Manuel Armendáriz, presidente de la Asociación Mexicana de Mensajería y Paquetería (AMMPAC), determinó que no existen las condiciones entre ambos países para competir en igualdad de circunstancias.
“Antes que nada requerimos un marco jurídico claro que nos brinde certidumbre a todos y que no dé ventajas a los extranjeros”, apuntó.
El directivo dijo a T21 que hay diferencias que primero se deben resolver antes de echar a andar el programa piloto, como los horarios laborales y sueldos de los operadores de las unidades.
“¿Cómo se van a homologar esos aspectos, las empresas mexicanas van a aumentar el sueldo de los operadores o las de Estados Unidos lo van a disminuir?”, cuestionó.
Dijo además que existen diferencias técnicas y operativas que aún no han sido resueltas, como los pesos y las dimensiones de los vehículos.
El directivo señaló que las reglas sobre las cuales se va a basar el programa piloto son discriminatorias para los mexicanos, “son las mismas que impuso el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés) en 2002; cómo es posible que el gobierno las haya rechazado en ese tiempo y ahora las acepte”.
La posición de la AMMPAC contrasta con el desplegado que dio a conocer la Asociación Nacional Mexicana de Empresas Courier (ANMEC) – que agrupa a UPS, DHL y FedEx, entre otras-, al considerar que el programa piloto facilitará el intercambio comercial entre ambos países.