El día de mañana el presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), Miguel Ángel Martínez, rendirá protesta junto con su comité directivo por un año más de gestión al frente del organismo gremial.
Los retos que enfrenta este sector son prácticamente los mismos con los que hace un año inició su gestión: inseguridad en carreteras, obsolescencia de la flota vehicular, escasez de operadores e insuficiente y mala infraestructura carretera.
Este nuevo ciclo, además, no promete ser fácil pues coincidirá con el cambio de gobierno a nivel federal y en nueve entidades federativas, lo que implicará un reto mayor, por un lado tratar temas con un gobierno con poco margen de maniobra y compromiso al agotarse su tiempo de gestión; y por el otro, con un nuevo gobierno cuyos representantes tendrán que empezar a aprender mientras van tomando los hilos de la toma de decisión.
Será la de mañana una asamblea de gran expectativa, primera en la historia que incluirá baile de gala. Los empresarios del ramo, entre tanto, no tienen mucho ánimo de fiesta, solo esperan que su suerte cambie para mejor, aunque sea solo un poco.
Política comercial sin ton ni son
Desde el principio este gobierno no dio importancia a la política exterior y coqueteó, a la vez, con gobiernos dictatoriales como los de Cuba, Venezuela y Rusia de forma abierta y a su vez con los Estados Unidos, la clásica política dubitativa de los 70, donde nos acercábamos a los rivales de nuestro vecino del norte para demostrar cierta independencia y altivez y, a la vez, un trato respetuoso con Washington en los temas comunes.
Esa política puede poner en riesgo el acuerdo comercial trilateral con Estados Unidos y Canadá ahora que le estamos abriendo las puertas a la industria automotriz china. La Representante Comercial de los Estados Unidos, Katherine Tai, ha informado de su intención de tratar el tema en 2026 cuando se deberá renegociar la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sugiriendo que a México le viene mejor rechazar la inversión automotriz china. Y es que está clara la estrategia de China de usar a México para sentarse a la mesa del acuerdo comercial trilateral de Norteamérica.
Tai expresó que será necesario ir más allá que solo las reglas de origen automotriz en el acuerdo y reafirmar el interés mutuo de fortalecer a los tres países y cerrar filas ante los cambios y presiones globales, sobre todo la exportación de vehículos chinos, los cuales por cierto en nuestro país ya representan el 10% del mercado. Esa es la visión de un gobierno del partido Demócrata, pero de ganar la presidencia este año el republicano Donald Trump, seguramente la política de cerrar filas frente a China será más fuerte todavía. Habrá que valorar y pensar más seriamente nuestra política exterior.
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