÉXICO, DF., 25 de enero, 2010.- Con el objetivo de ser más competitivos, diversos transportistas en México están sustituyendo materiales tradicionales como el aluminio o lámina que aún prevalecen la mayoría de los remolques y semirremolques en el mercado mexicano, por fibra de vidrio.
La finalidad es reducir el peso de la carrocería hasta en 35%, favoreciendo así un mejor volumen de carga y, por ende, un mayor beneficio económico al transportista, de acuerdo con Daniel Aguilar, director de Autotransporte de Merik.
Dijo que esta tendencia también se hace con vista a cumplir la eventual NOM 035 que marcaría nuevos parámetros de seguridad y peso por ejes, que la Secretaría (Ministerio) de Comunicaciones y Transportes (SCT) elaboró para modernizar y hacer más seguras las unidades que hoy circulan en el territorio nacional.
La nueva generación de remolques ya contiene estos materiales, como el denominado Armor Tuf, que es seis veces más resistente al desgaste y a los golpes, agregó el directivo de una de las principales empresas proveedoras de materia prima para remolques.
Actualmente no existen especificaciones oficiales de seguridad o características a las que tengan que sujetarse los fabricantes de estos productos, por lo que muchas veces se hacen con base en la solicitud de los clientes que pueden omitir ciertos dispositivos debido a su presupuesto.
En este sentido, se espera la publicación de la “NOM-035-SCT Remolques y Semirremolques, Especificaciones de Seguridad”, que servirá para estandarizar el transporte en México y apoyar su modernización. Se estima que su aplicación sólo impacte a lo sumo, en un 5% sobre el costo promedio.
“Se estaría generando un paso fundamental para que el nuevo parque de remolques se encuentre a la vanguardia a nivel internacional, y con ello terminar de forma paulatina con el estigma de inseguridad que por años ha tenido ese tipo de transporte en México, resaltó Aguilar.
En este sentido recordó que desde que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), uno de los argumentos por parte del vecino del Norte ha sido la falta de especificaciones en materia de dimensión, peso y seguridad del autotransporte mexicano.
Cabe destacar que las muertes in situ donde ha participado un camión en México, pasaron de 150 a 850 al año en promedio, de 2002 a 2007, de acuerdo con cifras oficiales.
Aunado al tema de seguridad, el directivo de Merik destacó que muchas de las unidades que hoy en día transportan alimentos y productos perecederos, como sucede en la Central de Abasto, no cuentan con materiales térmicos o aditamentos como rampas automáticas que ayuden a un mejor manejo de la carga, minimizando la exposición al medio ambiente y contaminantes.
En nuestro país el 80% de las mercancías se transportan por carretera, por lo que impulsar una estandarización significaría mejorar la seguridad y el manejo de productos, en beneficio de nuestra propia salud.