El buque mercante quedó al garete debido a una explosión en su sala de máquinas que no produjo daños personales, según se informó en una comunicación de dicha embarcación y que llegó a través de la estación costera de radio del Callao a las autoridades marítimas peruanas.
La nave de carga que transporta contenedores zarpó del puerto de Balboa, Panamá, y navegaba con destino al puerto de San Antonio, en Chile.
La patrullera Huarmey zarpó en su ayuda a las 16:00 horas del último jueves. Por ello trasladó a seis técnicos de la naviera Maersk, tres alemanes, dos daneses y un argentino, para solucionar las fallas presentadas en las máquinas de la embarcación mercante.
La nave peruana encontró al buque el viernes pasado a las 13:00 horas y luego de la evaluación de los técnicos regresó al puerto del Callao. Aquí se informó que la falla era más seria de lo que se pensaba, por lo que la embarcación deberá ser remolcada al terminal portuario más cercano para efectuar las reparaciones.
La empresa Maersk Sealand Perú realiza las gestiones para conseguir un remolcador de gran envergadura que pueda trasladar al Jeppesen Maersk.