Lo anterior, no sólo constituye una violación a la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados que rige a las dependencias de gobierno; sino que además, representa un contrasentido dado que las inversiones en instrumentos bursátiles, no está dentro de los objetivos para los cuales fueron creadas las API´s. Aparte de que parece un absurdo, que parte de esos recursos públicos tengan como objetivo la compra de instrumentos de deuda gubernamentales, o lo que es lo mismo, que el gobierno se pase dinero de una bolsa a otra y encima tenga que pagar una renta por ese dinero y una comisión a los intermediarios.
De acuerdo con información del caso obtenida por T21, los recursos que la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante desea invertir en instrumentos que generen una rentabilidad atractiva, provienen de las “œdisposiciones” según las denomina la Secretaría (Ministerio) de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que son algunos remanentes producto de los subejercicios que año con año se llegan a presentar en las API´s.
Los subejercicios en mucho son producto de problemas burocráticos que no permiten a los puertos ejercer oportunamente los recursos presupuestales en proyectos, debido a la pesada tramitología por la que deben de pasar en la justificación de obras y contratación de servicios, por lo que llegado el mes de diciembre la SHCP recoge el presupuesto no ejercido en el año, al cual denomina “œdisposiciones”.
Tratándose de este programa en particular, a la API de Veracruz le representaría desprenderse de poco más de 200 millones de pesos, y a la de Manzanillo de más de 140 millones.
Con ello, el presupuesto de gasto de los puertos para este año se estaría reduciendo en forma significativa, y limitando la capacidad para la realización de obras de infraestructura, cuya acción sí está contemplada dentro del objeto social para el cual fueron creadas las API´s; por lo que de mayor congruencia sería agilizar los procedimientos burocráticos para que dicho presupuesto se ejerciera en su totalidad en los puertos en proyectos de infraestructura, que le den una mayor rentabilidad social al país de lo que pudiera generarse con el tipo de inversiones arriba comentadas.
Porque además, si de antemano se está asumiendo que no habrá tiempo suficiente en el ejercicio de este 2010, para invertir el presupuesto asignado a cada API y se piensa disponer de las “œdisposiciones”, permítame usted la redundancia, pues entonces tampoco se hará con los dividendos que por intereses lleguen a generar esas inversiones, cuyo destino sería el mismo que hoy tienen las “œdisposiciones”, engrosar las arcas de la SHCP, en vez de canalizarlos a inversiones productivas que derramen el beneficio económico en las distintas regiones del país, en donde se requiere de empleos y de mejor equipamiento en muchos de nuestros puertos.