Las razones que expusieron para oponerse a la iniciativa consisten en que habría un incremento en el costo logístico de las empresas al utilizar mayor personal en horario nocturno, gastos en seguridad, incremento en el seguro, entre otros, lo que al final crearía una presión inflacionaria.
Esta iniciativa de ley fue presentada por la Comisión de Transporte y Vialidad de la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que pretende reformar diversos artículos de las leyes de Trasporte y Vialidad y de Establecimientos Mercantiles.
Con ella se busca limitar el ingreso de los camiones al Distrito Federal entre las 7 y 9 de la mañana, así como obligar a los establecimientos a crear zonas de carga, o bien, hacer la entrega y recepción de mercancías en horarios nocturnos.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señaló que el impacto por empresa sería de unos 400 mil pesos. Cifra que también reafirmó Pedro Vizcarra, de Grupo Lala.
Según Gómez, diariamente circulan en el Distrito Federal unos 40 mil vehículos de carga por cuatro millones de automóviles, lo cual, dijo, demuestra que restringir la circulación de los vehículos de carga no resolverá los problemas de congestionamiento vial de la ciudad.
“Para sustituir una unidad T3-S2 (trailer) se requieren al menos 10 vehículos de reparto para hacer la distribución de las mercancías, eso agravaría el problema”, acotó.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas comercializan 80% de los productos que se venden en el Distrito Federal, lo cual hace imposible que inviertan en infraestructura para crear zonas de carga.
José Caudillo, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que la medida podría afectar a grandes cadenas de supermercados, central de abastos, así como a los más de 200 mil micros, pequeños y medianos comerciantes de la Ciudad de México establecidos legalmente en el país, principalmente por el hecho de buscar obligarlos a crear zonas especiales de carga y descarga; o, en caso de no contar con ella, desviar estas labores en horarios nocturnos.
Ernesto López Rojas, director jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que existen irregularidades en la iniciativa presentada por la Asamblea, al pretender que la Ley de Establecimientos Mercantiles regule el servicio de autotransporte de carga.
Además, explicó, el autotransporte de carga es una actividad que de por sí está sobrerregulada, pues al interactuar con diversos sectores económicos a los que les da servicio, debe sujetarse a disposiciones que están fuera de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
“Aprobar la iniciativa significaría una medida mal tomada que impactaría en la competitividad de la Ciudad de México”, señaló.
En general, al menos una decena de organizaciones empresariales manifestaron su descontento con la ALDF por el hecho de pretender aprobar la iniciativa sin conocer el fondo de los problemas del transporte en la capital, además de no haber solicitado el consenso de los diversos afectados.
La diputada Margarita Martínez Fisher, miembro de la Comisión de Transporte, buscará postergar la aprobación de la iniciativa hasta tener un estudio de fondo que brinde una solución.
Las razones que expusieron para oponerse a la iniciativa consisten en que habría un incremento en el costo logístico de las empresas al utilizar mayor personal en horario nocturno, gastos en seguridad, incremento en el seguro, entre otros, lo que al final crearía una presión inflacionaria.
Esta iniciativa de ley fue presentada por la Comisión de Transporte y Vialidad de la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que pretende reformar diversos artículos de las leyes de Trasporte y Vialidad y de Establecimientos Mercantiles.
Con ella se busca limitar el ingreso de los camiones al Distrito Federal entre las 7 y 9 de la mañana, así como obligar a los establecimientos a crear zonas de carga, o bien, hacer la entrega y recepción de mercancías en horarios nocturnos.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señaló que el impacto por empresa sería de unos 400 mil pesos. Cifra que también reafirmó Pedro Vizcarra, de Grupo Lala.
Según Gómez, diariamente circulan en el Distrito Federal unos 40 mil vehículos de carga por cuatro millones de automóviles, lo cual, dijo, demuestra que restringir la circulación de los vehículos de carga no resolverá los problemas de congestionamiento vial de la ciudad.
“Para sustituir una unidad T3-S2 (trailer) se requieren al menos 10 vehículos de reparto para hacer la distribución de las mercancías, eso agravaría el problema”, acotó.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas comercializan 80% de los productos que se venden en el Distrito Federal, lo cual hace imposible que inviertan en infraestructura para crear zonas de carga.
José Caudillo, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que la medida podría afectar a grandes cadenas de supermercados, central de abastos, así como a los más de 200 mil micros, pequeños y medianos comerciantes de la Ciudad de México establecidos legalmente en el país, principalmente por el hecho de buscar obligarlos a crear zonas especiales de carga y descarga; o, en caso de no contar con ella, desviar estas labores en horarios nocturnos.
Ernesto López Rojas, director jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que existen irregularidades en la iniciativa presentada por la Asamblea, al pretender que la Ley de Establecimientos Mercantiles regule el servicio de autotransporte de carga.
Además, explicó, el autotransporte de carga es una actividad que de por sí está sobrerregulada, pues al interactuar con diversos sectores económicos a los que les da servicio, debe sujetarse a disposiciones que están fuera de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
“Aprobar la iniciativa significaría una medida mal tomada que impactaría en la competitividad de la Ciudad de México”, señaló.
En general, al menos una decena de organizaciones empresariales manifestaron su descontento con la ALDF por el hecho de pretender aprobar la iniciativa sin conocer el fondo de los problemas del transporte en la capital, además de no haber solicitado el consenso de los diversos afectados.
La diputada Margarita Martínez Fisher, miembro de la Comisión de Transporte, buscará postergar la aprobación de la iniciativa hasta tener un estudio de fondo que brinde una solución.
Las razones que expusieron para oponerse a la iniciativa consisten en que habría un incremento en el costo logístico de las empresas al utilizar mayor personal en horario nocturno, gastos en seguridad, incremento en el seguro, entre otros, lo que al final crearía una presión inflacionaria.
Esta iniciativa de ley fue presentada por la Comisión de Transporte y Vialidad de la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que pretende reformar diversos artículos de las leyes de Trasporte y Vialidad y de Establecimientos Mercantiles.
Con ella se busca limitar el ingreso de los camiones al Distrito Federal entre las 7 y 9 de la mañana, así como obligar a los establecimientos a crear zonas de carga, o bien, hacer la entrega y recepción de mercancías en horarios nocturnos.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señaló que el impacto por empresa sería de unos 400 mil pesos. Cifra que también reafirmó Pedro Vizcarra, de Grupo Lala.
Según Gómez, diariamente circulan en el Distrito Federal unos 40 mil vehículos de carga por cuatro millones de automóviles, lo cual, dijo, demuestra que restringir la circulación de los vehículos de carga no resolverá los problemas de congestionamiento vial de la ciudad.
“Para sustituir una unidad T3-S2 (trailer) se requieren al menos 10 vehículos de reparto para hacer la distribución de las mercancías, eso agravaría el problema”, acotó.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas comercializan 80% de los productos que se venden en el Distrito Federal, lo cual hace imposible que inviertan en infraestructura para crear zonas de carga.
José Caudillo, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que la medida podría afectar a grandes cadenas de supermercados, central de abastos, así como a los más de 200 mil micros, pequeños y medianos comerciantes de la Ciudad de México establecidos legalmente en el país, principalmente por el hecho de buscar obligarlos a crear zonas especiales de carga y descarga; o, en caso de no contar con ella, desviar estas labores en horarios nocturnos.
Ernesto López Rojas, director jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que existen irregularidades en la iniciativa presentada por la Asamblea, al pretender que la Ley de Establecimientos Mercantiles regule el servicio de autotransporte de carga.
Además, explicó, el autotransporte de carga es una actividad que de por sí está sobrerregulada, pues al interactuar con diversos sectores económicos a los que les da servicio, debe sujetarse a disposiciones que están fuera de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
“Aprobar la iniciativa significaría una medida mal tomada que impactaría en la competitividad de la Ciudad de México”, señaló.
En general, al menos una decena de organizaciones empresariales manifestaron su descontento con la ALDF por el hecho de pretender aprobar la iniciativa sin conocer el fondo de los problemas del transporte en la capital, además de no haber solicitado el consenso de los diversos afectados.
La diputada Margarita Martínez Fisher, miembro de la Comisión de Transporte, buscará postergar la aprobación de la iniciativa hasta tener un estudio de fondo que brinde una solución.
Las razones que expusieron para oponerse a la iniciativa consisten en que habría un incremento en el costo logístico de las empresas al utilizar mayor personal en horario nocturno, gastos en seguridad, incremento en el seguro, entre otros, lo que al final crearía una presión inflacionaria.
Esta iniciativa de ley fue presentada por la Comisión de Transporte y Vialidad de la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que pretende reformar diversos artículos de las leyes de Trasporte y Vialidad y de Establecimientos Mercantiles.
Con ella se busca limitar el ingreso de los camiones al Distrito Federal entre las 7 y 9 de la mañana, así como obligar a los establecimientos a crear zonas de carga, o bien, hacer la entrega y recepción de mercancías en horarios nocturnos.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señaló que el impacto por empresa sería de unos 400 mil pesos. Cifra que también reafirmó Pedro Vizcarra, de Grupo Lala.
Según Gómez, diariamente circulan en el Distrito Federal unos 40 mil vehículos de carga por cuatro millones de automóviles, lo cual, dijo, demuestra que restringir la circulación de los vehículos de carga no resolverá los problemas de congestionamiento vial de la ciudad.
“Para sustituir una unidad T3-S2 (trailer) se requieren al menos 10 vehículos de reparto para hacer la distribución de las mercancías, eso agravaría el problema”, acotó.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas comercializan 80% de los productos que se venden en el Distrito Federal, lo cual hace imposible que inviertan en infraestructura para crear zonas de carga.
José Caudillo, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que la medida podría afectar a grandes cadenas de supermercados, central de abastos, así como a los más de 200 mil micros, pequeños y medianos comerciantes de la Ciudad de México establecidos legalmente en el país, principalmente por el hecho de buscar obligarlos a crear zonas especiales de carga y descarga; o, en caso de no contar con ella, desviar estas labores en horarios nocturnos.
Ernesto López Rojas, director jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que existen irregularidades en la iniciativa presentada por la Asamblea, al pretender que la Ley de Establecimientos Mercantiles regule el servicio de autotransporte de carga.
Además, explicó, el autotransporte de carga es una actividad que de por sí está sobrerregulada, pues al interactuar con diversos sectores económicos a los que les da servicio, debe sujetarse a disposiciones que están fuera de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
“Aprobar la iniciativa significaría una medida mal tomada que impactaría en la competitividad de la Ciudad de México”, señaló.
En general, al menos una decena de organizaciones empresariales manifestaron su descontento con la ALDF por el hecho de pretender aprobar la iniciativa sin conocer el fondo de los problemas del transporte en la capital, además de no haber solicitado el consenso de los diversos afectados.
La diputada Margarita Martínez Fisher, miembro de la Comisión de Transporte, buscará postergar la aprobación de la iniciativa hasta tener un estudio de fondo que brinde una solución.
Las razones que expusieron para oponerse a la iniciativa consisten en que habría un incremento en el costo logístico de las empresas al utilizar mayor personal en horario nocturno, gastos en seguridad, incremento en el seguro, entre otros, lo que al final crearía una presión inflacionaria.
Esta iniciativa de ley fue presentada por la Comisión de Transporte y Vialidad de la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que pretende reformar diversos artículos de las leyes de Trasporte y Vialidad y de Establecimientos Mercantiles.
Con ella se busca limitar el ingreso de los camiones al Distrito Federal entre las 7 y 9 de la mañana, así como obligar a los establecimientos a crear zonas de carga, o bien, hacer la entrega y recepción de mercancías en horarios nocturnos.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señaló que el impacto por empresa sería de unos 400 mil pesos. Cifra que también reafirmó Pedro Vizcarra, de Grupo Lala.
Según Gómez, diariamente circulan en el Distrito Federal unos 40 mil vehículos de carga por cuatro millones de automóviles, lo cual, dijo, demuestra que restringir la circulación de los vehículos de carga no resolverá los problemas de congestionamiento vial de la ciudad.
“Para sustituir una unidad T3-S2 (trailer) se requieren al menos 10 vehículos de reparto para hacer la distribución de las mercancías, eso agravaría el problema”, acotó.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas comercializan 80% de los productos que se venden en el Distrito Federal, lo cual hace imposible que inviertan en infraestructura para crear zonas de carga.
José Caudillo, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que la medida podría afectar a grandes cadenas de supermercados, central de abastos, así como a los más de 200 mil micros, pequeños y medianos comerciantes de la Ciudad de México establecidos legalmente en el país, principalmente por el hecho de buscar obligarlos a crear zonas especiales de carga y descarga; o, en caso de no contar con ella, desviar estas labores en horarios nocturnos.
Ernesto López Rojas, director jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que existen irregularidades en la iniciativa presentada por la Asamblea, al pretender que la Ley de Establecimientos Mercantiles regule el servicio de autotransporte de carga.
Además, explicó, el autotransporte de carga es una actividad que de por sí está sobrerregulada, pues al interactuar con diversos sectores económicos a los que les da servicio, debe sujetarse a disposiciones que están fuera de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
“Aprobar la iniciativa significaría una medida mal tomada que impactaría en la competitividad de la Ciudad de México”, señaló.
En general, al menos una decena de organizaciones empresariales manifestaron su descontento con la ALDF por el hecho de pretender aprobar la iniciativa sin conocer el fondo de los problemas del transporte en la capital, además de no haber solicitado el consenso de los diversos afectados.
La diputada Margarita Martínez Fisher, miembro de la Comisión de Transporte, buscará postergar la aprobación de la iniciativa hasta tener un estudio de fondo que brinde una solución.
Las razones que expusieron para oponerse a la iniciativa consisten en que habría un incremento en el costo logístico de las empresas al utilizar mayor personal en horario nocturno, gastos en seguridad, incremento en el seguro, entre otros, lo que al final crearía una presión inflacionaria.
Esta iniciativa de ley fue presentada por la Comisión de Transporte y Vialidad de la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que pretende reformar diversos artículos de las leyes de Trasporte y Vialidad y de Establecimientos Mercantiles.
Con ella se busca limitar el ingreso de los camiones al Distrito Federal entre las 7 y 9 de la mañana, así como obligar a los establecimientos a crear zonas de carga, o bien, hacer la entrega y recepción de mercancías en horarios nocturnos.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señaló que el impacto por empresa sería de unos 400 mil pesos. Cifra que también reafirmó Pedro Vizcarra, de Grupo Lala.
Según Gómez, diariamente circulan en el Distrito Federal unos 40 mil vehículos de carga por cuatro millones de automóviles, lo cual, dijo, demuestra que restringir la circulación de los vehículos de carga no resolverá los problemas de congestionamiento vial de la ciudad.
“Para sustituir una unidad T3-S2 (trailer) se requieren al menos 10 vehículos de reparto para hacer la distribución de las mercancías, eso agravaría el problema”, acotó.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas comercializan 80% de los productos que se venden en el Distrito Federal, lo cual hace imposible que inviertan en infraestructura para crear zonas de carga.
José Caudillo, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que la medida podría afectar a grandes cadenas de supermercados, central de abastos, así como a los más de 200 mil micros, pequeños y medianos comerciantes de la Ciudad de México establecidos legalmente en el país, principalmente por el hecho de buscar obligarlos a crear zonas especiales de carga y descarga; o, en caso de no contar con ella, desviar estas labores en horarios nocturnos.
Ernesto López Rojas, director jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que existen irregularidades en la iniciativa presentada por la Asamblea, al pretender que la Ley de Establecimientos Mercantiles regule el servicio de autotransporte de carga.
Además, explicó, el autotransporte de carga es una actividad que de por sí está sobrerregulada, pues al interactuar con diversos sectores económicos a los que les da servicio, debe sujetarse a disposiciones que están fuera de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
“Aprobar la iniciativa significaría una medida mal tomada que impactaría en la competitividad de la Ciudad de México”, señaló.
En general, al menos una decena de organizaciones empresariales manifestaron su descontento con la ALDF por el hecho de pretender aprobar la iniciativa sin conocer el fondo de los problemas del transporte en la capital, además de no haber solicitado el consenso de los diversos afectados.
La diputada Margarita Martínez Fisher, miembro de la Comisión de Transporte, buscará postergar la aprobación de la iniciativa hasta tener un estudio de fondo que brinde una solución.
Las razones que expusieron para oponerse a la iniciativa consisten en que habría un incremento en el costo logístico de las empresas al utilizar mayor personal en horario nocturno, gastos en seguridad, incremento en el seguro, entre otros, lo que al final crearía una presión inflacionaria.
Esta iniciativa de ley fue presentada por la Comisión de Transporte y Vialidad de la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que pretende reformar diversos artículos de las leyes de Trasporte y Vialidad y de Establecimientos Mercantiles.
Con ella se busca limitar el ingreso de los camiones al Distrito Federal entre las 7 y 9 de la mañana, así como obligar a los establecimientos a crear zonas de carga, o bien, hacer la entrega y recepción de mercancías en horarios nocturnos.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señaló que el impacto por empresa sería de unos 400 mil pesos. Cifra que también reafirmó Pedro Vizcarra, de Grupo Lala.
Según Gómez, diariamente circulan en el Distrito Federal unos 40 mil vehículos de carga por cuatro millones de automóviles, lo cual, dijo, demuestra que restringir la circulación de los vehículos de carga no resolverá los problemas de congestionamiento vial de la ciudad.
“Para sustituir una unidad T3-S2 (trailer) se requieren al menos 10 vehículos de reparto para hacer la distribución de las mercancías, eso agravaría el problema”, acotó.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas comercializan 80% de los productos que se venden en el Distrito Federal, lo cual hace imposible que inviertan en infraestructura para crear zonas de carga.
José Caudillo, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que la medida podría afectar a grandes cadenas de supermercados, central de abastos, así como a los más de 200 mil micros, pequeños y medianos comerciantes de la Ciudad de México establecidos legalmente en el país, principalmente por el hecho de buscar obligarlos a crear zonas especiales de carga y descarga; o, en caso de no contar con ella, desviar estas labores en horarios nocturnos.
Ernesto López Rojas, director jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que existen irregularidades en la iniciativa presentada por la Asamblea, al pretender que la Ley de Establecimientos Mercantiles regule el servicio de autotransporte de carga.
Además, explicó, el autotransporte de carga es una actividad que de por sí está sobrerregulada, pues al interactuar con diversos sectores económicos a los que les da servicio, debe sujetarse a disposiciones que están fuera de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
“Aprobar la iniciativa significaría una medida mal tomada que impactaría en la competitividad de la Ciudad de México”, señaló.
En general, al menos una decena de organizaciones empresariales manifestaron su descontento con la ALDF por el hecho de pretender aprobar la iniciativa sin conocer el fondo de los problemas del transporte en la capital, además de no haber solicitado el consenso de los diversos afectados.
La diputada Margarita Martínez Fisher, miembro de la Comisión de Transporte, buscará postergar la aprobación de la iniciativa hasta tener un estudio de fondo que brinde una solución.
Las razones que expusieron para oponerse a la iniciativa consisten en que habría un incremento en el costo logístico de las empresas al utilizar mayor personal en horario nocturno, gastos en seguridad, incremento en el seguro, entre otros, lo que al final crearía una presión inflacionaria.
Esta iniciativa de ley fue presentada por la Comisión de Transporte y Vialidad de la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que pretende reformar diversos artículos de las leyes de Trasporte y Vialidad y de Establecimientos Mercantiles.
Con ella se busca limitar el ingreso de los camiones al Distrito Federal entre las 7 y 9 de la mañana, así como obligar a los establecimientos a crear zonas de carga, o bien, hacer la entrega y recepción de mercancías en horarios nocturnos.
Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), señaló que el impacto por empresa sería de unos 400 mil pesos. Cifra que también reafirmó Pedro Vizcarra, de Grupo Lala.
Según Gómez, diariamente circulan en el Distrito Federal unos 40 mil vehículos de carga por cuatro millones de automóviles, lo cual, dijo, demuestra que restringir la circulación de los vehículos de carga no resolverá los problemas de congestionamiento vial de la ciudad.
“Para sustituir una unidad T3-S2 (trailer) se requieren al menos 10 vehículos de reparto para hacer la distribución de las mercancías, eso agravaría el problema”, acotó.
Además, dijo que las pequeñas y medianas empresas comercializan 80% de los productos que se venden en el Distrito Federal, lo cual hace imposible que inviertan en infraestructura para crear zonas de carga.
José Caudillo, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), señaló que la medida podría afectar a grandes cadenas de supermercados, central de abastos, así como a los más de 200 mil micros, pequeños y medianos comerciantes de la Ciudad de México establecidos legalmente en el país, principalmente por el hecho de buscar obligarlos a crear zonas especiales de carga y descarga; o, en caso de no contar con ella, desviar estas labores en horarios nocturnos.
Ernesto López Rojas, director jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), señaló que existen irregularidades en la iniciativa presentada por la Asamblea, al pretender que la Ley de Establecimientos Mercantiles regule el servicio de autotransporte de carga.
Además, explicó, el autotransporte de carga es una actividad que de por sí está sobrerregulada, pues al interactuar con diversos sectores económicos a los que les da servicio, debe sujetarse a disposiciones que están fuera de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
“Aprobar la iniciativa significaría una medida mal tomada que impactaría en la competitividad de la Ciudad de México”, señaló.
En general, al menos una decena de organizaciones empresariales manifestaron su descontento con la ALDF por el hecho de pretender aprobar la iniciativa sin conocer el fondo de los problemas del transporte en la capital, además de no haber solicitado el consenso de los diversos afectados.
La diputada Margarita Martínez Fisher, miembro de la Comisión de Transporte, buscará postergar la aprobación de la iniciativa hasta tener un estudio de fondo que brinde una solución.