El directivo dijo que las unidades tienen un alto costo en comparación al convencional que llega a ser 100% más alto, algo que impide su comercialización masiva. Sin embargo, confía en que el gobierno federal o los estados, otorguen incentivos fiscales a las empresas que adquieren este tipo de unidades, con el afán de reducir las emisiones al ambiente, “en Estados Unidos, Japón o Australia, el gobierno otorga 50% del valor del camión y el resto corre a cargo de la empresa”.
Según De Uriarte, estos modelos emiten hasta 50% menos contaminantes que un camión nuevo convencional y su retorno de inversión se ve reflejado en el ahorro de combustible, que también es de alrededor del 50% menor.
El directivo dijo que las unidades tienen un alto costo en comparación al convencional que llega a ser 100% más alto, algo que impide su comercialización masiva. Sin embargo, confía en que el gobierno federal o los estados, otorguen incentivos fiscales a las empresas que adquieren este tipo de unidades, con el afán de reducir las emisiones al ambiente, “en Estados Unidos, Japón o Australia, el gobierno otorga 50% del valor del camión y el resto corre a cargo de la empresa”.
Según De Uriarte, estos modelos emiten hasta 50% menos contaminantes que un camión nuevo convencional y su retorno de inversión se ve reflejado en el ahorro de combustible, que también es de alrededor del 50% menor.
El directivo dijo que las unidades tienen un alto costo en comparación al convencional que llega a ser 100% más alto, algo que impide su comercialización masiva. Sin embargo, confía en que el gobierno federal o los estados, otorguen incentivos fiscales a las empresas que adquieren este tipo de unidades, con el afán de reducir las emisiones al ambiente, “en Estados Unidos, Japón o Australia, el gobierno otorga 50% del valor del camión y el resto corre a cargo de la empresa”.
Según De Uriarte, estos modelos emiten hasta 50% menos contaminantes que un camión nuevo convencional y su retorno de inversión se ve reflejado en el ahorro de combustible, que también es de alrededor del 50% menor.
El directivo dijo que las unidades tienen un alto costo en comparación al convencional que llega a ser 100% más alto, algo que impide su comercialización masiva. Sin embargo, confía en que el gobierno federal o los estados, otorguen incentivos fiscales a las empresas que adquieren este tipo de unidades, con el afán de reducir las emisiones al ambiente, “en Estados Unidos, Japón o Australia, el gobierno otorga 50% del valor del camión y el resto corre a cargo de la empresa”.
Según De Uriarte, estos modelos emiten hasta 50% menos contaminantes que un camión nuevo convencional y su retorno de inversión se ve reflejado en el ahorro de combustible, que también es de alrededor del 50% menor.
El directivo dijo que las unidades tienen un alto costo en comparación al convencional que llega a ser 100% más alto, algo que impide su comercialización masiva. Sin embargo, confía en que el gobierno federal o los estados, otorguen incentivos fiscales a las empresas que adquieren este tipo de unidades, con el afán de reducir las emisiones al ambiente, “en Estados Unidos, Japón o Australia, el gobierno otorga 50% del valor del camión y el resto corre a cargo de la empresa”.
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Según De Uriarte, estos modelos emiten hasta 50% menos contaminantes que un camión nuevo convencional y su retorno de inversión se ve reflejado en el ahorro de combustible, que también es de alrededor del 50% menor.