Sin querer entrar a dar mayores detalles, Juan José Guerra Abud, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) dijo que en estas semanas la SHCP decidirá sobre la eliminación del punto en el cual se solicita al transportista 15 días para entregarle su nueva unidad, una vez que fue chatarrizado su viejo camión, “porque 15 días son vitales en la vida de un transportista”.
También se decidirá sobre lo referente a aspectos operativos de la facturación, que en la mayoría de los casos impide al pequeño transportista acceder al programa de renovación vehicular.
El representante de las plantas armadoras señaló que este tipo de “candados”, como él les llamó, han detenido las expectativas del programa. “En un año se han ‘chatarreado’ 800 unidades, aunque deberíamos andar en 3,000”, reconoció Guerra.
El esquema de “chatarrización”, es parte del Programa de Modernización del Autotransporte en el país, a través del cual se otorgan estímulos fiscales por la destrucción de camiones con placas del Servicio Público Federal con más de 12 meses de antigüedad, que tengan una edad vehicular de 6 años o más; sin embargo, un complejo proceso en los trámites para el otorgamiento del estimulo fiscal al transportista y la dificultad que le representa a los dueños de los camiones llevarlos a los dos únicos centros chatarrizadores autorizado por la SHCP, ubicados en el centro y norte del país, hacen difícil cumplir con las metas trazadas.