Además de que la devastación de este fenómeno meteorológico fue menor al que pegó hace casi un mes en Nueva Orleans, las líneas navieras decidieron que sus embarcaciones permanecieran a resguardo detrás del huracán, aunque esto significara perder dos o tres días de su arribo programado a puertos estadounidenses.
El director de operaciones de la Agencia Naviera Mexicana (Agnamex), Gregorio Oneto, señaló que fue muy remota la consideración del desvío de carga para México, aún cuando el puerto de Houston fue cerrado por Rita. Agregó que en esta ocasión se prefirió hacer uso de la tecnología con la que cuentan estas embarcaciones y esperar el paso del meteoro.
“Sólo una empresa nos pidió estudiar la viabilidad de pasar la carga que iba destinada a Houston hacia Altamira, pero en general nadie cambió las rutas establecidas”, dijo.
Con esto, se descarta el aprovechamiento que supuestamente por el mal tiempo en los puertos estadounidenses, tendrían los puertos mexicanos en el Golfo de México para ser receptores de esta carga para después enviarla por ferrocarril.