Con la obtención de un precio competitivo en el mercado para la atracción de este negocio de exportación de grava, que quedó en seis dólares por tonelada, se espera que en el primer año sean exportadas un millón de toneladas, duplicando esa cifra para el año siguiente.
El gerente de comercialización de API Progreso, Raúl Torre, comentó a T21 que será la empresa Mitsa la encargada de la operación de exportación desde México, cuyo material será en un inicio empleado en labores de reconstrucción en la zona de Nueva Orleáns, devastada por el paso del huracán Katrina.
Precisó que será hasta marzo del año entrante cuando se iniciará el movimiento de grava por Progreso, una vez que esté concluido el muelle siete, aún en construcción, ya que su intención es evitar complicaciones por saturación en el atraque de barcos.
Aunque no precisó la cantidad, informó que Mitsa prevé realizar inversiones para la instalación de bandas que trasladen la piedra del patio de operaciones hasta la terminal, en una distancia de seis kilómetros, con una reducción de tiempo en la carga de buques, pues actualmente se lleva en promedio 30 horas en cargar 32 mil toneladas, mientras el objetivo es hacerlo en 14 horas.
Además, se inyectaría capital para la flota de la empresa que transportará la grava desde una mina situada a cinco kilómetros del puerto.
Raúl Torre indicó que se busca ampliar este proyecto ofreciendo este mismo tiempo de material a Pemex, para la protección de sus líneas de conducción que parten de sus plataformas.