![](https://t21.com.mx/wp-content/uploads/2023/08/jose_antonio_sardina.jpg)
De acuerdo con Sardiña, se espera que en julio o, a más tardar en agosto, la paraestatal licite los contratos de operación de servicios marítimos, en apoyo a sus operaciones costa afuera, los cuales estarían condicionados a construirlos en astilleros nacionales.
Con ello, TNG, tiene el interés de participar y aprovechar su infraestructura y mano de obra capacitada, para reanudar aquí la construcción naval que dejó de hacerse 30 años atrás.
TNG es hoy lo que fue Astilleros Unidos de Veracruz (Auver), el de mayor capacidad e infraestructura en México, y en donde se llegaron a construir barcos con capacidad de 44 mil toneladas de peso muerto.
Desde hace seis años en que la empresa Hutchison Port Holding (HPH), adquirió esta unidad de negocio a la firma estadounidense McDermott, la reparación naval se ha reactivado. “Hoy la reparación naval representa el 80% de nuestras actividades y la construcción industrial el 20% restante, y antes era al revés”, dijo el entrevistado.
Y asegura que existe capacidad para reactivar también la construcción naval. “Ese ha sido el interés del grupo desde la adquisición del astillero, porque creemos que la industria naval tiene un gran potencial como fuente generadora de empleos para el país”, que podría ayudar a resolver la problemática de desempleo que existe, si se cuenta con los suficientes apoyos e incentivos para promoverla.
Y ejemplifica:
“Hoy el 80% de los insumos que se utilizan son de importación y tan sólo un 20% se produce en México. Se importan soldaduras, aceros certificados, pinturas, y otros insumos”,
que bien podrían fabricarse en México y promover que esa derrama se quedara aquí si se obtiene un mayor impulso a esta industria.
Sardiña refiere que la actividad de construcción naval es muy bien valorada en otros países en donde existen políticas públicas de apoyo a su expansión y desarrollo, por la multiplicación del empleo que genera; y contra eso los astilleros nacionales tienen que competir en condiciones asimétricas. “En Estados Unidos existen subvenciones, en Brasil se están construyendo más de 150 barcos para su industria petrolera y eso ha permitido el crecimiento de sus astilleros mientras que aquí en México no tenemos una política promotora”, sostiene.
Con mil trabajadores de amplia experiencia en el sector y unos 500 indirectos, Sardiña está a la espera de ver muy pronto el día, en que de este astillero vuelvan a salir a flote buques construidos aquí, para lo cual, reitera: “estamos listos. El socio tecnólogo ya se tiene, así que sólo es que Pemex haga la licitación y que las navieras ganadoras nos tengan la confianza”.
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De acuerdo con Sardiña, se espera que en julio o, a más tardar en agosto, la paraestatal licite los contratos de operación de servicios marítimos, en apoyo a sus operaciones costa afuera, los cuales estarían condicionados a construirlos en astilleros nacionales.
Con ello, TNG, tiene el interés de participar y aprovechar su infraestructura y mano de obra capacitada, para reanudar aquí la construcción naval que dejó de hacerse 30 años atrás.
TNG es hoy lo que fue Astilleros Unidos de Veracruz (Auver), el de mayor capacidad e infraestructura en México, y en donde se llegaron a construir barcos con capacidad de 44 mil toneladas de peso muerto.
Desde hace seis años en que la empresa Hutchison Port Holding (HPH), adquirió esta unidad de negocio a la firma estadounidense McDermott, la reparación naval se ha reactivado. “Hoy la reparación naval representa el 80% de nuestras actividades y la construcción industrial el 20% restante, y antes era al revés”, dijo el entrevistado.
Y asegura que existe capacidad para reactivar también la construcción naval. “Ese ha sido el interés del grupo desde la adquisición del astillero, porque creemos que la industria naval tiene un gran potencial como fuente generadora de empleos para el país”, que podría ayudar a resolver la problemática de desempleo que existe, si se cuenta con los suficientes apoyos e incentivos para promoverla.
Y ejemplifica:
“Hoy el 80% de los insumos que se utilizan son de importación y tan sólo un 20% se produce en México. Se importan soldaduras, aceros certificados, pinturas, y otros insumos”,
que bien podrían fabricarse en México y promover que esa derrama se quedara aquí si se obtiene un mayor impulso a esta industria.
Sardiña refiere que la actividad de construcción naval es muy bien valorada en otros países en donde existen políticas públicas de apoyo a su expansión y desarrollo, por la multiplicación del empleo que genera; y contra eso los astilleros nacionales tienen que competir en condiciones asimétricas. “En Estados Unidos existen subvenciones, en Brasil se están construyendo más de 150 barcos para su industria petrolera y eso ha permitido el crecimiento de sus astilleros mientras que aquí en México no tenemos una política promotora”, sostiene.
Con mil trabajadores de amplia experiencia en el sector y unos 500 indirectos, Sardiña está a la espera de ver muy pronto el día, en que de este astillero vuelvan a salir a flote buques construidos aquí, para lo cual, reitera: “estamos listos. El socio tecnólogo ya se tiene, así que sólo es que Pemex haga la licitación y que las navieras ganadoras nos tengan la confianza”.
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De acuerdo con Sardiña, se espera que en julio o, a más tardar en agosto, la paraestatal licite los contratos de operación de servicios marítimos, en apoyo a sus operaciones costa afuera, los cuales estarían condicionados a construirlos en astilleros nacionales.
Con ello, TNG, tiene el interés de participar y aprovechar su infraestructura y mano de obra capacitada, para reanudar aquí la construcción naval que dejó de hacerse 30 años atrás.
TNG es hoy lo que fue Astilleros Unidos de Veracruz (Auver), el de mayor capacidad e infraestructura en México, y en donde se llegaron a construir barcos con capacidad de 44 mil toneladas de peso muerto.
Desde hace seis años en que la empresa Hutchison Port Holding (HPH), adquirió esta unidad de negocio a la firma estadounidense McDermott, la reparación naval se ha reactivado. “Hoy la reparación naval representa el 80% de nuestras actividades y la construcción industrial el 20% restante, y antes era al revés”, dijo el entrevistado.
Y asegura que existe capacidad para reactivar también la construcción naval. “Ese ha sido el interés del grupo desde la adquisición del astillero, porque creemos que la industria naval tiene un gran potencial como fuente generadora de empleos para el país”, que podría ayudar a resolver la problemática de desempleo que existe, si se cuenta con los suficientes apoyos e incentivos para promoverla.
Y ejemplifica:
“Hoy el 80% de los insumos que se utilizan son de importación y tan sólo un 20% se produce en México. Se importan soldaduras, aceros certificados, pinturas, y otros insumos”,
que bien podrían fabricarse en México y promover que esa derrama se quedara aquí si se obtiene un mayor impulso a esta industria.
Sardiña refiere que la actividad de construcción naval es muy bien valorada en otros países en donde existen políticas públicas de apoyo a su expansión y desarrollo, por la multiplicación del empleo que genera; y contra eso los astilleros nacionales tienen que competir en condiciones asimétricas. “En Estados Unidos existen subvenciones, en Brasil se están construyendo más de 150 barcos para su industria petrolera y eso ha permitido el crecimiento de sus astilleros mientras que aquí en México no tenemos una política promotora”, sostiene.
Con mil trabajadores de amplia experiencia en el sector y unos 500 indirectos, Sardiña está a la espera de ver muy pronto el día, en que de este astillero vuelvan a salir a flote buques construidos aquí, para lo cual, reitera: “estamos listos. El socio tecnólogo ya se tiene, así que sólo es que Pemex haga la licitación y que las navieras ganadoras nos tengan la confianza”.
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De acuerdo con Sardiña, se espera que en julio o, a más tardar en agosto, la paraestatal licite los contratos de operación de servicios marítimos, en apoyo a sus operaciones costa afuera, los cuales estarían condicionados a construirlos en astilleros nacionales.
Con ello, TNG, tiene el interés de participar y aprovechar su infraestructura y mano de obra capacitada, para reanudar aquí la construcción naval que dejó de hacerse 30 años atrás.
TNG es hoy lo que fue Astilleros Unidos de Veracruz (Auver), el de mayor capacidad e infraestructura en México, y en donde se llegaron a construir barcos con capacidad de 44 mil toneladas de peso muerto.
Desde hace seis años en que la empresa Hutchison Port Holding (HPH), adquirió esta unidad de negocio a la firma estadounidense McDermott, la reparación naval se ha reactivado. “Hoy la reparación naval representa el 80% de nuestras actividades y la construcción industrial el 20% restante, y antes era al revés”, dijo el entrevistado.
Y asegura que existe capacidad para reactivar también la construcción naval. “Ese ha sido el interés del grupo desde la adquisición del astillero, porque creemos que la industria naval tiene un gran potencial como fuente generadora de empleos para el país”, que podría ayudar a resolver la problemática de desempleo que existe, si se cuenta con los suficientes apoyos e incentivos para promoverla.
Y ejemplifica:
“Hoy el 80% de los insumos que se utilizan son de importación y tan sólo un 20% se produce en México. Se importan soldaduras, aceros certificados, pinturas, y otros insumos”,
que bien podrían fabricarse en México y promover que esa derrama se quedara aquí si se obtiene un mayor impulso a esta industria.
Sardiña refiere que la actividad de construcción naval es muy bien valorada en otros países en donde existen políticas públicas de apoyo a su expansión y desarrollo, por la multiplicación del empleo que genera; y contra eso los astilleros nacionales tienen que competir en condiciones asimétricas. “En Estados Unidos existen subvenciones, en Brasil se están construyendo más de 150 barcos para su industria petrolera y eso ha permitido el crecimiento de sus astilleros mientras que aquí en México no tenemos una política promotora”, sostiene.
Con mil trabajadores de amplia experiencia en el sector y unos 500 indirectos, Sardiña está a la espera de ver muy pronto el día, en que de este astillero vuelvan a salir a flote buques construidos aquí, para lo cual, reitera: “estamos listos. El socio tecnólogo ya se tiene, así que sólo es que Pemex haga la licitación y que las navieras ganadoras nos tengan la confianza”.
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De acuerdo con Sardiña, se espera que en julio o, a más tardar en agosto, la paraestatal licite los contratos de operación de servicios marítimos, en apoyo a sus operaciones costa afuera, los cuales estarían condicionados a construirlos en astilleros nacionales.
Con ello, TNG, tiene el interés de participar y aprovechar su infraestructura y mano de obra capacitada, para reanudar aquí la construcción naval que dejó de hacerse 30 años atrás.
TNG es hoy lo que fue Astilleros Unidos de Veracruz (Auver), el de mayor capacidad e infraestructura en México, y en donde se llegaron a construir barcos con capacidad de 44 mil toneladas de peso muerto.
Desde hace seis años en que la empresa Hutchison Port Holding (HPH), adquirió esta unidad de negocio a la firma estadounidense McDermott, la reparación naval se ha reactivado. “Hoy la reparación naval representa el 80% de nuestras actividades y la construcción industrial el 20% restante, y antes era al revés”, dijo el entrevistado.
Y asegura que existe capacidad para reactivar también la construcción naval. “Ese ha sido el interés del grupo desde la adquisición del astillero, porque creemos que la industria naval tiene un gran potencial como fuente generadora de empleos para el país”, que podría ayudar a resolver la problemática de desempleo que existe, si se cuenta con los suficientes apoyos e incentivos para promoverla.
Y ejemplifica:
“Hoy el 80% de los insumos que se utilizan son de importación y tan sólo un 20% se produce en México. Se importan soldaduras, aceros certificados, pinturas, y otros insumos”,
que bien podrían fabricarse en México y promover que esa derrama se quedara aquí si se obtiene un mayor impulso a esta industria.
Sardiña refiere que la actividad de construcción naval es muy bien valorada en otros países en donde existen políticas públicas de apoyo a su expansión y desarrollo, por la multiplicación del empleo que genera; y contra eso los astilleros nacionales tienen que competir en condiciones asimétricas. “En Estados Unidos existen subvenciones, en Brasil se están construyendo más de 150 barcos para su industria petrolera y eso ha permitido el crecimiento de sus astilleros mientras que aquí en México no tenemos una política promotora”, sostiene.
Con mil trabajadores de amplia experiencia en el sector y unos 500 indirectos, Sardiña está a la espera de ver muy pronto el día, en que de este astillero vuelvan a salir a flote buques construidos aquí, para lo cual, reitera: “estamos listos. El socio tecnólogo ya se tiene, así que sólo es que Pemex haga la licitación y que las navieras ganadoras nos tengan la confianza”.
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Con ello, TNG, tiene el interés de participar y aprovechar su infraestructura y mano de obra capacitada, para reanudar aquí la construcción naval que dejó de hacerse 30 años atrás.
TNG es hoy lo que fue Astilleros Unidos de Veracruz (Auver), el de mayor capacidad e infraestructura en México, y en donde se llegaron a construir barcos con capacidad de 44 mil toneladas de peso muerto.
Desde hace seis años en que la empresa Hutchison Port Holding (HPH), adquirió esta unidad de negocio a la firma estadounidense McDermott, la reparación naval se ha reactivado. “Hoy la reparación naval representa el 80% de nuestras actividades y la construcción industrial el 20% restante, y antes era al revés”, dijo el entrevistado.
Y asegura que existe capacidad para reactivar también la construcción naval. “Ese ha sido el interés del grupo desde la adquisición del astillero, porque creemos que la industria naval tiene un gran potencial como fuente generadora de empleos para el país”, que podría ayudar a resolver la problemática de desempleo que existe, si se cuenta con los suficientes apoyos e incentivos para promoverla.
Y ejemplifica:
“Hoy el 80% de los insumos que se utilizan son de importación y tan sólo un 20% se produce en México. Se importan soldaduras, aceros certificados, pinturas, y otros insumos”,
que bien podrían fabricarse en México y promover que esa derrama se quedara aquí si se obtiene un mayor impulso a esta industria.
Sardiña refiere que la actividad de construcción naval es muy bien valorada en otros países en donde existen políticas públicas de apoyo a su expansión y desarrollo, por la multiplicación del empleo que genera; y contra eso los astilleros nacionales tienen que competir en condiciones asimétricas. “En Estados Unidos existen subvenciones, en Brasil se están construyendo más de 150 barcos para su industria petrolera y eso ha permitido el crecimiento de sus astilleros mientras que aquí en México no tenemos una política promotora”, sostiene.
Con mil trabajadores de amplia experiencia en el sector y unos 500 indirectos, Sardiña está a la espera de ver muy pronto el día, en que de este astillero vuelvan a salir a flote buques construidos aquí, para lo cual, reitera: “estamos listos. El socio tecnólogo ya se tiene, así que sólo es que Pemex haga la licitación y que las navieras ganadoras nos tengan la confianza”.
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De acuerdo con Sardiña, se espera que en julio o, a más tardar en agosto, la paraestatal licite los contratos de operación de servicios marítimos, en apoyo a sus operaciones costa afuera, los cuales estarían condicionados a construirlos en astilleros nacionales.
Con ello, TNG, tiene el interés de participar y aprovechar su infraestructura y mano de obra capacitada, para reanudar aquí la construcción naval que dejó de hacerse 30 años atrás.
TNG es hoy lo que fue Astilleros Unidos de Veracruz (Auver), el de mayor capacidad e infraestructura en México, y en donde se llegaron a construir barcos con capacidad de 44 mil toneladas de peso muerto.
Desde hace seis años en que la empresa Hutchison Port Holding (HPH), adquirió esta unidad de negocio a la firma estadounidense McDermott, la reparación naval se ha reactivado. “Hoy la reparación naval representa el 80% de nuestras actividades y la construcción industrial el 20% restante, y antes era al revés”, dijo el entrevistado.
Y asegura que existe capacidad para reactivar también la construcción naval. “Ese ha sido el interés del grupo desde la adquisición del astillero, porque creemos que la industria naval tiene un gran potencial como fuente generadora de empleos para el país”, que podría ayudar a resolver la problemática de desempleo que existe, si se cuenta con los suficientes apoyos e incentivos para promoverla.
Y ejemplifica:
“Hoy el 80% de los insumos que se utilizan son de importación y tan sólo un 20% se produce en México. Se importan soldaduras, aceros certificados, pinturas, y otros insumos”,
que bien podrían fabricarse en México y promover que esa derrama se quedara aquí si se obtiene un mayor impulso a esta industria.
Sardiña refiere que la actividad de construcción naval es muy bien valorada en otros países en donde existen políticas públicas de apoyo a su expansión y desarrollo, por la multiplicación del empleo que genera; y contra eso los astilleros nacionales tienen que competir en condiciones asimétricas. “En Estados Unidos existen subvenciones, en Brasil se están construyendo más de 150 barcos para su industria petrolera y eso ha permitido el crecimiento de sus astilleros mientras que aquí en México no tenemos una política promotora”, sostiene.
Con mil trabajadores de amplia experiencia en el sector y unos 500 indirectos, Sardiña está a la espera de ver muy pronto el día, en que de este astillero vuelvan a salir a flote buques construidos aquí, para lo cual, reitera: “estamos listos. El socio tecnólogo ya se tiene, así que sólo es que Pemex haga la licitación y que las navieras ganadoras nos tengan la confianza”.
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Con ello, TNG, tiene el interés de participar y aprovechar su infraestructura y mano de obra capacitada, para reanudar aquí la construcción naval que dejó de hacerse 30 años atrás.
TNG es hoy lo que fue Astilleros Unidos de Veracruz (Auver), el de mayor capacidad e infraestructura en México, y en donde se llegaron a construir barcos con capacidad de 44 mil toneladas de peso muerto.
Desde hace seis años en que la empresa Hutchison Port Holding (HPH), adquirió esta unidad de negocio a la firma estadounidense McDermott, la reparación naval se ha reactivado. “Hoy la reparación naval representa el 80% de nuestras actividades y la construcción industrial el 20% restante, y antes era al revés”, dijo el entrevistado.
Y asegura que existe capacidad para reactivar también la construcción naval. “Ese ha sido el interés del grupo desde la adquisición del astillero, porque creemos que la industria naval tiene un gran potencial como fuente generadora de empleos para el país”, que podría ayudar a resolver la problemática de desempleo que existe, si se cuenta con los suficientes apoyos e incentivos para promoverla.
Y ejemplifica:
“Hoy el 80% de los insumos que se utilizan son de importación y tan sólo un 20% se produce en México. Se importan soldaduras, aceros certificados, pinturas, y otros insumos”,
que bien podrían fabricarse en México y promover que esa derrama se quedara aquí si se obtiene un mayor impulso a esta industria.
Sardiña refiere que la actividad de construcción naval es muy bien valorada en otros países en donde existen políticas públicas de apoyo a su expansión y desarrollo, por la multiplicación del empleo que genera; y contra eso los astilleros nacionales tienen que competir en condiciones asimétricas. “En Estados Unidos existen subvenciones, en Brasil se están construyendo más de 150 barcos para su industria petrolera y eso ha permitido el crecimiento de sus astilleros mientras que aquí en México no tenemos una política promotora”, sostiene.
Con mil trabajadores de amplia experiencia en el sector y unos 500 indirectos, Sardiña está a la espera de ver muy pronto el día, en que de este astillero vuelvan a salir a flote buques construidos aquí, para lo cual, reitera: “estamos listos. El socio tecnólogo ya se tiene, así que sólo es que Pemex haga la licitación y que las navieras ganadoras nos tengan la confianza”.