En la semana anterior decomisó 2 toneladas con 29 kilos del adictivo alcaloide y muy cotizado en Europa.
Las indagaciones policiales empezaron hace dos meses, cuando la empresa comercializadora Distrinet realizó las primeras exportaciones de pulpa de frutas y madera ecuatoriana a los mercados de México y Europa.
Según la Unidad de Inteligencia, las operaciones de Distrinet eran vigiladas porque se trataba de una empresa creada en diciembre de 2004 y con una actividad comercial de arrendamiento de bienes muebles e inmuebles.
“Eso no tiene nada que ver con las exportaciones de pulpa de fruta. Rápidamente se la calificó dentro del perfil de riesgo”, señala el informe de Antinarcóticos.
La mercadería (pulpa de piña, guayaba y papaya) provenía de la firma Pulpa Fresh, ubicada en Quito, pero fue transportada por Raticorp al puerto de Guayaquil.
La firma Distrinet se encargaba de las ventas externas y la compañía Solence realizaba los trámites de exportación y era gerenciada por Walter Fernando Luna (agente afianzador de Aduanas).
En dos ocasiones los contenedores de la empresa fueron abiertos y examinados por los agentes, pero no se encontraron drogas; fue hasta que una llamada telefónica los alertó, según la información de la Policía, y realizaron el pasado 25 de julio un operativo de control en dos contenedores que tenían como destino el puerto de Manzanillo, en México.
Uno de ellos llevada la droga escondida en el fondo del contenedor, que pretendía ser embarcado en el buque CSAV Tianjin. Se trataba de 206 cartones que contenían 1,857 paquetes con un peso de dos toneladas con 29 kilos. Su valor comercial en el mercado interno superaba los US $5 millones, pero en el mercado internacional bordeaba los US $60 millones.
La primera pista fue ubicar los documentos de manifiesto de cargas, documentos aduaneros (DUI), guías de remisión, guías de carga, entre otros papales que permitieron verificar las direcciones y procedencias de los contenedores.
De esta forma, la Fiscalía, junto con la Policía, pudo conocer quiénes eran los sospechosos que participaron la operación de supuesto tráfico. Esa organización, dice Antidrogas, ocupaba personal de la empresa exportadora, agentes afianzados y hasta los conductores de las compañías de Distrinet y Raticorp.
Para el coronel Leonardo Brito, jefe provincial Antinarcóticos del Guayas, la red tenía vinculaciones internacionales por el sistema de transporte y los contactos. “La droga vino de Colombia y llegó a Quito para luego trasladarse a Guayaquil. Hay una logística y sistemas de comercialización”.
En este cargamento involucra a los dueños y empleados de las empresas Distrinet, Raticorp, Solence y Pulpa Fresh.
Según Brito, las investigaciones seguirán, ya que se debe buscar a las personas que colocaron la droga en el país y a los que la iban a recibir en México o en Europa.