Lo mismo en la zona de Jojutla, Morelos, muy cerca del epicentro del terremoto del pasado 19 de Septiembre, que en Puebla, Oaxaca, el Istmo, Chiapas, Cuernavaca, y múltiples zonas afectadas hasta donde fue posible llegar por propia rueda, ahí se hizo presente.
Siempre llevando ayuda. Alimentos, agua, plantas de luz, colchonetas, tiendas de campaña, medicinas, ropa, cobijas y almohadas. De todo me tocó ver en las carreteras de Morelos y en las salidas de la Ciudad de México; pero también en las redes sociales, fuimos testigos de videos y fotos cargando ayuda rumbo a las zonas de desastre.
Me hizo sentir muy orgulloso ver la solidaridad de las empresas logísticas y de transporte, reaccionando a la llamada de auxilio de una gran parte de la sociedad mexicana que ahora los necesitaba, porque la fuerza de la naturaleza, les había arrebatado a sus seres queridos, o sus casas y sus pertenencias.
En unos minutos, múltiples familias habían visto reducirse a polvo y ladrillos amontonados, el trabajo y esfuerzo de muchos años para crear un patrimonio. Las casas donde crecieron y que después heredaron, el destino se las había quitado en un tris.
Tan pronto los medios ayudaron a magnificar el nivel de la catástrofe, la ayuda comenzó a fluir hacia los centros de acopio más cercanos, y con ello surgió la necesidad de transportarla a los sitios de demanda.
Fue entonces que la extensa red que han construido empresas como UPS o DHL, empezaron a actuar y a funcionar como centros de acopio de satisfactores que la sociedad fue aportando. Otras compañías como Grupo Transportes Monterrey, Transportes Marva, Castores, Tresguerras, Fletes México, Suvi, etcétera, entraron en acción para llevar a las zonas más afectadas las herramientas, medicinas y alimentos que se necesitaban para ayudar a paliar los efectos de este fenómeno natural en las vidas de muchas personas.
El transporte fue el aliado que permitió exponenciar la utilidad de la ayuda que la generosidad de los mexicanos aportó, gracias a su transportación a los distintos lugares donde se requería.
También, cómo no reconocer a las administraciones portuarias integrales y distintas empresas portuarias como
Por eso, porque ayudaron y seguirán haciéndolo en el movimiento de la ayuda, pero también porque donaron en especie o económicamente a las personas que resultaron afectadas en el centro y sur del país, vaya un amplio reconocimiento a la industria del transporte y la logística.
P.D.
La reconstrucción de viviendas en el país que resultaron afectadas con los sismos del mes de septiembre, podrá representar la reactivación de la industria de la construcción en lo que resta de este año y el siguiente. Ésta es la actividad económica que impacta a más ramas de la producción, y es una gran generadora de demanda en el sector transporte. Dentro de las malas noticias que hemos tenido, esta puede ser una buena noticia para la marcha económica de nuestro país, luego de que este sector estuviera ralentizado los primeros nueve meses del año.
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