NORFOLK, EUA.- En lo referente a la seguridad, muy pocos puertos son tan vigilados como el Norfolk International Terminals (NIT) de Norfolk, Virginia.
Estas instalaciones disponen de sensores de seguridad especiales instalados en las grúas que cargan cada día miles de contenedores en buques. Los sensores buscan cualquier radiación que revele la presencia de algún dispositivo nuclear clandestino que, en el caso de explotar, podría destruir barcos de guerra de la flota estadounidense en el Atlántico, anclados a unos cuantos metros del puerto.
Los fabricantes, transportistas y directores del puerto esperan que estas tecnologías ofrezcan también otras ventajas.
Son muchos los que anticipan que las inversiones en tecnologías de seguridad pueden racionalizar el proceso total de entrega.
“Deseamos obtener ventajas en seguridad, así como mayor eficacia operativa”, dice Beth Rooney, jefa de seguridad de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.
El complejo del puerto del área de Nueva York es uno de los tres seleccionados para formar parte en el programa Operación Comercio Seguro, un proyecto piloto de 58 millones de dólares de la Administración Federal de Seguridad en el Transporte.
Los puertos de Los Ángeles/Long Beach y Seattle/Tacoma también forman parte del piloto.
“Existen muchas maneras de mejorar la seguridad y la eficiencia en el puerto y en la cadena de suministro mundial”, afirma Laurence Alvarado, directivo de BearingPoint, que logró un contrato de 14 millones de dólares para gestionar el proyecto piloto de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. Incluye etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) que pueden rastrear la carga, así como sellos electrónicos que permiten a los inspectores abrir los contenedores sin activar explosivos trampa u otros dispositivos de destrucción.
En un estudio reciente sobre cómo las etiquetas de RFID aseguran y rastrean la carga, BearingPoint observó numerosas ventajas posibles para las empresas que envían mercancías de un puerto a otro.
La tecnología hace avanzar las mercancías a través de la cadena de suministro, reduce el manejo de inventario, mejora el servicio al cliente y disminuye el robo. Estas medidas pueden rebajar en varios cientos de dólares por contenedor el costo de desplazar cada unidad por el puerto.
Robert Merhige, director de seguridad del puerto de la Autoridad Portuaria de Virginia, que opera el NIT, explica cómo la tecnología está logrando que su puerto sea más seguro y eficiente.
Las cámaras, los lectores de códigos ópticos y los sistemas de refuerzo mantienen el tráfico en funcionamiento.
Este puerto también es el único de EUA que tiene instalados detectores de radiación en los enlaces para revisar el tráfico saliente de camiones, lo que reduce los tiempos de espera de los camiones a casi la mitad.