En México la planificación de los puertos interiores y plataformas logísticas no corre en el mismo sentido que en Canadá. Aunque se hizo un estudio por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para ubicar las zonas con potencial y donde se necesitará desarrollar plataformas logísticas para mejorar la distribución y las actividades de comercio exterior, no está siendo un documento rector de la política pública que se debe seguir en el tema.
Lo dejó claro el subsecretario de Industria y Comercio, José Rogelio Garza Garza, quien en la pasada presentación del Congreso de Plataformas Logísticas a celebrarse en mayo próximo en Manzanillo, Colima, a pregunta expresa, señaló que la iniciativa privada y algunos gobiernos estatales irán definiendo con base en la oferta y la demanda, donde se van decantando estos proyectos.
Rechazó así, que las Secretarías de Economía o de Comunicaciones y Transportes tengan una mayor intervención en la definición de las zonas donde deberán estar enclavados los puertos interiores y las plataformas logísticas.
Así, el modelo de “dejar hacer dejar pasar”, está llevando a problemáticas como las que ya hemos visto en San Luis Potosí, donde además de dos puertos interiores existe una terminal intermodal y de trasvase que genera una oferta de tres instalaciones, de las cuales el ferrocarril sólo atiende a una.
Un ejemplo similar está por darse en las afueras de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, donde el consorcio Hutchison Port Holding estableció hace un par de años la Terminal Intermodal Logística de Hidalgo, y existe además una iniciativa del gobierno del Estado de México y empresas privadas por crear “Arco 57” y otras iniciativas similares en Huhuetoca, Estado de México.
En Querétaro puede ocurrir lo mismo. Ya se tienen dos terminales que prestan servicios intermodales. Granelera Montes quiere crear una más y un grupo inversionista privado intenta crear un puerto interior en la zona del aeropuerto queretano.
La multiplicación de plataformas logísticas e incluso saturación en sitios que no se justifica, está provocando algo similar al desorden y generando un desperdicio de recursos económicos. En San Luis Potosí, por ejemplo, la intermodal ubicada en el parque industrial contiguo a la planta de General Motors, se mantiene prácticamente sin uso.
Los argumentos del ferrocarril son válidos. El servicio intermodal ferroviario no puede hacer múltiples escalas porque con ello se pierde su propósito además de que encarece los servicios. Los puertos interiores y terminales intermodales deben tener densidad de carga para justificarse y amortizar sus inversiones. Si multiplicamos éstas sin ningún orden, el riesgo es que sumemos infraestructura inútil y el país pierda.
P.D.
Después de dos años de trabajo en la dirección general de Grupo GRIN, Doris Sánchez será presentada el día de hoy como nueva directora general de la empresa Talma/Braniff. La ejecutiva fue seleccionada para el cargo después de pasar una serie de filtros, en los que se confirmó que su perfil es el adecuado para levantar el vuelo de la firma en México. La firma peruana Talma pertenece al grupo Sandoval y a Enfoca Inversiones y en 2010 decidió incursionar al mercado mexicano con la compra de la empresa Braniff que tenía el 29% del mercado de carga aérea en el aeropuerto capitalino, y operaciones en 15 aeropuertos más. Desde entonces, la empresa ha perdido participación de mercado, y ahora se apresta a recuperarlo y crecer. Ese será el reto de la nueva ejecutiva.
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