Los Reyes Magos previsores seguro que no atravesaron por las mismas vicisitudes de los que dejaron para los días previos el cumplimiento de los encargos. Los primeros tuvieron una buena planificación y se abastecieron en tiempo de los artículos requeridos para cumplir con los sueños de los niños, aunque ello les representara tener que incurrir en los inconvenientes de almacenamiento bajo resguardo. Si lo consiguieron, podrán sentirse con el deber cumplido, en lo que podríamos denominar una buena logística a pesar del riesgo de tener a buen resguardo el regalo esperado.
En el caso de los segundos, que en México solemos ser la gran mayoría, habrán enfrentado la escasez del juguete de moda (Furby, X-Box One, Monster High, WiiU, entre otros) que los reyes de la casa solicitaron, y enfrentado el estrés de recorrer varias tiendas para cumplir con el requerimiento. Luego, esperar largas filas para hacer el pago de algún juguete y salir corriendo a otro almacén para completar el pedido a la búsqueda de la máscara de Iron Man u otro juguete de la lista, en lo que podríamos denominar como un mal proceso logístico, como es dejar las cosas para el último momento sabiendo de antemano los problemas que tiene satisfacer la demanda de juguetes en estas fechas.
Y es que, ya sea por problemas de lo impredecible que es conocer la demanda futura de un producto para los almacenes o porque la logística se hizo mal y el pedido no llegó a tiempo o por estrategia de marketing de algunas marcas, por cualquiera que sea la razón, tradicionalmente ocurre que los juguetes de moda mantienen un volumen de demanda insatisfecha en estas temporadas.
Si los noveles Reyes Magos no pudieron cumplir con el total de la lista, por falta de asesoría logística, siempre existe la posibilidad del argumento: “los Reyes Magos creyeron que este era un mejor juguete para tí”, aunque algunas veces no resulta tan convincente para el pequeño.
De ambos modelos se debe aprender, pues quien actúa con planificación siempre tiene mayores oportunidades de satisfacer íntegramente su pedido, aunque para ello es necesario hacer un trabajo anticipado de investigación con los niños, de por dónde más o menos se moverá la demanda, y depende también de que ésta no se modifique en el tiempo para hacer un buen papel.
En el segundo caso, es importante entender que los Reyes Magos no escapan a las estrategias de marketing de las marcas productoras de juguetes, las que literalmente “juegan” con el mercado, al dejar cierta demanda insatisfecha cada temporada de sus juguetes de moda y mayor demanda, para generar un creciente deseo y apetito por obtener un juguete imposible.
Esa es una de las estrategias que mejores resultados les han reportado a algunas marcas jugueteras y el desastre económico para empresas como Coleco Industries cuando lanzó el muñeco repollo, que registró un gran éxito en el mercado en la temporada navideña, y los compradores se peleaban en las tiendas por él.
La respuesta de Coleco Industries fue producir más y más. El primer año sus ventas superaron los 600 millones de dólares, y para el segundo ya habían bajado a 250 millones de dólares. Coleco violó la ley del control de la moda. Se alimenta una fiebre, pero se debe matar de hambre una moda, dicta una máxima del marketing.
Por eso, no toda la responsabilidad para quedar bien este día, recae en los Reyes Magos que hacen cada año su mejor esfuerzo logístico y económico para satisfacer la demanda de los pequeñines y sus sueños. Ellos sólo merecen un gran reconocimiento por esa hermosa labor que hacen para preservar una bonita tradición de nuestra cultura iberoamericana. ¡Feliz Día de Reyes!
P.D.
De regreso a nuestras actividades acostumbradas en este 2014, le deseo a usted que este año esté lleno de salud, y logros personales. Aquí nos estamos viendo para reportar y comentar sobre los nuevos acontecimientos que nos traerá el año que comienza.
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