Vaya coraje que hizo el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, luego de que el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, le pusiera un alto a sus pretensiones de hacerse una empresa paraestatal portuaria que le hiciera competencia a las empresas privadas en el puerto de Progreso.
En comparsa con la mayoría de diputados del Congreso local dio forma a la empresa Operadora Energética y Marítima de Yucatán (Oemey), S.A. de C.V. y creó castillos en el aire que le vendió a los yucatecos. Que la terminal tendría 40 hectáreas, que ya se tenía un convenio firmado con la Secretaría de Marina para cederle ese espacio en el puerto de altura y que se dragaría el canal de navegación para recibir embarcaciones de mayor calado, etcétera.
Pero hace unos días el titular de la Secretaría de Marina (Semar) citó al gobernador en Ciudad de México, y en una reunión que no duró más de 10 minutos, concluyó el periplo del mandamás yucateco que se sintió por un momento estar por encima de la Ley de Puertos. ¿A quién nos recuerda?
Creando el corredor Topolobampo-Arizona
La próxima semana estará de visita en Ciudad de México una comitiva de autoridades comerciales de los estados de Arizona, Sinaloa y del puerto de Topolobampo junto con empresarios que están promoviendo al puerto mexicano como un corredor potencial para el comercio de la ciudad de Phoenix, Arizona.
Entre los actores con los que se reunirán además de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Marina, están Grupo México Transporte, la controladora del Ferrocarril Mexicano que sería un eslabón importante para hacer realidad el corredor comercial vía el puerto de Topolobampo.
Esta vía es una nueva alternativa de conectividad con el importante mercado de Arizona además del puerto de Guaymas que tradicionalmente le ha dado servicios marítimos al estado de la Unión Americana a precios más competitivos que los puertos de California.
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