“Yo era muy feliz. Primero no lo creía. Ni sabía que existía Lázaro Cárdenas. Lo conocí. Hicimos las pruebas y funcionó, y todas nuestras importaciones de Asia las cambiamos por el puerto de Michoacán en 2006”, expuso en su participación aquí en el 29 Congreso de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat).
“Al principio no sabía ni siquiera diferenciar la pronunciación entre una michelada y Michoacán”, dijo, provocando la risa entre el público.
“Pero como todo lo bueno dura poco. El servicio se encareció al crecer el volumen manejado por Lázaro para la Ciudad de México y Puebla. Las navieras subieron mucho las tarifas y tuvimos que regresar a Los Ángeles y Long Beach, que reaccionaron ante la baja en 2009 de los volúmenes de carga”, lamentó, sin dudar en poder regresar, tan pronto los precios vuelvan a ser competitivos, lo cual se antoja complicado por economías de escala y por los costos de combustible que han llevado a las navieras a bajar la velocidad en tránsito, para ahorrar en consumo de combustible.
Desde su arranque en 2003 en el mercado de contenedores, el puerto de Lázaro Cárdenas fue concebido para atender tránsitos internacionales de carga entre países asiáticos y el mercado del sureste de los Estados Unidos; pero la tasa de crecimiento de su tráfico a dos dígitos por año, lo ha llevado a ser víctima de su propio éxito mientras que sus competidores, Los Ángeles/Long Beach (LA/LB), han hecho la tarea ganando eficiencia en sus operaciones.
HEB era el cliente ancla más importante de los tránsitos internacionales desde Lázaro Cárdenas hasta 2009 cuando salió para regresar a LA/LB. Ahora, principalmente el puerto michoacano atiende al mercado nacional, y clientes como HEB regresarán una vez que las navieras hagan equipo con el puerto y el ferrocarril para recuperar la competitividad deseada.
“Yo era muy feliz. Primero no lo creía. Ni sabía que existía Lázaro Cárdenas. Lo conocí. Hicimos las pruebas y funcionó, y todas nuestras importaciones de Asia las cambiamos por el puerto de Michoacán en 2006”, expuso en su participación aquí en el 29 Congreso de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat).
“Al principio no sabía ni siquiera diferenciar la pronunciación entre una michelada y Michoacán”, dijo, provocando la risa entre el público.
“Pero como todo lo bueno dura poco. El servicio se encareció al crecer el volumen manejado por Lázaro para la Ciudad de México y Puebla. Las navieras subieron mucho las tarifas y tuvimos que regresar a Los Ángeles y Long Beach, que reaccionaron ante la baja en 2009 de los volúmenes de carga”, lamentó, sin dudar en poder regresar, tan pronto los precios vuelvan a ser competitivos, lo cual se antoja complicado por economías de escala y por los costos de combustible que han llevado a las navieras a bajar la velocidad en tránsito, para ahorrar en consumo de combustible.
Desde su arranque en 2003 en el mercado de contenedores, el puerto de Lázaro Cárdenas fue concebido para atender tránsitos internacionales de carga entre países asiáticos y el mercado del sureste de los Estados Unidos; pero la tasa de crecimiento de su tráfico a dos dígitos por año, lo ha llevado a ser víctima de su propio éxito mientras que sus competidores, Los Ángeles/Long Beach (LA/LB), han hecho la tarea ganando eficiencia en sus operaciones.
HEB era el cliente ancla más importante de los tránsitos internacionales desde Lázaro Cárdenas hasta 2009 cuando salió para regresar a LA/LB. Ahora, principalmente el puerto michoacano atiende al mercado nacional, y clientes como HEB regresarán una vez que las navieras hagan equipo con el puerto y el ferrocarril para recuperar la competitividad deseada.
“Yo era muy feliz. Primero no lo creía. Ni sabía que existía Lázaro Cárdenas. Lo conocí. Hicimos las pruebas y funcionó, y todas nuestras importaciones de Asia las cambiamos por el puerto de Michoacán en 2006”, expuso en su participación aquí en el 29 Congreso de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat).
“Al principio no sabía ni siquiera diferenciar la pronunciación entre una michelada y Michoacán”, dijo, provocando la risa entre el público.
“Pero como todo lo bueno dura poco. El servicio se encareció al crecer el volumen manejado por Lázaro para la Ciudad de México y Puebla. Las navieras subieron mucho las tarifas y tuvimos que regresar a Los Ángeles y Long Beach, que reaccionaron ante la baja en 2009 de los volúmenes de carga”, lamentó, sin dudar en poder regresar, tan pronto los precios vuelvan a ser competitivos, lo cual se antoja complicado por economías de escala y por los costos de combustible que han llevado a las navieras a bajar la velocidad en tránsito, para ahorrar en consumo de combustible.
Desde su arranque en 2003 en el mercado de contenedores, el puerto de Lázaro Cárdenas fue concebido para atender tránsitos internacionales de carga entre países asiáticos y el mercado del sureste de los Estados Unidos; pero la tasa de crecimiento de su tráfico a dos dígitos por año, lo ha llevado a ser víctima de su propio éxito mientras que sus competidores, Los Ángeles/Long Beach (LA/LB), han hecho la tarea ganando eficiencia en sus operaciones.
HEB era el cliente ancla más importante de los tránsitos internacionales desde Lázaro Cárdenas hasta 2009 cuando salió para regresar a LA/LB. Ahora, principalmente el puerto michoacano atiende al mercado nacional, y clientes como HEB regresarán una vez que las navieras hagan equipo con el puerto y el ferrocarril para recuperar la competitividad deseada.
“Yo era muy feliz. Primero no lo creía. Ni sabía que existía Lázaro Cárdenas. Lo conocí. Hicimos las pruebas y funcionó, y todas nuestras importaciones de Asia las cambiamos por el puerto de Michoacán en 2006”, expuso en su participación aquí en el 29 Congreso de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat).
“Al principio no sabía ni siquiera diferenciar la pronunciación entre una michelada y Michoacán”, dijo, provocando la risa entre el público.
“Pero como todo lo bueno dura poco. El servicio se encareció al crecer el volumen manejado por Lázaro para la Ciudad de México y Puebla. Las navieras subieron mucho las tarifas y tuvimos que regresar a Los Ángeles y Long Beach, que reaccionaron ante la baja en 2009 de los volúmenes de carga”, lamentó, sin dudar en poder regresar, tan pronto los precios vuelvan a ser competitivos, lo cual se antoja complicado por economías de escala y por los costos de combustible que han llevado a las navieras a bajar la velocidad en tránsito, para ahorrar en consumo de combustible.
Desde su arranque en 2003 en el mercado de contenedores, el puerto de Lázaro Cárdenas fue concebido para atender tránsitos internacionales de carga entre países asiáticos y el mercado del sureste de los Estados Unidos; pero la tasa de crecimiento de su tráfico a dos dígitos por año, lo ha llevado a ser víctima de su propio éxito mientras que sus competidores, Los Ángeles/Long Beach (LA/LB), han hecho la tarea ganando eficiencia en sus operaciones.
HEB era el cliente ancla más importante de los tránsitos internacionales desde Lázaro Cárdenas hasta 2009 cuando salió para regresar a LA/LB. Ahora, principalmente el puerto michoacano atiende al mercado nacional, y clientes como HEB regresarán una vez que las navieras hagan equipo con el puerto y el ferrocarril para recuperar la competitividad deseada.
“Yo era muy feliz. Primero no lo creía. Ni sabía que existía Lázaro Cárdenas. Lo conocí. Hicimos las pruebas y funcionó, y todas nuestras importaciones de Asia las cambiamos por el puerto de Michoacán en 2006”, expuso en su participación aquí en el 29 Congreso de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat).
“Al principio no sabía ni siquiera diferenciar la pronunciación entre una michelada y Michoacán”, dijo, provocando la risa entre el público.
“Pero como todo lo bueno dura poco. El servicio se encareció al crecer el volumen manejado por Lázaro para la Ciudad de México y Puebla. Las navieras subieron mucho las tarifas y tuvimos que regresar a Los Ángeles y Long Beach, que reaccionaron ante la baja en 2009 de los volúmenes de carga”, lamentó, sin dudar en poder regresar, tan pronto los precios vuelvan a ser competitivos, lo cual se antoja complicado por economías de escala y por los costos de combustible que han llevado a las navieras a bajar la velocidad en tránsito, para ahorrar en consumo de combustible.
Desde su arranque en 2003 en el mercado de contenedores, el puerto de Lázaro Cárdenas fue concebido para atender tránsitos internacionales de carga entre países asiáticos y el mercado del sureste de los Estados Unidos; pero la tasa de crecimiento de su tráfico a dos dígitos por año, lo ha llevado a ser víctima de su propio éxito mientras que sus competidores, Los Ángeles/Long Beach (LA/LB), han hecho la tarea ganando eficiencia en sus operaciones.
HEB era el cliente ancla más importante de los tránsitos internacionales desde Lázaro Cárdenas hasta 2009 cuando salió para regresar a LA/LB. Ahora, principalmente el puerto michoacano atiende al mercado nacional, y clientes como HEB regresarán una vez que las navieras hagan equipo con el puerto y el ferrocarril para recuperar la competitividad deseada.
“Yo era muy feliz. Primero no lo creía. Ni sabía que existía Lázaro Cárdenas. Lo conocí. Hicimos las pruebas y funcionó, y todas nuestras importaciones de Asia las cambiamos por el puerto de Michoacán en 2006”, expuso en su participación aquí en el 29 Congreso de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat).
“Al principio no sabía ni siquiera diferenciar la pronunciación entre una michelada y Michoacán”, dijo, provocando la risa entre el público.
“Pero como todo lo bueno dura poco. El servicio se encareció al crecer el volumen manejado por Lázaro para la Ciudad de México y Puebla. Las navieras subieron mucho las tarifas y tuvimos que regresar a Los Ángeles y Long Beach, que reaccionaron ante la baja en 2009 de los volúmenes de carga”, lamentó, sin dudar en poder regresar, tan pronto los precios vuelvan a ser competitivos, lo cual se antoja complicado por economías de escala y por los costos de combustible que han llevado a las navieras a bajar la velocidad en tránsito, para ahorrar en consumo de combustible.
Desde su arranque en 2003 en el mercado de contenedores, el puerto de Lázaro Cárdenas fue concebido para atender tránsitos internacionales de carga entre países asiáticos y el mercado del sureste de los Estados Unidos; pero la tasa de crecimiento de su tráfico a dos dígitos por año, lo ha llevado a ser víctima de su propio éxito mientras que sus competidores, Los Ángeles/Long Beach (LA/LB), han hecho la tarea ganando eficiencia en sus operaciones.
HEB era el cliente ancla más importante de los tránsitos internacionales desde Lázaro Cárdenas hasta 2009 cuando salió para regresar a LA/LB. Ahora, principalmente el puerto michoacano atiende al mercado nacional, y clientes como HEB regresarán una vez que las navieras hagan equipo con el puerto y el ferrocarril para recuperar la competitividad deseada.
“Yo era muy feliz. Primero no lo creía. Ni sabía que existía Lázaro Cárdenas. Lo conocí. Hicimos las pruebas y funcionó, y todas nuestras importaciones de Asia las cambiamos por el puerto de Michoacán en 2006”, expuso en su participación aquí en el 29 Congreso de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat).
“Al principio no sabía ni siquiera diferenciar la pronunciación entre una michelada y Michoacán”, dijo, provocando la risa entre el público.
“Pero como todo lo bueno dura poco. El servicio se encareció al crecer el volumen manejado por Lázaro para la Ciudad de México y Puebla. Las navieras subieron mucho las tarifas y tuvimos que regresar a Los Ángeles y Long Beach, que reaccionaron ante la baja en 2009 de los volúmenes de carga”, lamentó, sin dudar en poder regresar, tan pronto los precios vuelvan a ser competitivos, lo cual se antoja complicado por economías de escala y por los costos de combustible que han llevado a las navieras a bajar la velocidad en tránsito, para ahorrar en consumo de combustible.
Desde su arranque en 2003 en el mercado de contenedores, el puerto de Lázaro Cárdenas fue concebido para atender tránsitos internacionales de carga entre países asiáticos y el mercado del sureste de los Estados Unidos; pero la tasa de crecimiento de su tráfico a dos dígitos por año, lo ha llevado a ser víctima de su propio éxito mientras que sus competidores, Los Ángeles/Long Beach (LA/LB), han hecho la tarea ganando eficiencia en sus operaciones.
HEB era el cliente ancla más importante de los tránsitos internacionales desde Lázaro Cárdenas hasta 2009 cuando salió para regresar a LA/LB. Ahora, principalmente el puerto michoacano atiende al mercado nacional, y clientes como HEB regresarán una vez que las navieras hagan equipo con el puerto y el ferrocarril para recuperar la competitividad deseada.
“Yo era muy feliz. Primero no lo creía. Ni sabía que existía Lázaro Cárdenas. Lo conocí. Hicimos las pruebas y funcionó, y todas nuestras importaciones de Asia las cambiamos por el puerto de Michoacán en 2006”, expuso en su participación aquí en el 29 Congreso de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat).
“Al principio no sabía ni siquiera diferenciar la pronunciación entre una michelada y Michoacán”, dijo, provocando la risa entre el público.
“Pero como todo lo bueno dura poco. El servicio se encareció al crecer el volumen manejado por Lázaro para la Ciudad de México y Puebla. Las navieras subieron mucho las tarifas y tuvimos que regresar a Los Ángeles y Long Beach, que reaccionaron ante la baja en 2009 de los volúmenes de carga”, lamentó, sin dudar en poder regresar, tan pronto los precios vuelvan a ser competitivos, lo cual se antoja complicado por economías de escala y por los costos de combustible que han llevado a las navieras a bajar la velocidad en tránsito, para ahorrar en consumo de combustible.
Desde su arranque en 2003 en el mercado de contenedores, el puerto de Lázaro Cárdenas fue concebido para atender tránsitos internacionales de carga entre países asiáticos y el mercado del sureste de los Estados Unidos; pero la tasa de crecimiento de su tráfico a dos dígitos por año, lo ha llevado a ser víctima de su propio éxito mientras que sus competidores, Los Ángeles/Long Beach (LA/LB), han hecho la tarea ganando eficiencia en sus operaciones.
HEB era el cliente ancla más importante de los tránsitos internacionales desde Lázaro Cárdenas hasta 2009 cuando salió para regresar a LA/LB. Ahora, principalmente el puerto michoacano atiende al mercado nacional, y clientes como HEB regresarán una vez que las navieras hagan equipo con el puerto y el ferrocarril para recuperar la competitividad deseada.