Con el 64.52 por ciento de los votos computados, el 78.66 por ciento de los panameños aprobó el proyecto, que permitirá a barcos de gran tamaño cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, mientras que los votos en contra sumaban un 21.34 por ciento.
"La historia registrará este día como el que los panameños tomaron la mayor decisión sobre el Canal de Panamá y sobre su futuro, por ellos mismos," dijo a Reuters el ministro para asuntos del canal, Ricaurte Vásquez.
El gobierno asegura que la expansión del canal, que es una de las maravillas de ingeniería del mundo y fue abierto en 1914, creará una bonanza de empleos para Panamá, con una población de 3 millones de personas, e impulsará un fuerte crecimiento económico.
Pero los críticos advierten que podría llevar a la bancarrota a la pequeña nación, que tiene actualmente una gran deuda y donde la mayoría de la gente vive en la pobreza, si los costos se disparan. Los contribuyentes se podrían ver forzados a pagar más impuestos y los inversionistas podrían perder su dinero.
El domingo, largas filas de votantes soportaron el intenso sol para concurrir a las urnas en Ciudad de Panamá y en otras localidades del interior del país.
En Paraíso, un pequeño poblado de afroamericanos angloparlantes, el policía retirado Crispin Mayers, de 79 años, dijo que apoya la expansión del canal porque traería más dinero.
"Mis padres vinieron de Jamaica para cavar la gran zanja (el canal). Este es un voto importante (…) y me gustaría que saliera adelante" el proyecto, dijo afuera de la escuela Omar Torrijos junto a palmeras que se movían al ritmo de la brisa tropical.
CANAL HISTORICO
Torrijos fue el dictador panameño que en la década de 1970 pavimentó el camino para retomar el control del canal, en manos de Estados Unidos, lo que obró en favor de su hijo, el actual mandatario Martín Torrijos, cuando buscó la presidencia.
David Guardia, un vendedor de pescado en la empobrecida ciudad de Caillimito, al norte de Ciudad de Panamá, votó por el "no" alegando que era demasiado riesgoso para una nación pobre y que el gobierno estaba yendo demasiado rápido. "Creo en la expansión, pero escalón por escalón, paso a paso," dijo Guardia.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo grupo de exclusas más anchas y más profundas, así como canales de acceso más grandes para permitir el paso de barcos con 12.000 contenedores, mucho mayores a los de 4.000 contenedores que pueden pasar actualmente.
El proyecto, que arrancará en el 2008 y finalizaría en el 2014, necesita 2.300 millones de dólares en préstamos o bonos que serían pagados con un incremento en los peajes de las naves que usan el canal.
Los trabajos no interrumpirán el tráfico de barcos en la zona y crearían 7.000 trabajos directos y hasta 40.000 indirectos.
En unos tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el dictador Torrijos, Estados Unidos accedió a devolver el control del canal a Panamá en 1999.
Cuando fue abierto, el Canal de Panamá fue el proyecto más caro alguna vez realizado por Estados Unidos, a un costo de 375 millones de dólares, cuatro veces el del Canal de Suez. Francia había empezado a construir el el canal en el siglo XIX pero lo interrumpió por falta de recursos.
Con el 64.52 por ciento de los votos computados, el 78.66 por ciento de los panameños aprobó el proyecto, que permitirá a barcos de gran tamaño cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, mientras que los votos en contra sumaban un 21.34 por ciento.
"La historia registrará este día como el que los panameños tomaron la mayor decisión sobre el Canal de Panamá y sobre su futuro, por ellos mismos," dijo a Reuters el ministro para asuntos del canal, Ricaurte Vásquez.
El gobierno asegura que la expansión del canal, que es una de las maravillas de ingeniería del mundo y fue abierto en 1914, creará una bonanza de empleos para Panamá, con una población de 3 millones de personas, e impulsará un fuerte crecimiento económico.
Pero los críticos advierten que podría llevar a la bancarrota a la pequeña nación, que tiene actualmente una gran deuda y donde la mayoría de la gente vive en la pobreza, si los costos se disparan. Los contribuyentes se podrían ver forzados a pagar más impuestos y los inversionistas podrían perder su dinero.
El domingo, largas filas de votantes soportaron el intenso sol para concurrir a las urnas en Ciudad de Panamá y en otras localidades del interior del país.
En Paraíso, un pequeño poblado de afroamericanos angloparlantes, el policía retirado Crispin Mayers, de 79 años, dijo que apoya la expansión del canal porque traería más dinero.
"Mis padres vinieron de Jamaica para cavar la gran zanja (el canal). Este es un voto importante (…) y me gustaría que saliera adelante" el proyecto, dijo afuera de la escuela Omar Torrijos junto a palmeras que se movían al ritmo de la brisa tropical.
CANAL HISTORICO
Torrijos fue el dictador panameño que en la década de 1970 pavimentó el camino para retomar el control del canal, en manos de Estados Unidos, lo que obró en favor de su hijo, el actual mandatario Martín Torrijos, cuando buscó la presidencia.
David Guardia, un vendedor de pescado en la empobrecida ciudad de Caillimito, al norte de Ciudad de Panamá, votó por el "no" alegando que era demasiado riesgoso para una nación pobre y que el gobierno estaba yendo demasiado rápido. "Creo en la expansión, pero escalón por escalón, paso a paso," dijo Guardia.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo grupo de exclusas más anchas y más profundas, así como canales de acceso más grandes para permitir el paso de barcos con 12.000 contenedores, mucho mayores a los de 4.000 contenedores que pueden pasar actualmente.
El proyecto, que arrancará en el 2008 y finalizaría en el 2014, necesita 2.300 millones de dólares en préstamos o bonos que serían pagados con un incremento en los peajes de las naves que usan el canal.
Los trabajos no interrumpirán el tráfico de barcos en la zona y crearían 7.000 trabajos directos y hasta 40.000 indirectos.
En unos tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el dictador Torrijos, Estados Unidos accedió a devolver el control del canal a Panamá en 1999.
Cuando fue abierto, el Canal de Panamá fue el proyecto más caro alguna vez realizado por Estados Unidos, a un costo de 375 millones de dólares, cuatro veces el del Canal de Suez. Francia había empezado a construir el el canal en el siglo XIX pero lo interrumpió por falta de recursos.
Con el 64.52 por ciento de los votos computados, el 78.66 por ciento de los panameños aprobó el proyecto, que permitirá a barcos de gran tamaño cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, mientras que los votos en contra sumaban un 21.34 por ciento.
"La historia registrará este día como el que los panameños tomaron la mayor decisión sobre el Canal de Panamá y sobre su futuro, por ellos mismos," dijo a Reuters el ministro para asuntos del canal, Ricaurte Vásquez.
El gobierno asegura que la expansión del canal, que es una de las maravillas de ingeniería del mundo y fue abierto en 1914, creará una bonanza de empleos para Panamá, con una población de 3 millones de personas, e impulsará un fuerte crecimiento económico.
Pero los críticos advierten que podría llevar a la bancarrota a la pequeña nación, que tiene actualmente una gran deuda y donde la mayoría de la gente vive en la pobreza, si los costos se disparan. Los contribuyentes se podrían ver forzados a pagar más impuestos y los inversionistas podrían perder su dinero.
El domingo, largas filas de votantes soportaron el intenso sol para concurrir a las urnas en Ciudad de Panamá y en otras localidades del interior del país.
En Paraíso, un pequeño poblado de afroamericanos angloparlantes, el policía retirado Crispin Mayers, de 79 años, dijo que apoya la expansión del canal porque traería más dinero.
"Mis padres vinieron de Jamaica para cavar la gran zanja (el canal). Este es un voto importante (…) y me gustaría que saliera adelante" el proyecto, dijo afuera de la escuela Omar Torrijos junto a palmeras que se movían al ritmo de la brisa tropical.
CANAL HISTORICO
Torrijos fue el dictador panameño que en la década de 1970 pavimentó el camino para retomar el control del canal, en manos de Estados Unidos, lo que obró en favor de su hijo, el actual mandatario Martín Torrijos, cuando buscó la presidencia.
David Guardia, un vendedor de pescado en la empobrecida ciudad de Caillimito, al norte de Ciudad de Panamá, votó por el "no" alegando que era demasiado riesgoso para una nación pobre y que el gobierno estaba yendo demasiado rápido. "Creo en la expansión, pero escalón por escalón, paso a paso," dijo Guardia.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo grupo de exclusas más anchas y más profundas, así como canales de acceso más grandes para permitir el paso de barcos con 12.000 contenedores, mucho mayores a los de 4.000 contenedores que pueden pasar actualmente.
El proyecto, que arrancará en el 2008 y finalizaría en el 2014, necesita 2.300 millones de dólares en préstamos o bonos que serían pagados con un incremento en los peajes de las naves que usan el canal.
Los trabajos no interrumpirán el tráfico de barcos en la zona y crearían 7.000 trabajos directos y hasta 40.000 indirectos.
En unos tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el dictador Torrijos, Estados Unidos accedió a devolver el control del canal a Panamá en 1999.
Cuando fue abierto, el Canal de Panamá fue el proyecto más caro alguna vez realizado por Estados Unidos, a un costo de 375 millones de dólares, cuatro veces el del Canal de Suez. Francia había empezado a construir el el canal en el siglo XIX pero lo interrumpió por falta de recursos.
Con el 64.52 por ciento de los votos computados, el 78.66 por ciento de los panameños aprobó el proyecto, que permitirá a barcos de gran tamaño cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, mientras que los votos en contra sumaban un 21.34 por ciento.
"La historia registrará este día como el que los panameños tomaron la mayor decisión sobre el Canal de Panamá y sobre su futuro, por ellos mismos," dijo a Reuters el ministro para asuntos del canal, Ricaurte Vásquez.
El gobierno asegura que la expansión del canal, que es una de las maravillas de ingeniería del mundo y fue abierto en 1914, creará una bonanza de empleos para Panamá, con una población de 3 millones de personas, e impulsará un fuerte crecimiento económico.
Pero los críticos advierten que podría llevar a la bancarrota a la pequeña nación, que tiene actualmente una gran deuda y donde la mayoría de la gente vive en la pobreza, si los costos se disparan. Los contribuyentes se podrían ver forzados a pagar más impuestos y los inversionistas podrían perder su dinero.
El domingo, largas filas de votantes soportaron el intenso sol para concurrir a las urnas en Ciudad de Panamá y en otras localidades del interior del país.
En Paraíso, un pequeño poblado de afroamericanos angloparlantes, el policía retirado Crispin Mayers, de 79 años, dijo que apoya la expansión del canal porque traería más dinero.
"Mis padres vinieron de Jamaica para cavar la gran zanja (el canal). Este es un voto importante (…) y me gustaría que saliera adelante" el proyecto, dijo afuera de la escuela Omar Torrijos junto a palmeras que se movían al ritmo de la brisa tropical.
CANAL HISTORICO
Torrijos fue el dictador panameño que en la década de 1970 pavimentó el camino para retomar el control del canal, en manos de Estados Unidos, lo que obró en favor de su hijo, el actual mandatario Martín Torrijos, cuando buscó la presidencia.
David Guardia, un vendedor de pescado en la empobrecida ciudad de Caillimito, al norte de Ciudad de Panamá, votó por el "no" alegando que era demasiado riesgoso para una nación pobre y que el gobierno estaba yendo demasiado rápido. "Creo en la expansión, pero escalón por escalón, paso a paso," dijo Guardia.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo grupo de exclusas más anchas y más profundas, así como canales de acceso más grandes para permitir el paso de barcos con 12.000 contenedores, mucho mayores a los de 4.000 contenedores que pueden pasar actualmente.
El proyecto, que arrancará en el 2008 y finalizaría en el 2014, necesita 2.300 millones de dólares en préstamos o bonos que serían pagados con un incremento en los peajes de las naves que usan el canal.
Los trabajos no interrumpirán el tráfico de barcos en la zona y crearían 7.000 trabajos directos y hasta 40.000 indirectos.
En unos tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el dictador Torrijos, Estados Unidos accedió a devolver el control del canal a Panamá en 1999.
Cuando fue abierto, el Canal de Panamá fue el proyecto más caro alguna vez realizado por Estados Unidos, a un costo de 375 millones de dólares, cuatro veces el del Canal de Suez. Francia había empezado a construir el el canal en el siglo XIX pero lo interrumpió por falta de recursos.
Con el 64.52 por ciento de los votos computados, el 78.66 por ciento de los panameños aprobó el proyecto, que permitirá a barcos de gran tamaño cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, mientras que los votos en contra sumaban un 21.34 por ciento.
"La historia registrará este día como el que los panameños tomaron la mayor decisión sobre el Canal de Panamá y sobre su futuro, por ellos mismos," dijo a Reuters el ministro para asuntos del canal, Ricaurte Vásquez.
El gobierno asegura que la expansión del canal, que es una de las maravillas de ingeniería del mundo y fue abierto en 1914, creará una bonanza de empleos para Panamá, con una población de 3 millones de personas, e impulsará un fuerte crecimiento económico.
Pero los críticos advierten que podría llevar a la bancarrota a la pequeña nación, que tiene actualmente una gran deuda y donde la mayoría de la gente vive en la pobreza, si los costos se disparan. Los contribuyentes se podrían ver forzados a pagar más impuestos y los inversionistas podrían perder su dinero.
El domingo, largas filas de votantes soportaron el intenso sol para concurrir a las urnas en Ciudad de Panamá y en otras localidades del interior del país.
En Paraíso, un pequeño poblado de afroamericanos angloparlantes, el policía retirado Crispin Mayers, de 79 años, dijo que apoya la expansión del canal porque traería más dinero.
"Mis padres vinieron de Jamaica para cavar la gran zanja (el canal). Este es un voto importante (…) y me gustaría que saliera adelante" el proyecto, dijo afuera de la escuela Omar Torrijos junto a palmeras que se movían al ritmo de la brisa tropical.
CANAL HISTORICO
Torrijos fue el dictador panameño que en la década de 1970 pavimentó el camino para retomar el control del canal, en manos de Estados Unidos, lo que obró en favor de su hijo, el actual mandatario Martín Torrijos, cuando buscó la presidencia.
David Guardia, un vendedor de pescado en la empobrecida ciudad de Caillimito, al norte de Ciudad de Panamá, votó por el "no" alegando que era demasiado riesgoso para una nación pobre y que el gobierno estaba yendo demasiado rápido. "Creo en la expansión, pero escalón por escalón, paso a paso," dijo Guardia.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo grupo de exclusas más anchas y más profundas, así como canales de acceso más grandes para permitir el paso de barcos con 12.000 contenedores, mucho mayores a los de 4.000 contenedores que pueden pasar actualmente.
El proyecto, que arrancará en el 2008 y finalizaría en el 2014, necesita 2.300 millones de dólares en préstamos o bonos que serían pagados con un incremento en los peajes de las naves que usan el canal.
Los trabajos no interrumpirán el tráfico de barcos en la zona y crearían 7.000 trabajos directos y hasta 40.000 indirectos.
En unos tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el dictador Torrijos, Estados Unidos accedió a devolver el control del canal a Panamá en 1999.
Cuando fue abierto, el Canal de Panamá fue el proyecto más caro alguna vez realizado por Estados Unidos, a un costo de 375 millones de dólares, cuatro veces el del Canal de Suez. Francia había empezado a construir el el canal en el siglo XIX pero lo interrumpió por falta de recursos.
Con el 64.52 por ciento de los votos computados, el 78.66 por ciento de los panameños aprobó el proyecto, que permitirá a barcos de gran tamaño cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, mientras que los votos en contra sumaban un 21.34 por ciento.
"La historia registrará este día como el que los panameños tomaron la mayor decisión sobre el Canal de Panamá y sobre su futuro, por ellos mismos," dijo a Reuters el ministro para asuntos del canal, Ricaurte Vásquez.
El gobierno asegura que la expansión del canal, que es una de las maravillas de ingeniería del mundo y fue abierto en 1914, creará una bonanza de empleos para Panamá, con una población de 3 millones de personas, e impulsará un fuerte crecimiento económico.
Pero los críticos advierten que podría llevar a la bancarrota a la pequeña nación, que tiene actualmente una gran deuda y donde la mayoría de la gente vive en la pobreza, si los costos se disparan. Los contribuyentes se podrían ver forzados a pagar más impuestos y los inversionistas podrían perder su dinero.
El domingo, largas filas de votantes soportaron el intenso sol para concurrir a las urnas en Ciudad de Panamá y en otras localidades del interior del país.
En Paraíso, un pequeño poblado de afroamericanos angloparlantes, el policía retirado Crispin Mayers, de 79 años, dijo que apoya la expansión del canal porque traería más dinero.
"Mis padres vinieron de Jamaica para cavar la gran zanja (el canal). Este es un voto importante (…) y me gustaría que saliera adelante" el proyecto, dijo afuera de la escuela Omar Torrijos junto a palmeras que se movían al ritmo de la brisa tropical.
CANAL HISTORICO
Torrijos fue el dictador panameño que en la década de 1970 pavimentó el camino para retomar el control del canal, en manos de Estados Unidos, lo que obró en favor de su hijo, el actual mandatario Martín Torrijos, cuando buscó la presidencia.
David Guardia, un vendedor de pescado en la empobrecida ciudad de Caillimito, al norte de Ciudad de Panamá, votó por el "no" alegando que era demasiado riesgoso para una nación pobre y que el gobierno estaba yendo demasiado rápido. "Creo en la expansión, pero escalón por escalón, paso a paso," dijo Guardia.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo grupo de exclusas más anchas y más profundas, así como canales de acceso más grandes para permitir el paso de barcos con 12.000 contenedores, mucho mayores a los de 4.000 contenedores que pueden pasar actualmente.
El proyecto, que arrancará en el 2008 y finalizaría en el 2014, necesita 2.300 millones de dólares en préstamos o bonos que serían pagados con un incremento en los peajes de las naves que usan el canal.
Los trabajos no interrumpirán el tráfico de barcos en la zona y crearían 7.000 trabajos directos y hasta 40.000 indirectos.
En unos tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el dictador Torrijos, Estados Unidos accedió a devolver el control del canal a Panamá en 1999.
Cuando fue abierto, el Canal de Panamá fue el proyecto más caro alguna vez realizado por Estados Unidos, a un costo de 375 millones de dólares, cuatro veces el del Canal de Suez. Francia había empezado a construir el el canal en el siglo XIX pero lo interrumpió por falta de recursos.
Con el 64.52 por ciento de los votos computados, el 78.66 por ciento de los panameños aprobó el proyecto, que permitirá a barcos de gran tamaño cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, mientras que los votos en contra sumaban un 21.34 por ciento.
"La historia registrará este día como el que los panameños tomaron la mayor decisión sobre el Canal de Panamá y sobre su futuro, por ellos mismos," dijo a Reuters el ministro para asuntos del canal, Ricaurte Vásquez.
El gobierno asegura que la expansión del canal, que es una de las maravillas de ingeniería del mundo y fue abierto en 1914, creará una bonanza de empleos para Panamá, con una población de 3 millones de personas, e impulsará un fuerte crecimiento económico.
Pero los críticos advierten que podría llevar a la bancarrota a la pequeña nación, que tiene actualmente una gran deuda y donde la mayoría de la gente vive en la pobreza, si los costos se disparan. Los contribuyentes se podrían ver forzados a pagar más impuestos y los inversionistas podrían perder su dinero.
El domingo, largas filas de votantes soportaron el intenso sol para concurrir a las urnas en Ciudad de Panamá y en otras localidades del interior del país.
En Paraíso, un pequeño poblado de afroamericanos angloparlantes, el policía retirado Crispin Mayers, de 79 años, dijo que apoya la expansión del canal porque traería más dinero.
"Mis padres vinieron de Jamaica para cavar la gran zanja (el canal). Este es un voto importante (…) y me gustaría que saliera adelante" el proyecto, dijo afuera de la escuela Omar Torrijos junto a palmeras que se movían al ritmo de la brisa tropical.
CANAL HISTORICO
Torrijos fue el dictador panameño que en la década de 1970 pavimentó el camino para retomar el control del canal, en manos de Estados Unidos, lo que obró en favor de su hijo, el actual mandatario Martín Torrijos, cuando buscó la presidencia.
David Guardia, un vendedor de pescado en la empobrecida ciudad de Caillimito, al norte de Ciudad de Panamá, votó por el "no" alegando que era demasiado riesgoso para una nación pobre y que el gobierno estaba yendo demasiado rápido. "Creo en la expansión, pero escalón por escalón, paso a paso," dijo Guardia.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo grupo de exclusas más anchas y más profundas, así como canales de acceso más grandes para permitir el paso de barcos con 12.000 contenedores, mucho mayores a los de 4.000 contenedores que pueden pasar actualmente.
El proyecto, que arrancará en el 2008 y finalizaría en el 2014, necesita 2.300 millones de dólares en préstamos o bonos que serían pagados con un incremento en los peajes de las naves que usan el canal.
Los trabajos no interrumpirán el tráfico de barcos en la zona y crearían 7.000 trabajos directos y hasta 40.000 indirectos.
En unos tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el dictador Torrijos, Estados Unidos accedió a devolver el control del canal a Panamá en 1999.
Cuando fue abierto, el Canal de Panamá fue el proyecto más caro alguna vez realizado por Estados Unidos, a un costo de 375 millones de dólares, cuatro veces el del Canal de Suez. Francia había empezado a construir el el canal en el siglo XIX pero lo interrumpió por falta de recursos.
Con el 64.52 por ciento de los votos computados, el 78.66 por ciento de los panameños aprobó el proyecto, que permitirá a barcos de gran tamaño cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico, mientras que los votos en contra sumaban un 21.34 por ciento.
"La historia registrará este día como el que los panameños tomaron la mayor decisión sobre el Canal de Panamá y sobre su futuro, por ellos mismos," dijo a Reuters el ministro para asuntos del canal, Ricaurte Vásquez.
El gobierno asegura que la expansión del canal, que es una de las maravillas de ingeniería del mundo y fue abierto en 1914, creará una bonanza de empleos para Panamá, con una población de 3 millones de personas, e impulsará un fuerte crecimiento económico.
Pero los críticos advierten que podría llevar a la bancarrota a la pequeña nación, que tiene actualmente una gran deuda y donde la mayoría de la gente vive en la pobreza, si los costos se disparan. Los contribuyentes se podrían ver forzados a pagar más impuestos y los inversionistas podrían perder su dinero.
El domingo, largas filas de votantes soportaron el intenso sol para concurrir a las urnas en Ciudad de Panamá y en otras localidades del interior del país.
En Paraíso, un pequeño poblado de afroamericanos angloparlantes, el policía retirado Crispin Mayers, de 79 años, dijo que apoya la expansión del canal porque traería más dinero.
"Mis padres vinieron de Jamaica para cavar la gran zanja (el canal). Este es un voto importante (…) y me gustaría que saliera adelante" el proyecto, dijo afuera de la escuela Omar Torrijos junto a palmeras que se movían al ritmo de la brisa tropical.
CANAL HISTORICO
Torrijos fue el dictador panameño que en la década de 1970 pavimentó el camino para retomar el control del canal, en manos de Estados Unidos, lo que obró en favor de su hijo, el actual mandatario Martín Torrijos, cuando buscó la presidencia.
David Guardia, un vendedor de pescado en la empobrecida ciudad de Caillimito, al norte de Ciudad de Panamá, votó por el "no" alegando que era demasiado riesgoso para una nación pobre y que el gobierno estaba yendo demasiado rápido. "Creo en la expansión, pero escalón por escalón, paso a paso," dijo Guardia.
El proyecto contempla la construcción de un nuevo grupo de exclusas más anchas y más profundas, así como canales de acceso más grandes para permitir el paso de barcos con 12.000 contenedores, mucho mayores a los de 4.000 contenedores que pueden pasar actualmente.
El proyecto, que arrancará en el 2008 y finalizaría en el 2014, necesita 2.300 millones de dólares en préstamos o bonos que serían pagados con un incremento en los peajes de las naves que usan el canal.
Los trabajos no interrumpirán el tráfico de barcos en la zona y crearían 7.000 trabajos directos y hasta 40.000 indirectos.
En unos tratados firmados en 1977 por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el dictador Torrijos, Estados Unidos accedió a devolver el control del canal a Panamá en 1999.
Cuando fue abierto, el Canal de Panamá fue el proyecto más caro alguna vez realizado por Estados Unidos, a un costo de 375 millones de dólares, cuatro veces el del Canal de Suez. Francia había empezado a construir el el canal en el siglo XIX pero lo interrumpió por falta de recursos.