Siguiendo la tendencia hacia una mayor concentración de la oferta global, ahora toca desaparecer a dos grandes marcas del aerotransporte latinoamericano: LAN y TAM, cuyas aeronaves ya comienzan a ser pintadas con los colores de una nueva aerolínea denominada LATAM.
De esta manera, la nacionalista e icónica estrella que han portado los aviones de la que desde 1932 ha sido conocida como Línea Aérea Nacional de Chile y el popular y sencillo acrónimo de tres letras con el que hasta hoy se ha conocido a la aerolínea que fundó en 1976 el capitán Rolim Amaro en el sudeste brasileño, poco a poco irán dando paso al controversial esquema de la nueva aerolínea que ha dividido opiniones entre favorecedores y detractores a los que simple y sencillamente no termina por convencer.
Baste decir que si bien parte de una misma organización, las aerolíneas que integran LATAM, como las que conforman Avianca, operan en base a los Certificados de Operador Aéreo que les han expedido las autoridades nacionales de aviación de sus respectivos países.
LATAM, una marca a la que debemos irnos acostumbrando y que engloba a LAN y sus aerolíneas en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú; a TAM Línhas Aéreas, Transportes Aéreos del Mercosur (TAM Airlines Paraguay), LAN Cargo, ABSA (TAM Cargo) y la carguera mexicana MasAir, intenta vincular a las aerolíneas que la conforman en torno a un espíritu latinoamericano cuyo aerotransporte pretende dominar, enfrentándose principalmente a Avianca, a las tres grandes aerolíneas norteamericanas (American, United y Delta) y a las compañías europeas que atienden el mercado de América del Sur.
Un camino complejo, pero no dudo superable, el que tiene para posicionarse; tomará un tiempo lograrlo pero estoy seguro que lo conseguirá.
¿Y qué sigue? Aerolíneas Argentinas, la brasileña GOL y la panameña Copa Airlines integran junto con las tres grandes aerolíneas mexicanas (Interjet, Volaris y en menor grado Aeroméxico, dada su alianza estratégica con Delta) un grupo de interesantes y en algunos casos muy buenas empresas, un tanto independientes y menores, a las que veo ahora ante el reto de competir en el concierto latinoamericano contra LATAM y Avianca.
Formidable tarea que deberán emprender siendo sumamente seguras, eficientes, creativas, agresivas y consistentes (en especial en materia de servicio) en un mercado que toma nuevos matices, no solo en el tema marcas, sino por el movimiento de las fichas en este complicado y estratégico tablero de juego que es el aerotransporte.
Es así que damos la bienvenida a LATAM, rindiendo un sentido homenaje a las históricas y valiosas marcas de las aerolíneas que integra y desplaza.
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