Alfonso Rivas, presidente de la Unión Nacional del Transporte, advirtió que de no tomar las medidas conducentes a tiempo, este es el riesgo que corre México si las autoridades no aprenden del “desastre peruano” y limitan en 2009 la importación de camiones en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
“Ustedes están a tiempo, aprendan de nuestra experiencia”, comentó.
En 15 años de apertura a la importación de vehículos usados, la flota vehicular de este país pasó de 19 a 27 años promedio de antigüedad, se depredaron las tarifas en un 50%, se incrementó la contaminación del medio ambiente, el número de muertes por cada diez mil vehículos subió a 30 para sumar 4 mil 200 al año, y la informalidad se extendió.
Firmas como Ford, Chrysler, Volvo, Toyota, Nissan y Volkswagen, desmantelaron sus plantas, su red de distribución, cancelaron múltiples fuentes de trabajo formales, y no ven en el mediano y largo plazo posibilidades para reabrir.
Es la crónica de un fracaso anunciado, del cual los pocos formales que han sobrevivido a esta crisis no ven claro una salida total a pesar de contar con la voluntad del actual gobierno del presidente Alan García, debido a la corrupción imperante en el Poder Judicial que mediante amparos protege a las mafias importadoras de usados de Estados Unidos, Asia y Europa, dijo Rivas.
Lograr salir de esta situación se ha vuelto muy difícil y ha requerido de la realización de tres paros nacionales del 2001 a la fecha, y sólo así el gobierno se ha decidido a actuar emitiendo decretos emergentes que han limitado del 2005 para acá la importación de unidades usadas a una antigüedad no mayor a dos años y del pago de un impuesto de importación equivalente al 30% de su valor.
Sólo así en los dos últimos años se ha podido revertir la importación de chatarra rodante, aunque vía amparos y recursos legaloides se sigue haciendo aunque a menor escala.
En México, la importación de camiones usados desde los Estados Unidos quedará libre a partir del 2009 y no existe una norma mexicana que restringa que el país se convierta en el basurero de los camiones del vecino del Norte.