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De este total de contribuyentes son las Micro y Pequeñas Empresas (MiPyMEs) dedicadas en su mayoría a los servicios y comercio, las personas físicas con actividad empresarial y los profesionistas independientes quienes tienen mayores dudas en relación al cambio de esquema. Lo anterior derivado de que las personas que emiten el Comprobante Fiscal Digital (CFD) tendrán que cambiar al modo denominado Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), anunció Virginia Koyama, directora de Mercadotecnia en CONTPAQi.
Por esta razón es que las empresas proveedoras de servicios para la digitalización de facturas como CONTPAQi deben concentrar esfuerzos para romper con mitos y cuestiones en torno a este modo, pues de acuerdo a cifras del SAT, hasta junio de 2013 sólo 659 mil 882 contribuyentes ya cambiaron su esquema a CFDI, mientras 2 millones 626 mil 798 emiten comprobantes con CBB, es decir de manera impresa con código bidimensional, y 22 mil 609 lo hacen con CFD.
Las principales dudas o miedos de las MiPyMEs y los profesionistas son las relacionadas con los pasos que deben seguirse para cambiar al CFDI y la elección del proveedor, pues adicional a los 68 que existen reconocidos por el SAT existe un ciento más que ofrece este servicio a través de la tercerización. Además temen que con este cambio se den retrasos para la entrega de las facturas a sus clientes, por igual desconocen los trámites que deben hacerse ante el SAT y consideran innecesario este cambio ya que aun cuentan con folios para CFD o CBB.
Eduardo Pérez, director comercial de CONTPAQi, señaló que para cambiar de esquema es necesario contactar a un Proveedor Autorizado de Certificación (PAC) con el objetivo de adquirir un paquete de timbres fiscales para que el SAT garantice su legitimidad.
Para elegir a un PAC, Pérez recomendó a los contribuyentes verificar que el proveedor no triangule el servicio que ofrece, además no debe limitar el proceso de facturación con la cantidad de folios a emitir. También debe comprobarse que el PAC emita plantillas o cuente con un editor amigable para adherir logos, si permite facturar con diferentes monedas y si maneja impuestos especiales. Por igual debe corroborarse si, además de facturar, el servicio permite llevar un control de clientes, cuentas por cobrar, compras, proveedores, cuentas por pagar, inventarios y si el programa facilita la contabilización.
Mencionó que para hacer este cambio es necesario ingresar al sistema del SAT, por lo que recomendó también no dejar para los últimos días del año este trámite, con el objetivo de no colapsar las plataformas tecnológicas.
Explicó que emitir documentos en modo CFD a partir de 2014 implicará la entrega de facturas inválidas, problemas de flujo de efectivo, pérdida de clientes por retrasos en la entrega oportuna de facturas y, por último, problemas fiscales por la entrega de facturas que no serán deducibles para los clientes.