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En el panel “Mitos y realidades de los astilleros y construcción naval en México”, los directivos y funcionarios que en ella participaron, coincidieron en que el impulso a esta industria requiere cambios en los regímenes fiscales, asignar proyectos desde el gobierno a estas empresas y que la propia iniciativa privada también genere trabajo en el país, y no fuera de él. Este panel desarrollado en el marco de Expo Industrial Enmar fue moderado por Alberto Zanela, Subdirector Editorial de Grupo T21.
“El gobierno es el principal reto que se tiene como industria, por las facilidades que tienen las empresas extranjeras. El día que alguien desde el gobierno central lo tome con una visión de largo plazo, ese día se concretará”, aseveró Mario Uribe, Director General de Astilleros Seni.
En la perspectiva del directivo, no ha existido un proyecto que reactive en todo su potencial la industria naval, los remolcadores de la Semar – Pemex fue el único esfuerzo bajo este objetivo.
Entre las facilidades que podrían tener los astilleros estaría el contar con un régimen fiscal como en la frontera de baja el IVA (Impuesto al Valor Agregado) a 8%, lograr una menor carga del ISR (Impuesto Sobre la Renta) y que la banca de desarrollo participe de forma más activa en el financiamiento a largo plazo, consideró Ángel Cortés, Director de Desarrollo de la Industria Marítima de Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Mario Uribe precisó que cada sexenio la flota mexicana incrementa, pero se adquieren en el extranjero y debe darse impulso a la industria nacional, porque además tiene capacidad para el desarrollo de diversos productos.
En cuanto a la industria auxiliar naval, también existe capacidad y una cadena de proveeduría fortalecida, “solamente en Mazatlán tenemos un clúster naval con 35 empresas”, consideró Perla Rice, Directora Adjunta de Fundiciones Rice.
Incluso, Rice reconoció que se tiene una gran área de oportunidad para el sector de proveeduría, pudiendo alcanzar hasta un 60% del contenido nacional, el tema es que se otorguen esos proyectos.
El impulso de proyectos requiere de una política industria favorable, “este país no ayuda”, afirmó Perla Rice al hablar sobre la competitividad del sector, y en donde factores como el costo de los energéticos puede motivar que se tengan precios 30 o 40% más altos que China o Corea.
Un buen inicio en este esfuerzo para impulsar esta industria sería la renovación de la flota camaronera, pero se requiere del impulso y la visión del gobierno, para que estos proyectos no se vayan del país.
Alberto Zanela, precisó que ante la falta de proyectos de construcción naval, los astilleros han tenido que buscar otras áreas de negocio, como Hutchison Ports TNG, que ha tenido que participar en el sector energético, situación que fue confirmada por Miguel Ortega, Gerente de Proyectos de la compañía.
Ángel Cortés subrayó que hay que fortalecer la marina mercante mexicana y la construcción de embarcaciones, el cabotaje y el transporte marítimo de corta distancia, como actividades económicas generadoras de empleo y bienestar social.