MÉXICO, DF, 20 de septiembre, 2007.- México financiará tres nuevas carreteras en Nicaragua. La dirección de Asuntos Hacendarios con América Latina de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señala que se trata de la vía Chinandega-Guasaule, por un monto de 35.8 millones de dólares; la de San Ramón, Muy Muy, 15.8 millones de dólares y la de Matagalpa-Jinotega, por 10.9 millones de dólares.
La primera vialidad incluye una inversión original de 11.1 millones de dólares, que México financió en 2002 a la constructora Tradeco, para construir la totalidad de la obra, que forma parte del Plan Puebla Panamá porque unirá Nicaragua con Honduras.
Y aunque se estima que las tres licitaciones carreteras en Nicaragua se otorguen en noviembre próximo y las obras concluyan a más tardar en un año y medio, diversos actores de ambos países manifiestan su inconformidad.
Para el economista Mario Di Costanzo Armenta, los proyectos que anunció en junio pasado el presidente Felipe Calderón en Centroamérica: "Es como si fuera farol de la calle y oscuridad de su casa".
"También se hizo un anuncio de que se iban a reconcesionar las carreteras que fueron rescatadas hace diez años. Cada mexicano tiene una deuda, en este momento y por el rescate carretero, de mil 500 pesos. La deuda del rescate total es de 165 mil millones de pesos", dice Mario Di Costanzo.
Esto, advirtió, sin considerar que la mayoría de las carreteras son rentables y que los ingresos que de éstas se deriven no llegarán a las arcas de la nación.
A principios de agosto, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) licitó el primer paquete que integran las autopistas Guadalajara-Zapotlanejo; Maravatío-Zapotlanejo; León-Lagos de Moreno-Aguascalientes y Zapotlanejo-Lagos de Moreno, al consorcio formado por ICA y Goldman Sachs Infrastructure Partners, por una contraprestación de 44 mil 51 millones de pesos y la construcción de cuatro obras más. Además, ya se analizan el segundo y tercer paquetes que se licitarán este año.
Sergio Ruiz Olmedo, director del Centro de Transporte y Logística Consultores, destaca que antes de financiar carreteras en el extranjero, "tendríamos que empezar por nuestra casa".
Sin embargo, Sergio Ruiz y Fausto Hernández Trillo, profesores-investigadores de la Facultad de Economía del CIDE, coinciden en que al gobierno federal le conviene utilizar el discurso político.
"Creo que quedó muy dañada la relación con América Latina con el presidente Vicente Fox y creo que sí hay una estrategia de volver a tomar un cierto liderazgo, sino en América Latina cuando menos en Centroamérica, aunque la participación sea simbólica", comentó Fausto Trillo.
Expediente Tradeco
Pero las constructoras, asociaciones y cámaras nicaragüenses son las más preocupadas, pues temen que por segunda ocasión México favorezca a sus empresas y deje sin oportunidad de participar al capital económico y humano de ese país.
Ello, porque el financiamiento a Nicaragua deriva de un fondo, de la venta de petróleo a la región, que administra el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), al que México condiciona que los proyectos se adjudiquen a empresas mexicanas o méxico-centroamericanas.
Un documento de esa institución bancaria, aclara: "Las licitaciones de las tres carreteras se llevarán a cabo mediante licitación pública internacional abierta únicamente a empresas mexicanas que califiquen".
Así se manejó el caso de la constructora mexicana Tradeco, a la que se le otorgó de forma directa la rehabilitación y mejoramiento de la vía Chinandega-Guasaule, la cual dejó inconclusa, aunque se le pagaron 8.9 millones de dólares más, por lo que se le implicó en actos de corrupción.
El año pasado, el Ministerio de Transporte de Infraestructura de Nicaragua, hizo notorio en un documento que el proceso de selección de Tradeco fue irregular, porque no se realizó un proceso de licitación abierto y público en México y Centroamérica y se optó por una lista corta, amparada en una recomendación mexicana, que fue aprobada por el BCIE. Incluso, trascendió que tampoco se les permitió participar a otras empresas mexicanas.
Esto, aunque la oficina de prensa del BCIE —que dirige David Topete, con sede en Honduras— informó a Excélsior que sí existe la posibilidad de que participen empresas nicaragüenses, siempre y cuando sea en consorcio con firmas mexicanas en las proporciones mínimas establecidas por el Acuerdo México-BCIE.
Carlos Pérez Fajardo, presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos (ANIA) de Nicaragua comentó que el hecho fue comentado en la prensa local.
"Salió en los diarios con mucho énfasis lo relacionado a corrupción, sobrefacturamiento, etcétera, que se hicieron en ese proyecto y dijeron que con Tradeco acá en Nicaragua no querían ni siquiera mencionarlo", señaló Carlos Pérez.
"Hubo algún funcionario de gobierno involucrado y Tradeco misma en todo esto, porque incluso al ministro de aquel momento Pedro Solórzano parece que se le ha mencionado de que manejó la cosa de tal manera que fuera para empresas mexicanas", continuó.
El también secretario del Consejo Nacional de la Construcción destacó que Tradeco construyó 32 kilómetros de la carretera, pero abandonó la obra, porque se detuvieron los pagos por falta de recursos. Por ello, la Asamblea Nacional de Nicaragua, mediante un decreto, le quitó el proyecto a Tradeco para darle continuidad a través de otras empresas, que sólo han dado mantenimiento preventivo.
"Si se vuelve a utilizar el esquema de la carretera Chinandega-Guasaule en las próximas tres licitaciones será muy criticado y habrá una reacción negativa por parte del sector privado, por lo que la Ania y el Consejo Nacional de la Construcción verificaremos que haya transparencia y equidad en el proceso para evitar que ocurra lo mismo", abundó Carlos Pérez.
Bruno Vidaurre, gerente de la Cámara Nicaragüense de la Construcción, indicó que aunque los proyectos que se financian con el BCIE se apegan normalmente al proceso de licitación pública de las leyes de su país, México sí puede condicionar que se otorguen a empresas mexicanas o de ambas naciones.
"En otros proyectos se ha restringido a una lista corta de oferentes, todas empresas mexicanas, pero la intención en estos casos es que se permita una mayor participación de empresas de Nicaragua, para que se fomente el crecimiento y desarrollo de nuestra industria", advirtió Bruno Vidaurre.
Tradeco reclama derechos
No obstante, Tradeco aún negocia con el gobierno de Nicaragua algunos pagos de la obra que dejó inconclusa, pues el Banco Centroamericano de Integración Económica destaca que al no alcanzar el monto financiado, es responsabilidad de ese gobierno garantizar el faltante como fondos de contrapartida.
Fernando Martínez, ministro de Transporte e Infraestructura de Nicaragua, comentó: "El gobierno esta llevando un proceso de negociación para culminar el contrato que se tenía con ellos (…) Tradeco alega que no existieron los fondos para concluir la obra y que tiene costos administrativos inconclusos". El funcionario no reveló el monto que reclama Tradeco.
Señaló que ahora el ministerio buscará que la licitación sea transparente, así como esperar a que las constructoras mexicanas tengan interés en consorciarse con empresas nicaragüenses o centroamericanas, tal y como ha sucedido con la constructora ICA en otras concesiones.
"La transparencia la vamos a dar en el sentido de que sea licitación pública y no a través de lista corta. En la administración de los fondos vamos a cerciorarnos antes de que las cosas se hagan en el costo, con la calidad y en el tiempo", puntualizó Fernando Martínez.
Carlos Pérez Fajardo, presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de Nicaragua, agregó que las tres carreteras que se licitarán ya estaban contempladas en el plan de financiamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica, por lo que es probable que se hayan detenido por los efectos del caso Tradeco.
"Como estrategia en el caso del tramo de Chinandega-Guasaule se ha estado solicitando que se incorpore en el plan de la Cuenta del
Milenio de Nicaragua, sino se da el financiamiento con México. De lo contrario, la supervisión de los proyectos o de las obras deberá ser por empresas supervisoras nacionales", indicó Carlos Pérez.
En el caso de México, se desconoce cómo se garantizará un proceso claro y cuáles serán los beneficios para las constructoras nacionales y para nuestro país, ya que Jesús Camarasa García, director de Asuntos Hacendarios con América Latina de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se negó a conceder una entrevista para hablar del tema.
El Ministerio de Transporte e Infraestructura de Nicaragua estima que las obras de la carretera Chinandega-Guasaule podrían concluirse en un plazo de ocho meses y las de la Matagalpa-Jinotega y San Ramón, Muy Muy, en un año y medio, una vez que se gane la licitación.
Mientras los proyectos carreteros avanzan en Nicaragua, en México se asegura que la Reforma Fiscal fue indispensable para concretar el 35 del 100 por ciento de los proyectos que se tienen para infraestructura por un monto de inversión de 749 millones de pesos durante este sexenio.