El gerente regional de Nippon Yusen Kaisha, José Enrique Fabela, señaló a T21 que actualmente sólo existe un 10% de espacio restante en los nueve buques de la empresa que navegan en la ruta México-Centroamérica, con una capacidad de mil 200 TEUs.
“Será complicado atender a las empresas que requieran este tipo de servicio extraordinario, ya que el tonelaje programado es de acuerdo al mercado existente; como la mayoría de la carga que va de México hacia Centroamérica es llevada por camión, no contamos con mucha reserva en cada embarcación, que en nuestro caso tienen una frecuencia semanal desde el puerto de Manzanillo”, dijo.
El principal problema radica en que tanto NYK como Hanjin Shipping, tienen itinerarios a Centroamérica que combinan con las rutas provenientes de Asia, desde donde viene una gran cantidad de materias primas y van escalando en los puertos mexicanos y centroamericanos para descarga, por lo que el espacio es limitado.
Por su parte, Hanjin Shipping, que desde agosto inició con su ruta México Guatemala Service, sólo le resta el 20% de capacidad a sus buques de mil 118 contenedores que llegan a puerto Quetzal en Guatemala una vez por semana.
El problema es serio, si se toma en cuenta que por la frontera de Ciudad Hidalgo, Chiapas, cruzan diariamente como mínimo 250 cajas de remolque, que sumados semanalmente dan un total de mil 750 remolques. Esto da como resultado un tonelaje estimado de 52 mil 500 toneladas, considerando que en promedio un remolque en México carga con 30 toneladas.
Entonces, para que las navieras pudieran absorber esta carga, sería necesario que tuvieran disponibles más de tres mil TEUs por semana y en lo que respecta a NYK, no tiene contemplado, ni para esta eventualidad, aumentar el tonelaje de su ruta.
A esto habría que agregar los cambios en la logística de los tráficos, pues por lo menos las dos líneas navieras mencionadas arriban a Manzanillo y de allí pasan a Centroamérica, mientras los puertos más cercanos como el de Salina Cruz o Chiapas (antes Puerto Madero) no están en posibilidades de manejar grandes cantidades de contenedores, sobretodo por falta de infraestructura como son patios de recepción, además de que la conectividad hacia ellos también fue dañada por el huracán Stan.