Para la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), antes de dar el banderazo de salida hay aún varios puntos importantes que afinar para esclarecer interrogantes que persisten.
De acuerdo con Tirso Martínez Anheben, presidente nacional de la Canacar, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha informado en detalle a los autotransportistas todos los puntos de las negociaciones entabladas con el gobierno de Estados Unidos. Canacar, dijo, aún no tiene completo el documento.
Por ello, y pese a que ya las autoridades del transporte de México y Estados Unidos llegaron a un nuevo acuerdo –que permitiría el ingreso a la par de los camiones de carga de ambos países a partir del 15 de julio–, la Canacar se pronunció por establecer una mesa de negociación y que se fijen compromisos.
"Creemos que es indispensable que la SCT realice sus negociaciones en conjunto con la Canacar; en conjunto con los camioneros, pero punto por punto, para que no haya sorpresas o malos entendidos. De hecho, esto facilitaría las pláticas y negociaciones", precisó en entrevista.
Añadió que un punto preocupante es el referente al cabotaje, cómo y quién lo controlará. Se sabe que se pretende controlarlo vía satélite, pero se desconoce si eso será suficiente, indicó. Éste es un punto, comentó, en donde los gobiernos de ambos países "no se ponen de acuerdo y esto se traduce en problemas operativos". También manifestó su desconfianza respecto a cómo reaccionará el gobierno de Estados Unidos frente a la prueba piloto y si cumplirá con lo acordado. Lo anterior, matizó, porque la Unión Americana no cumplió en 12 años negociaciones anteriores al respecto.
En cuanto a la incorporación de más "vías o carriles fast", para el traslado de las mercancías de las empresas transportistas, Martínez comentó que no se ha "aterrizado el punto", y que ese proceso podría tomar de uno a tres años para concretarse.
El directivo agregó que la Canacar no tiene inconveniente en que la frontera se abra al mismo tiempo para ambos países –uno de los puntos que cambió con el nuevo programa–, siempre y cuando las reglas sean parejas.
Un punto favorable del nuevo programa, reconoció, es que se estableció que las primeras cien empresas que participarán de inicio deben ser 100 por ciento de capital mexicano.
ANTP
Por su parte, Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), reiteró que esta institución siempre se ha manifestado en favor de la apertura, porque es conveniente para el país y para el comercio, "siempre y cuando la cancha sea pareja para todos los participantes".
"Es un programa piloto que ayuda al transporte privado y al servicio federal de transporte de carga. De momento la ANTP no ve ningún inconveniente, ya que el mismo programa piloto mostrará si hay problemas o no, y si los hay pues que se corrijan", manifestó.
Para la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), antes de dar el banderazo de salida hay aún varios puntos importantes que afinar para esclarecer interrogantes que persisten.
De acuerdo con Tirso Martínez Anheben, presidente nacional de la Canacar, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha informado en detalle a los autotransportistas todos los puntos de las negociaciones entabladas con el gobierno de Estados Unidos. Canacar, dijo, aún no tiene completo el documento.
Por ello, y pese a que ya las autoridades del transporte de México y Estados Unidos llegaron a un nuevo acuerdo –que permitiría el ingreso a la par de los camiones de carga de ambos países a partir del 15 de julio–, la Canacar se pronunció por establecer una mesa de negociación y que se fijen compromisos.
"Creemos que es indispensable que la SCT realice sus negociaciones en conjunto con la Canacar; en conjunto con los camioneros, pero punto por punto, para que no haya sorpresas o malos entendidos. De hecho, esto facilitaría las pláticas y negociaciones", precisó en entrevista.
Añadió que un punto preocupante es el referente al cabotaje, cómo y quién lo controlará. Se sabe que se pretende controlarlo vía satélite, pero se desconoce si eso será suficiente, indicó. Éste es un punto, comentó, en donde los gobiernos de ambos países "no se ponen de acuerdo y esto se traduce en problemas operativos". También manifestó su desconfianza respecto a cómo reaccionará el gobierno de Estados Unidos frente a la prueba piloto y si cumplirá con lo acordado. Lo anterior, matizó, porque la Unión Americana no cumplió en 12 años negociaciones anteriores al respecto.
En cuanto a la incorporación de más "vías o carriles fast", para el traslado de las mercancías de las empresas transportistas, Martínez comentó que no se ha "aterrizado el punto", y que ese proceso podría tomar de uno a tres años para concretarse.
El directivo agregó que la Canacar no tiene inconveniente en que la frontera se abra al mismo tiempo para ambos países –uno de los puntos que cambió con el nuevo programa–, siempre y cuando las reglas sean parejas.
Un punto favorable del nuevo programa, reconoció, es que se estableció que las primeras cien empresas que participarán de inicio deben ser 100 por ciento de capital mexicano.
ANTP
Por su parte, Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), reiteró que esta institución siempre se ha manifestado en favor de la apertura, porque es conveniente para el país y para el comercio, "siempre y cuando la cancha sea pareja para todos los participantes".
"Es un programa piloto que ayuda al transporte privado y al servicio federal de transporte de carga. De momento la ANTP no ve ningún inconveniente, ya que el mismo programa piloto mostrará si hay problemas o no, y si los hay pues que se corrijan", manifestó.
Para la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), antes de dar el banderazo de salida hay aún varios puntos importantes que afinar para esclarecer interrogantes que persisten.
De acuerdo con Tirso Martínez Anheben, presidente nacional de la Canacar, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha informado en detalle a los autotransportistas todos los puntos de las negociaciones entabladas con el gobierno de Estados Unidos. Canacar, dijo, aún no tiene completo el documento.
Por ello, y pese a que ya las autoridades del transporte de México y Estados Unidos llegaron a un nuevo acuerdo –que permitiría el ingreso a la par de los camiones de carga de ambos países a partir del 15 de julio–, la Canacar se pronunció por establecer una mesa de negociación y que se fijen compromisos.
"Creemos que es indispensable que la SCT realice sus negociaciones en conjunto con la Canacar; en conjunto con los camioneros, pero punto por punto, para que no haya sorpresas o malos entendidos. De hecho, esto facilitaría las pláticas y negociaciones", precisó en entrevista.
Añadió que un punto preocupante es el referente al cabotaje, cómo y quién lo controlará. Se sabe que se pretende controlarlo vía satélite, pero se desconoce si eso será suficiente, indicó. Éste es un punto, comentó, en donde los gobiernos de ambos países "no se ponen de acuerdo y esto se traduce en problemas operativos". También manifestó su desconfianza respecto a cómo reaccionará el gobierno de Estados Unidos frente a la prueba piloto y si cumplirá con lo acordado. Lo anterior, matizó, porque la Unión Americana no cumplió en 12 años negociaciones anteriores al respecto.
En cuanto a la incorporación de más "vías o carriles fast", para el traslado de las mercancías de las empresas transportistas, Martínez comentó que no se ha "aterrizado el punto", y que ese proceso podría tomar de uno a tres años para concretarse.
El directivo agregó que la Canacar no tiene inconveniente en que la frontera se abra al mismo tiempo para ambos países –uno de los puntos que cambió con el nuevo programa–, siempre y cuando las reglas sean parejas.
Un punto favorable del nuevo programa, reconoció, es que se estableció que las primeras cien empresas que participarán de inicio deben ser 100 por ciento de capital mexicano.
ANTP
Por su parte, Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), reiteró que esta institución siempre se ha manifestado en favor de la apertura, porque es conveniente para el país y para el comercio, "siempre y cuando la cancha sea pareja para todos los participantes".
"Es un programa piloto que ayuda al transporte privado y al servicio federal de transporte de carga. De momento la ANTP no ve ningún inconveniente, ya que el mismo programa piloto mostrará si hay problemas o no, y si los hay pues que se corrijan", manifestó.
Para la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), antes de dar el banderazo de salida hay aún varios puntos importantes que afinar para esclarecer interrogantes que persisten.
De acuerdo con Tirso Martínez Anheben, presidente nacional de la Canacar, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha informado en detalle a los autotransportistas todos los puntos de las negociaciones entabladas con el gobierno de Estados Unidos. Canacar, dijo, aún no tiene completo el documento.
Por ello, y pese a que ya las autoridades del transporte de México y Estados Unidos llegaron a un nuevo acuerdo –que permitiría el ingreso a la par de los camiones de carga de ambos países a partir del 15 de julio–, la Canacar se pronunció por establecer una mesa de negociación y que se fijen compromisos.
"Creemos que es indispensable que la SCT realice sus negociaciones en conjunto con la Canacar; en conjunto con los camioneros, pero punto por punto, para que no haya sorpresas o malos entendidos. De hecho, esto facilitaría las pláticas y negociaciones", precisó en entrevista.
Añadió que un punto preocupante es el referente al cabotaje, cómo y quién lo controlará. Se sabe que se pretende controlarlo vía satélite, pero se desconoce si eso será suficiente, indicó. Éste es un punto, comentó, en donde los gobiernos de ambos países "no se ponen de acuerdo y esto se traduce en problemas operativos". También manifestó su desconfianza respecto a cómo reaccionará el gobierno de Estados Unidos frente a la prueba piloto y si cumplirá con lo acordado. Lo anterior, matizó, porque la Unión Americana no cumplió en 12 años negociaciones anteriores al respecto.
En cuanto a la incorporación de más "vías o carriles fast", para el traslado de las mercancías de las empresas transportistas, Martínez comentó que no se ha "aterrizado el punto", y que ese proceso podría tomar de uno a tres años para concretarse.
El directivo agregó que la Canacar no tiene inconveniente en que la frontera se abra al mismo tiempo para ambos países –uno de los puntos que cambió con el nuevo programa–, siempre y cuando las reglas sean parejas.
Un punto favorable del nuevo programa, reconoció, es que se estableció que las primeras cien empresas que participarán de inicio deben ser 100 por ciento de capital mexicano.
ANTP
Por su parte, Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), reiteró que esta institución siempre se ha manifestado en favor de la apertura, porque es conveniente para el país y para el comercio, "siempre y cuando la cancha sea pareja para todos los participantes".
"Es un programa piloto que ayuda al transporte privado y al servicio federal de transporte de carga. De momento la ANTP no ve ningún inconveniente, ya que el mismo programa piloto mostrará si hay problemas o no, y si los hay pues que se corrijan", manifestó.
Para la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), antes de dar el banderazo de salida hay aún varios puntos importantes que afinar para esclarecer interrogantes que persisten.
De acuerdo con Tirso Martínez Anheben, presidente nacional de la Canacar, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha informado en detalle a los autotransportistas todos los puntos de las negociaciones entabladas con el gobierno de Estados Unidos. Canacar, dijo, aún no tiene completo el documento.
Por ello, y pese a que ya las autoridades del transporte de México y Estados Unidos llegaron a un nuevo acuerdo –que permitiría el ingreso a la par de los camiones de carga de ambos países a partir del 15 de julio–, la Canacar se pronunció por establecer una mesa de negociación y que se fijen compromisos.
"Creemos que es indispensable que la SCT realice sus negociaciones en conjunto con la Canacar; en conjunto con los camioneros, pero punto por punto, para que no haya sorpresas o malos entendidos. De hecho, esto facilitaría las pláticas y negociaciones", precisó en entrevista.
Añadió que un punto preocupante es el referente al cabotaje, cómo y quién lo controlará. Se sabe que se pretende controlarlo vía satélite, pero se desconoce si eso será suficiente, indicó. Éste es un punto, comentó, en donde los gobiernos de ambos países "no se ponen de acuerdo y esto se traduce en problemas operativos". También manifestó su desconfianza respecto a cómo reaccionará el gobierno de Estados Unidos frente a la prueba piloto y si cumplirá con lo acordado. Lo anterior, matizó, porque la Unión Americana no cumplió en 12 años negociaciones anteriores al respecto.
En cuanto a la incorporación de más "vías o carriles fast", para el traslado de las mercancías de las empresas transportistas, Martínez comentó que no se ha "aterrizado el punto", y que ese proceso podría tomar de uno a tres años para concretarse.
El directivo agregó que la Canacar no tiene inconveniente en que la frontera se abra al mismo tiempo para ambos países –uno de los puntos que cambió con el nuevo programa–, siempre y cuando las reglas sean parejas.
Un punto favorable del nuevo programa, reconoció, es que se estableció que las primeras cien empresas que participarán de inicio deben ser 100 por ciento de capital mexicano.
ANTP
Por su parte, Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), reiteró que esta institución siempre se ha manifestado en favor de la apertura, porque es conveniente para el país y para el comercio, "siempre y cuando la cancha sea pareja para todos los participantes".
"Es un programa piloto que ayuda al transporte privado y al servicio federal de transporte de carga. De momento la ANTP no ve ningún inconveniente, ya que el mismo programa piloto mostrará si hay problemas o no, y si los hay pues que se corrijan", manifestó.
Para la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), antes de dar el banderazo de salida hay aún varios puntos importantes que afinar para esclarecer interrogantes que persisten.
De acuerdo con Tirso Martínez Anheben, presidente nacional de la Canacar, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha informado en detalle a los autotransportistas todos los puntos de las negociaciones entabladas con el gobierno de Estados Unidos. Canacar, dijo, aún no tiene completo el documento.
Por ello, y pese a que ya las autoridades del transporte de México y Estados Unidos llegaron a un nuevo acuerdo –que permitiría el ingreso a la par de los camiones de carga de ambos países a partir del 15 de julio–, la Canacar se pronunció por establecer una mesa de negociación y que se fijen compromisos.
"Creemos que es indispensable que la SCT realice sus negociaciones en conjunto con la Canacar; en conjunto con los camioneros, pero punto por punto, para que no haya sorpresas o malos entendidos. De hecho, esto facilitaría las pláticas y negociaciones", precisó en entrevista.
Añadió que un punto preocupante es el referente al cabotaje, cómo y quién lo controlará. Se sabe que se pretende controlarlo vía satélite, pero se desconoce si eso será suficiente, indicó. Éste es un punto, comentó, en donde los gobiernos de ambos países "no se ponen de acuerdo y esto se traduce en problemas operativos". También manifestó su desconfianza respecto a cómo reaccionará el gobierno de Estados Unidos frente a la prueba piloto y si cumplirá con lo acordado. Lo anterior, matizó, porque la Unión Americana no cumplió en 12 años negociaciones anteriores al respecto.
En cuanto a la incorporación de más "vías o carriles fast", para el traslado de las mercancías de las empresas transportistas, Martínez comentó que no se ha "aterrizado el punto", y que ese proceso podría tomar de uno a tres años para concretarse.
El directivo agregó que la Canacar no tiene inconveniente en que la frontera se abra al mismo tiempo para ambos países –uno de los puntos que cambió con el nuevo programa–, siempre y cuando las reglas sean parejas.
Un punto favorable del nuevo programa, reconoció, es que se estableció que las primeras cien empresas que participarán de inicio deben ser 100 por ciento de capital mexicano.
ANTP
Por su parte, Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), reiteró que esta institución siempre se ha manifestado en favor de la apertura, porque es conveniente para el país y para el comercio, "siempre y cuando la cancha sea pareja para todos los participantes".
"Es un programa piloto que ayuda al transporte privado y al servicio federal de transporte de carga. De momento la ANTP no ve ningún inconveniente, ya que el mismo programa piloto mostrará si hay problemas o no, y si los hay pues que se corrijan", manifestó.
Para la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), antes de dar el banderazo de salida hay aún varios puntos importantes que afinar para esclarecer interrogantes que persisten.
De acuerdo con Tirso Martínez Anheben, presidente nacional de la Canacar, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha informado en detalle a los autotransportistas todos los puntos de las negociaciones entabladas con el gobierno de Estados Unidos. Canacar, dijo, aún no tiene completo el documento.
Por ello, y pese a que ya las autoridades del transporte de México y Estados Unidos llegaron a un nuevo acuerdo –que permitiría el ingreso a la par de los camiones de carga de ambos países a partir del 15 de julio–, la Canacar se pronunció por establecer una mesa de negociación y que se fijen compromisos.
"Creemos que es indispensable que la SCT realice sus negociaciones en conjunto con la Canacar; en conjunto con los camioneros, pero punto por punto, para que no haya sorpresas o malos entendidos. De hecho, esto facilitaría las pláticas y negociaciones", precisó en entrevista.
Añadió que un punto preocupante es el referente al cabotaje, cómo y quién lo controlará. Se sabe que se pretende controlarlo vía satélite, pero se desconoce si eso será suficiente, indicó. Éste es un punto, comentó, en donde los gobiernos de ambos países "no se ponen de acuerdo y esto se traduce en problemas operativos". También manifestó su desconfianza respecto a cómo reaccionará el gobierno de Estados Unidos frente a la prueba piloto y si cumplirá con lo acordado. Lo anterior, matizó, porque la Unión Americana no cumplió en 12 años negociaciones anteriores al respecto.
En cuanto a la incorporación de más "vías o carriles fast", para el traslado de las mercancías de las empresas transportistas, Martínez comentó que no se ha "aterrizado el punto", y que ese proceso podría tomar de uno a tres años para concretarse.
El directivo agregó que la Canacar no tiene inconveniente en que la frontera se abra al mismo tiempo para ambos países –uno de los puntos que cambió con el nuevo programa–, siempre y cuando las reglas sean parejas.
Un punto favorable del nuevo programa, reconoció, es que se estableció que las primeras cien empresas que participarán de inicio deben ser 100 por ciento de capital mexicano.
ANTP
Por su parte, Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), reiteró que esta institución siempre se ha manifestado en favor de la apertura, porque es conveniente para el país y para el comercio, "siempre y cuando la cancha sea pareja para todos los participantes".
"Es un programa piloto que ayuda al transporte privado y al servicio federal de transporte de carga. De momento la ANTP no ve ningún inconveniente, ya que el mismo programa piloto mostrará si hay problemas o no, y si los hay pues que se corrijan", manifestó.
Para la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), antes de dar el banderazo de salida hay aún varios puntos importantes que afinar para esclarecer interrogantes que persisten.
De acuerdo con Tirso Martínez Anheben, presidente nacional de la Canacar, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no ha informado en detalle a los autotransportistas todos los puntos de las negociaciones entabladas con el gobierno de Estados Unidos. Canacar, dijo, aún no tiene completo el documento.
Por ello, y pese a que ya las autoridades del transporte de México y Estados Unidos llegaron a un nuevo acuerdo –que permitiría el ingreso a la par de los camiones de carga de ambos países a partir del 15 de julio–, la Canacar se pronunció por establecer una mesa de negociación y que se fijen compromisos.
"Creemos que es indispensable que la SCT realice sus negociaciones en conjunto con la Canacar; en conjunto con los camioneros, pero punto por punto, para que no haya sorpresas o malos entendidos. De hecho, esto facilitaría las pláticas y negociaciones", precisó en entrevista.
Añadió que un punto preocupante es el referente al cabotaje, cómo y quién lo controlará. Se sabe que se pretende controlarlo vía satélite, pero se desconoce si eso será suficiente, indicó. Éste es un punto, comentó, en donde los gobiernos de ambos países "no se ponen de acuerdo y esto se traduce en problemas operativos". También manifestó su desconfianza respecto a cómo reaccionará el gobierno de Estados Unidos frente a la prueba piloto y si cumplirá con lo acordado. Lo anterior, matizó, porque la Unión Americana no cumplió en 12 años negociaciones anteriores al respecto.
En cuanto a la incorporación de más "vías o carriles fast", para el traslado de las mercancías de las empresas transportistas, Martínez comentó que no se ha "aterrizado el punto", y que ese proceso podría tomar de uno a tres años para concretarse.
El directivo agregó que la Canacar no tiene inconveniente en que la frontera se abra al mismo tiempo para ambos países –uno de los puntos que cambió con el nuevo programa–, siempre y cuando las reglas sean parejas.
Un punto favorable del nuevo programa, reconoció, es que se estableció que las primeras cien empresas que participarán de inicio deben ser 100 por ciento de capital mexicano.
ANTP
Por su parte, Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), reiteró que esta institución siempre se ha manifestado en favor de la apertura, porque es conveniente para el país y para el comercio, "siempre y cuando la cancha sea pareja para todos los participantes".
"Es un programa piloto que ayuda al transporte privado y al servicio federal de transporte de carga. De momento la ANTP no ve ningún inconveniente, ya que el mismo programa piloto mostrará si hay problemas o no, y si los hay pues que se corrijan", manifestó.