¡Qué cree! No nada más es Petróleos Mexicanos (Pemex) quien se brinca las trancas y exigencias del Servicio de Administración Tributaria (SAT) con aquello de emitir el complemento de Carta Porte de todos los servicios de transporte que realiza y pone a parir chayotes a sus proveedores. También lo hace la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en particular en sus embarques de durmientes y rieles hacia la península de Yucatán que van dirigidos a los siete frentes de obra del denominado Tren Maya.
La solución que tienen, o el salvoconducto que usan, es de lo más simple. Colgar una lona al final de los bultos que se transportan sobre plataformas planas con los logotipos de la Sedena. La capacitación a los operadores en caso de ser detenidos por la Guardia Nacional u otra autoridad constó exclusivamente en remitirse a responder que aquel embarque “es propiedad de la Sedena” y que ante cualquier problema con una autoridad decirle que “le llamen al General Vallejo para arreglarlo”.
La solución, nos refieren los transportistas, ha funcionado bastante bien y vaya que abre puertas y hasta los tránsitos municipales se doblan con las palabras mágicas en la ruta. Y para medio cumplir con el SAT, las empresas de autotransporte que prestan sus servicios a la Defensa sólo han llenado parcialmente la información del complemento de Carta Porte y así la timbran, faltando toda la información del cliente. Ya después, ellos verán qué pasa con el fisco. Si nos la hacen de tos, dicen, pues le diremos al SAT que “le llamen al general Vallejo para arreglarlo”.
Palabras mágicas que usted no puede jurar en vano con el nombre del responsable de la construcción del Tren Maya, el General Gustavo Ricardo Vallejo Suárez, para salvarse de emitir sus complementos de Carta Porte. Usted sí, a cumplir.
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Por iniciativas de conocimiento de mercado y áreas de oportunidad no paramos. La Coordinación General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Marina (Semar) no ha dejado dormir el proyecto de hacer realidad las rutas de cabotaje marítimo y de corta distancia que esta administración se fijó en el arranque de su gestión. En esa línea, y como parte del Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, acaba de convocar a potenciales usuarios industriales, operadores logísticos y freight forwarders, principalmente del puerto de Veracruz, para que den respuesta a una consulta sobre la demanda que podrían generar, de movimiento de mercancías entre puertos de México y de Centroamérica.
Este es un proyecto largamente anhelado, porque obviamente el transporte marítimo tiene ventajas frente al autotransporte que es el principal modo de transportación que hoy utilizamos en el comercio con los países centroamericanos.
Además del beneficio que en cuanto a menores costos se puede obtener vía las carreteras del mar, también está la parte medioambiental, porque el barco produce muchas menos emisiones a la atmósfera por tonelada/kilómetro transportada, amén de que este es un tema que en estos tiempos ha adquirido un mayor peso entre las directrices que orientan muchas de las decisiones que están tomando las más grandes empresas a la hora de realizar negocios.
Bien por seguir navegando con esta iniciativa viento en popa, y esperemos que la encuesta identifique volúmenes de carga interesantes para lanzar a la mar alguna o varias rutas que atiendan esas oportunidades. Hay que recordar que antaño ya se han lanzado estos servicios y desafortunadamente han zozobrado en el intento. Ojalá y esta sea la buena.
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