Luego de ocho horas de diálogo estéril la víspera, este miércoles estaba prevista otra reunión entre los líderes de la ACC, empresarios y gobierno con el auspicio de un grupo de senadores, para buscar algún acuerdo.
Sin embargo, el ministro de Transporte, Andrés Gallego, acudió al encuentro seis horas después de la hora prevista, lo que incomodó al resto de participantes.
El titular argumentó a los medios de prensa que su demora se debía a que él no está en paro y tiene que trabajar.
Los transportistas se han mantenido firmes en sus demandas y rechazan los intentos del gobierno por establecer diálogos por separado con los choferes de diferentes regiones del país.
Por su parte, el Ministerio de Transporte insiste en la ilegalidad del paro y en la aplicación de sanciones a las empresas y choferes que no se incorporen al trabajo.
Los huelguistas reclaman que las empresas de carga cumplan con las tarifas de fletes establecidas por el gobierno, pues en la actualidad reciben pagos notablemente inferiores.
Ello se debe en parte al exceso de medios de transporte, por lo cual demandan la eliminación, sin derecho a reposición, de unos 50 mil camiones, pero el gobierno solo ofrece la posibilidad de sacar de circulación cinco mil.
Además reclaman una renegociación de las deudas con los bancos, ya que la mayoría de los transportadores están atrasados en las cuotas de sus vehículos.
Después de dos semanas de inmovilización de la mayoría del transporte de carga, los efectos se sienten en el país con escasez, precios en alza, almacenes abarrotados y problemas con las exportaciones.
Así, en los llanos orientales se encuentran retenidas unas 20 mil toneladas de alimentos y cientos de cabezas de ganado destinados al abastecimiento de la capital, por la inmovilización de 15 mil camiones.
En la ciudad de Cúcuta, los productores avícolas pronostican una reducción del 50 por ciento en la producción de carne de pollo y huevos por falta de piensos.
Miles de toneladas de arroz se encuentran sin trillar en el departamento de Huila, donde los molinos están repletos del producto empacado.
En las regiones cafeteras también los almacenes están abarrotados del grano destinado a la exportación.
Asimismo se manifiesta la escasez de cemento, acero y otros materiales de construcción, así como de combustible en algunas localidades .
Desde el puerto de Buenaventura, el mayor del país, se reporta la acumulación de unos 15 mil contenedores y más de 200 mil toneladas de mercancías, a pesar de las caravanas organizadas por las autoridades para trasladar las cargas.
Esas caravanas son escoltadas por fuerzas militares y policías incluso con el empleo de helicópteros.