Un 79% de 2.092 panameños encuestados entre el 6 y 8 de octubre respondió que votaría que "Sí", mientras que un 21% lo haría negativamente, de acuerdo a la encuesta de la consultora Dichter y Neira confeccionada para el diario La Prensa.
El periódico explicó que en esta ocasión se simuló una votación y que no se tomaron en cuenta los votos nulos y en blanco. La encuesta registró un margen de error de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
El período para la publicación de encuestas concluyó este miércoles.
El sondeo de Dichter y Neira muestra casi las mismas proyecciones de otras dos encuestas divulgadas el lunes, que destacaron un respaldo mayoritario a la propuesta de ampliar la vía interoceánica de 92 años.
La Prensa advirtió, no obstante, que faltan diez días para el referéndum y que "pueden haber cambios en la opinión pública. De manera que los resultados de la actual votación ficticia a favor de la ampliación podrían variar".
Desde que se anunció el proyecto en abril, la mayoría de los sondeos ha mostrado proyecciones favorables a la propuesta.
El proyecto consiste en la construcción de dos nuevas esclusas en las entradas del Atlántico y Pacífico del canal, a fin de permitir el paso de cargueros gigantescos. El costo del plan fue estimado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 5.250 millones de dólares.
La ACP ha señalado que se requerirían alrededor de 2.300 millones de dólares de financiamiento para los años más intensos en la construcción de las esclusas, y que el costo de la obra se pagará con aumentos en la tasa de peajes.
Los promotores de la expansión realizan una intensa campaña por los medios enfatizando que con el proyecto se aumentaría la capacidad y competitividad de la vía, y que a su vez se incrementarían los aportes a las arcas del Estado. La campaña de los grupos opuestos al proyecto es prácticamente nula, lo cual se debe _de acuerdo a algunos de sus miembros_ a que carecen de dinero para ello.
El referéndum tendrá lugar siete años después de que los Estados Unidos traspasaran plenamente el control de la vía a manos de Panamá y pusiera fin a su larga presencia militar en el istmo.
Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de la vía, por donde cruza entre el 4 y 5% de la carga marítima mundial. China, Japón, Corea del Sur y Chile son los otros clientes más importantes.
Estados Unidos terminó la construcción del canal y lo abrió al mundo en 1914.
Un 79% de 2.092 panameños encuestados entre el 6 y 8 de octubre respondió que votaría que "Sí", mientras que un 21% lo haría negativamente, de acuerdo a la encuesta de la consultora Dichter y Neira confeccionada para el diario La Prensa.
El periódico explicó que en esta ocasión se simuló una votación y que no se tomaron en cuenta los votos nulos y en blanco. La encuesta registró un margen de error de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
El período para la publicación de encuestas concluyó este miércoles.
El sondeo de Dichter y Neira muestra casi las mismas proyecciones de otras dos encuestas divulgadas el lunes, que destacaron un respaldo mayoritario a la propuesta de ampliar la vía interoceánica de 92 años.
La Prensa advirtió, no obstante, que faltan diez días para el referéndum y que "pueden haber cambios en la opinión pública. De manera que los resultados de la actual votación ficticia a favor de la ampliación podrían variar".
Desde que se anunció el proyecto en abril, la mayoría de los sondeos ha mostrado proyecciones favorables a la propuesta.
El proyecto consiste en la construcción de dos nuevas esclusas en las entradas del Atlántico y Pacífico del canal, a fin de permitir el paso de cargueros gigantescos. El costo del plan fue estimado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 5.250 millones de dólares.
La ACP ha señalado que se requerirían alrededor de 2.300 millones de dólares de financiamiento para los años más intensos en la construcción de las esclusas, y que el costo de la obra se pagará con aumentos en la tasa de peajes.
Los promotores de la expansión realizan una intensa campaña por los medios enfatizando que con el proyecto se aumentaría la capacidad y competitividad de la vía, y que a su vez se incrementarían los aportes a las arcas del Estado. La campaña de los grupos opuestos al proyecto es prácticamente nula, lo cual se debe _de acuerdo a algunos de sus miembros_ a que carecen de dinero para ello.
El referéndum tendrá lugar siete años después de que los Estados Unidos traspasaran plenamente el control de la vía a manos de Panamá y pusiera fin a su larga presencia militar en el istmo.
Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de la vía, por donde cruza entre el 4 y 5% de la carga marítima mundial. China, Japón, Corea del Sur y Chile son los otros clientes más importantes.
Estados Unidos terminó la construcción del canal y lo abrió al mundo en 1914.
Un 79% de 2.092 panameños encuestados entre el 6 y 8 de octubre respondió que votaría que "Sí", mientras que un 21% lo haría negativamente, de acuerdo a la encuesta de la consultora Dichter y Neira confeccionada para el diario La Prensa.
El periódico explicó que en esta ocasión se simuló una votación y que no se tomaron en cuenta los votos nulos y en blanco. La encuesta registró un margen de error de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
El período para la publicación de encuestas concluyó este miércoles.
El sondeo de Dichter y Neira muestra casi las mismas proyecciones de otras dos encuestas divulgadas el lunes, que destacaron un respaldo mayoritario a la propuesta de ampliar la vía interoceánica de 92 años.
La Prensa advirtió, no obstante, que faltan diez días para el referéndum y que "pueden haber cambios en la opinión pública. De manera que los resultados de la actual votación ficticia a favor de la ampliación podrían variar".
Desde que se anunció el proyecto en abril, la mayoría de los sondeos ha mostrado proyecciones favorables a la propuesta.
El proyecto consiste en la construcción de dos nuevas esclusas en las entradas del Atlántico y Pacífico del canal, a fin de permitir el paso de cargueros gigantescos. El costo del plan fue estimado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 5.250 millones de dólares.
La ACP ha señalado que se requerirían alrededor de 2.300 millones de dólares de financiamiento para los años más intensos en la construcción de las esclusas, y que el costo de la obra se pagará con aumentos en la tasa de peajes.
Los promotores de la expansión realizan una intensa campaña por los medios enfatizando que con el proyecto se aumentaría la capacidad y competitividad de la vía, y que a su vez se incrementarían los aportes a las arcas del Estado. La campaña de los grupos opuestos al proyecto es prácticamente nula, lo cual se debe _de acuerdo a algunos de sus miembros_ a que carecen de dinero para ello.
El referéndum tendrá lugar siete años después de que los Estados Unidos traspasaran plenamente el control de la vía a manos de Panamá y pusiera fin a su larga presencia militar en el istmo.
Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de la vía, por donde cruza entre el 4 y 5% de la carga marítima mundial. China, Japón, Corea del Sur y Chile son los otros clientes más importantes.
Estados Unidos terminó la construcción del canal y lo abrió al mundo en 1914.
Un 79% de 2.092 panameños encuestados entre el 6 y 8 de octubre respondió que votaría que "Sí", mientras que un 21% lo haría negativamente, de acuerdo a la encuesta de la consultora Dichter y Neira confeccionada para el diario La Prensa.
El periódico explicó que en esta ocasión se simuló una votación y que no se tomaron en cuenta los votos nulos y en blanco. La encuesta registró un margen de error de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
El período para la publicación de encuestas concluyó este miércoles.
El sondeo de Dichter y Neira muestra casi las mismas proyecciones de otras dos encuestas divulgadas el lunes, que destacaron un respaldo mayoritario a la propuesta de ampliar la vía interoceánica de 92 años.
La Prensa advirtió, no obstante, que faltan diez días para el referéndum y que "pueden haber cambios en la opinión pública. De manera que los resultados de la actual votación ficticia a favor de la ampliación podrían variar".
Desde que se anunció el proyecto en abril, la mayoría de los sondeos ha mostrado proyecciones favorables a la propuesta.
El proyecto consiste en la construcción de dos nuevas esclusas en las entradas del Atlántico y Pacífico del canal, a fin de permitir el paso de cargueros gigantescos. El costo del plan fue estimado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 5.250 millones de dólares.
La ACP ha señalado que se requerirían alrededor de 2.300 millones de dólares de financiamiento para los años más intensos en la construcción de las esclusas, y que el costo de la obra se pagará con aumentos en la tasa de peajes.
Los promotores de la expansión realizan una intensa campaña por los medios enfatizando que con el proyecto se aumentaría la capacidad y competitividad de la vía, y que a su vez se incrementarían los aportes a las arcas del Estado. La campaña de los grupos opuestos al proyecto es prácticamente nula, lo cual se debe _de acuerdo a algunos de sus miembros_ a que carecen de dinero para ello.
El referéndum tendrá lugar siete años después de que los Estados Unidos traspasaran plenamente el control de la vía a manos de Panamá y pusiera fin a su larga presencia militar en el istmo.
Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de la vía, por donde cruza entre el 4 y 5% de la carga marítima mundial. China, Japón, Corea del Sur y Chile son los otros clientes más importantes.
Estados Unidos terminó la construcción del canal y lo abrió al mundo en 1914.
Un 79% de 2.092 panameños encuestados entre el 6 y 8 de octubre respondió que votaría que "Sí", mientras que un 21% lo haría negativamente, de acuerdo a la encuesta de la consultora Dichter y Neira confeccionada para el diario La Prensa.
El periódico explicó que en esta ocasión se simuló una votación y que no se tomaron en cuenta los votos nulos y en blanco. La encuesta registró un margen de error de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
El período para la publicación de encuestas concluyó este miércoles.
El sondeo de Dichter y Neira muestra casi las mismas proyecciones de otras dos encuestas divulgadas el lunes, que destacaron un respaldo mayoritario a la propuesta de ampliar la vía interoceánica de 92 años.
La Prensa advirtió, no obstante, que faltan diez días para el referéndum y que "pueden haber cambios en la opinión pública. De manera que los resultados de la actual votación ficticia a favor de la ampliación podrían variar".
Desde que se anunció el proyecto en abril, la mayoría de los sondeos ha mostrado proyecciones favorables a la propuesta.
El proyecto consiste en la construcción de dos nuevas esclusas en las entradas del Atlántico y Pacífico del canal, a fin de permitir el paso de cargueros gigantescos. El costo del plan fue estimado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 5.250 millones de dólares.
La ACP ha señalado que se requerirían alrededor de 2.300 millones de dólares de financiamiento para los años más intensos en la construcción de las esclusas, y que el costo de la obra se pagará con aumentos en la tasa de peajes.
Los promotores de la expansión realizan una intensa campaña por los medios enfatizando que con el proyecto se aumentaría la capacidad y competitividad de la vía, y que a su vez se incrementarían los aportes a las arcas del Estado. La campaña de los grupos opuestos al proyecto es prácticamente nula, lo cual se debe _de acuerdo a algunos de sus miembros_ a que carecen de dinero para ello.
El referéndum tendrá lugar siete años después de que los Estados Unidos traspasaran plenamente el control de la vía a manos de Panamá y pusiera fin a su larga presencia militar en el istmo.
Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de la vía, por donde cruza entre el 4 y 5% de la carga marítima mundial. China, Japón, Corea del Sur y Chile son los otros clientes más importantes.
Estados Unidos terminó la construcción del canal y lo abrió al mundo en 1914.
Un 79% de 2.092 panameños encuestados entre el 6 y 8 de octubre respondió que votaría que "Sí", mientras que un 21% lo haría negativamente, de acuerdo a la encuesta de la consultora Dichter y Neira confeccionada para el diario La Prensa.
El periódico explicó que en esta ocasión se simuló una votación y que no se tomaron en cuenta los votos nulos y en blanco. La encuesta registró un margen de error de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
El período para la publicación de encuestas concluyó este miércoles.
El sondeo de Dichter y Neira muestra casi las mismas proyecciones de otras dos encuestas divulgadas el lunes, que destacaron un respaldo mayoritario a la propuesta de ampliar la vía interoceánica de 92 años.
La Prensa advirtió, no obstante, que faltan diez días para el referéndum y que "pueden haber cambios en la opinión pública. De manera que los resultados de la actual votación ficticia a favor de la ampliación podrían variar".
Desde que se anunció el proyecto en abril, la mayoría de los sondeos ha mostrado proyecciones favorables a la propuesta.
El proyecto consiste en la construcción de dos nuevas esclusas en las entradas del Atlántico y Pacífico del canal, a fin de permitir el paso de cargueros gigantescos. El costo del plan fue estimado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 5.250 millones de dólares.
La ACP ha señalado que se requerirían alrededor de 2.300 millones de dólares de financiamiento para los años más intensos en la construcción de las esclusas, y que el costo de la obra se pagará con aumentos en la tasa de peajes.
Los promotores de la expansión realizan una intensa campaña por los medios enfatizando que con el proyecto se aumentaría la capacidad y competitividad de la vía, y que a su vez se incrementarían los aportes a las arcas del Estado. La campaña de los grupos opuestos al proyecto es prácticamente nula, lo cual se debe _de acuerdo a algunos de sus miembros_ a que carecen de dinero para ello.
El referéndum tendrá lugar siete años después de que los Estados Unidos traspasaran plenamente el control de la vía a manos de Panamá y pusiera fin a su larga presencia militar en el istmo.
Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de la vía, por donde cruza entre el 4 y 5% de la carga marítima mundial. China, Japón, Corea del Sur y Chile son los otros clientes más importantes.
Estados Unidos terminó la construcción del canal y lo abrió al mundo en 1914.
Un 79% de 2.092 panameños encuestados entre el 6 y 8 de octubre respondió que votaría que "Sí", mientras que un 21% lo haría negativamente, de acuerdo a la encuesta de la consultora Dichter y Neira confeccionada para el diario La Prensa.
El periódico explicó que en esta ocasión se simuló una votación y que no se tomaron en cuenta los votos nulos y en blanco. La encuesta registró un margen de error de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
El período para la publicación de encuestas concluyó este miércoles.
El sondeo de Dichter y Neira muestra casi las mismas proyecciones de otras dos encuestas divulgadas el lunes, que destacaron un respaldo mayoritario a la propuesta de ampliar la vía interoceánica de 92 años.
La Prensa advirtió, no obstante, que faltan diez días para el referéndum y que "pueden haber cambios en la opinión pública. De manera que los resultados de la actual votación ficticia a favor de la ampliación podrían variar".
Desde que se anunció el proyecto en abril, la mayoría de los sondeos ha mostrado proyecciones favorables a la propuesta.
El proyecto consiste en la construcción de dos nuevas esclusas en las entradas del Atlántico y Pacífico del canal, a fin de permitir el paso de cargueros gigantescos. El costo del plan fue estimado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 5.250 millones de dólares.
La ACP ha señalado que se requerirían alrededor de 2.300 millones de dólares de financiamiento para los años más intensos en la construcción de las esclusas, y que el costo de la obra se pagará con aumentos en la tasa de peajes.
Los promotores de la expansión realizan una intensa campaña por los medios enfatizando que con el proyecto se aumentaría la capacidad y competitividad de la vía, y que a su vez se incrementarían los aportes a las arcas del Estado. La campaña de los grupos opuestos al proyecto es prácticamente nula, lo cual se debe _de acuerdo a algunos de sus miembros_ a que carecen de dinero para ello.
El referéndum tendrá lugar siete años después de que los Estados Unidos traspasaran plenamente el control de la vía a manos de Panamá y pusiera fin a su larga presencia militar en el istmo.
Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de la vía, por donde cruza entre el 4 y 5% de la carga marítima mundial. China, Japón, Corea del Sur y Chile son los otros clientes más importantes.
Estados Unidos terminó la construcción del canal y lo abrió al mundo en 1914.
Un 79% de 2.092 panameños encuestados entre el 6 y 8 de octubre respondió que votaría que "Sí", mientras que un 21% lo haría negativamente, de acuerdo a la encuesta de la consultora Dichter y Neira confeccionada para el diario La Prensa.
El periódico explicó que en esta ocasión se simuló una votación y que no se tomaron en cuenta los votos nulos y en blanco. La encuesta registró un margen de error de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
El período para la publicación de encuestas concluyó este miércoles.
El sondeo de Dichter y Neira muestra casi las mismas proyecciones de otras dos encuestas divulgadas el lunes, que destacaron un respaldo mayoritario a la propuesta de ampliar la vía interoceánica de 92 años.
La Prensa advirtió, no obstante, que faltan diez días para el referéndum y que "pueden haber cambios en la opinión pública. De manera que los resultados de la actual votación ficticia a favor de la ampliación podrían variar".
Desde que se anunció el proyecto en abril, la mayoría de los sondeos ha mostrado proyecciones favorables a la propuesta.
El proyecto consiste en la construcción de dos nuevas esclusas en las entradas del Atlántico y Pacífico del canal, a fin de permitir el paso de cargueros gigantescos. El costo del plan fue estimado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en 5.250 millones de dólares.
La ACP ha señalado que se requerirían alrededor de 2.300 millones de dólares de financiamiento para los años más intensos en la construcción de las esclusas, y que el costo de la obra se pagará con aumentos en la tasa de peajes.
Los promotores de la expansión realizan una intensa campaña por los medios enfatizando que con el proyecto se aumentaría la capacidad y competitividad de la vía, y que a su vez se incrementarían los aportes a las arcas del Estado. La campaña de los grupos opuestos al proyecto es prácticamente nula, lo cual se debe _de acuerdo a algunos de sus miembros_ a que carecen de dinero para ello.
El referéndum tendrá lugar siete años después de que los Estados Unidos traspasaran plenamente el control de la vía a manos de Panamá y pusiera fin a su larga presencia militar en el istmo.
Estados Unidos sigue siendo el principal usuario de la vía, por donde cruza entre el 4 y 5% de la carga marítima mundial. China, Japón, Corea del Sur y Chile son los otros clientes más importantes.
Estados Unidos terminó la construcción del canal y lo abrió al mundo en 1914.